Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2021-01-11

Pico del Rayo (1427 mts)

En la cima del Pico del Rayo

Este año, dadas las especiales circunstancias que nos han quitado movilidad  no hemos podido hacer la clásica navideña  de costumbre. De todas formas, nos juntamos unos cuantos y buscamos algo que se pueda hacer sin salir de la provincia. Veo que el Pico del Rayo tiene un fácil acceso, y además una altura ya considerable para lo que se estila en esta zona. Tan solo le veo un pero, y es que en las fotos que miro por internet, veo que en la misma cima hay un árbol. No tengo nada contra los árboles, pero, en una cima, es como si le quitase grado, como si fuera una cima de segunda división. No hay mucho más que elegir, así que allí que vamos.

Dejamos los coches en Inogés, un pequeño pueblo bajo la Sierra de Vicor, en su vertiente norte, y a tan sólo 7 km de la autovía de Madrid (El Frasno). La carretera separa el casco más antiguo de otro barrio, en el que se ubica la ermita de Jerusalén.


Justo al lado de la ermita comenzamos la marcha en dirección sur, donde una señal nos indica Senda de las Barderas. Avanzamos entre carrascas y algunos pinos. Pronto aparece la nieve, bastante resbaladiza, ya que está muy pisada. Delante de nosotros van dos grupos, e imaginamos que el día anterior subiría bastante gente. Este lugar está más frecuentado de lo que creía. En un momento dado la senda se bifurca, cogiendo la de la derecha. El itinerario se hace más empinado, al tiempo que las carrascas van dejando su espacio a los pinos.




Llegamos a una pista con marcas GR, es el collado Mayor, desde el que un ancho cortafuegos sigue elevándose al sur en dirección a la cima, ya visible, o por lo menos  sus estribaciones. Cruzamos la pista y ascendemos por el cortafuegos. A partir de aquí el espesor de la nieve aumenta y el viento helador del norte hace su aparición. Nos abrigamos a tope y continuamos. La cima está defendida por una muralla calcárea que rodeamos por nuestra derecha, ascendiendo sin ninguna complicación al punto culminante de la Sierra de Vicor, el Pico del Rayo, con sus 1427 mts.
Punto en el que la senda llega a la pista balizada GR

Abandonamos la pista y tomamos el cortafuegos hacia  la parte superior del Pico del Rayo

Ascendiendo por el cortafuegos


Rodeamos el escarpe cimero por la derecha

Ultimos metros antes de la cima

Me asomo al sur, y veo el árbol, el de la foto, allí  mismo, con sus ramas desnudas. Desconozco a qué especie pertenece, pero aguantar las embestidas del viento y las extremas temperaturas hace que merezca todos mis respetos. 
Una nube se ha pegado al cordal, y hace un frío que pela, -2º me señala el termómetro, pero con la brisa que corre….Marta y yo hemos llegado los primeros, detrás Fernán, y después Francine y Rafa. Llegan también una pareja con un perro de aguas, luego un runner, y más tarde otro grupo. Demasiada gente, demasiado frío. Nos vamos para abajo tras las fotos de rigor.  Descenderemos por otra ruta que Marta ha cargado en su dispositivo.
Empezando por la izquierda, Enrique, Rafa, Francine, Marta y Fernán

Mucho frío en la cima

Belén congelado

Pico de la Nevera, con sus instalaciones militares


Tomamos una pista hacia el oeste, en dirección al Pico de Neveras donde están instaladas instalaciones militares. Es el pico más occidental de la Sierra de Vicor. Los jirones de nubes cubren por momentos los radares militares. Abandonamos la pista y tomamos una senda a la derecha, que rápidamente toma pendiente  a través de un magnífico pinar.  Enormes ejemplares de pino y,  sorprendentemente,  grandes acebos con sus bayas coloradas ocupan esta vertiente norte de la montaña. El sendero desemboca de nuevo en la pista, justo a la altura del Refugio de Acebal. Justo a su lado el acebo  más grande que he visto en mi vida, y justo debajo de él otro belén. Me gusta ir al monte en Navidad, no sabría decir por qué, pero es algo especial, y esto de los belenes tiene su encanto. Entramos en el cuidado refugio y aprovechamos para comer y beber. Rafa ya hace tiempo que no trae café, y como me lo imaginaba he dispuesto un par de termos con té que a duras penas aguantan la temperatura.
Comenzamos el descenso por una pista en dirección al Pico de la Nevera...

...que pronto abandonamos tomando esta senda a la derecha

Inogés a nuestros pies, 700 metros más abajo

La senda discurre por un precioso pinar en la vertiente norte


Area de recreo junto al Refugio del Acebal

Acebo gigantesco

Debajo del acebo encontramos otro belén

Refugio del Acebal

Nada más salir del refugio, tomamos un empinado sendero marcado a la izquierda, que nos vuelve a introducir en el espeso pinar. Patinazo tras patinazo vamos perdiendo altura y volvemos a enlazar con la pista, que tomamos a la izquierda, hasta un cruce cercano, donde giramos a la derecha en 180º. Ya no abandonaremos la pista hasta el final. El pequeño pueblo de Inogés lo vemos relativamente cerca. Aún así este último tramo de pista se nos hace algo largo. Un gran letrero a lo Hollywood nos dice que ya hemos llegado. El frío es intenso, buscamos un bar anunciado a 50 metros con la intención de tomar un café, pero no lo encontramos.
No vemos a nadie a quien preguntar, tan sólo un montón de gatos.
Tomando el té

Al salir del refugio tomamos de nuevo la senda




No es Hollywood, es Inogés

Catwoman

Primera excursión del año. Lo iniciamos recorriendo lugares que no conocíamos y disfrutando de lo que más nos gusta.
3 Enero 2021. Fernán, Francine, Rafa, Marta, Enrique

2021-01-01

Pico de Codos (1279 mts)

 

Llegando a la cima
Llegando a la cima del Pico de Codos

Empiezo a estar harto de los confinamientos, tanto tiempo sin ir por el Pirineo...Lo echo de menos, pero por lo menos estoy descubriendo montañas cercanas a las que quizás nunca hubiera ido. Estamos casi a final de año, el tiempo es frío, en el Pirineo está nevando sin parar. Buceando en internet, algo para salir, sin grandes pretensiones, una matinal que permita volver a comer a casa...Ya está, el Pico de Codos, en la Sierra Modorra. Una sierra de orientación NO-SE que se encuentra entre la depresión del Río Grío al Norte y las llanuras de Campo Romanos al sur. El Pico se encuentra en la zona más al norte de sierra.
Después de una hora de viaje aparcamos en el pueblo de Codos. La mañana es fría, 2º. Una señora, desde la ventana nos saluda y después de preguntar a dónde vamos nos indica gentilmente la dirección a seguir. Ascendemos a la parte superior del pueblo, por unas callejuelas de fuerte pendiente hasta llegar a las afueras. Enseguida vemos junto a una casona solitaria las indicaciones que nos dirigirán a la montaña.
Codos



El itinerario es toda una sorpresa. Enseguida se introduce en un bosque de carrascas con algunos pinos, tomando dirección sur en suave pendiente. Atrás va quedando el pintoresco pueblo y el Pico de Valdemadera con su entramado de antenas, y a la derecha el valle por el que discurre la carretera que lleva hacia Miedes. Estamos en la comarca de Calatayud.


Atrás queda Codos, y al fondo el pico de Valdemadera, en la sierra de Algairén

Tras haber recorrido 2,5 km., un desvío perfectamente marcado a la izquierda hace que cambiemos de dirección, abandonando el GR que lleva a Langa del Castillo. Ahora subimos más decididamente hacia el cordal, al tiempo que la vegetación va desapareciendo. Tan sólo algunas carrascas y tejos aguantan la intemperie de esta ladera orientada al norte.
A los 2,5 km tomamos dirección hacia la loma


Vista hacia el oeste

Al llegar a la loma recibimos el azote de un fuerte viento helado. Nos detenemos un momento para ponernos más ropa, y seguimos ascendiendo hacia la derecha con la vista ya puesta en el mojón cimero. Es un tramo corto, de unos 100 metros de desnivel, pero el viento despiadado nos azota con fuerza, y la temperatura es muy baja. Caminamos sobre una alfombra de escarcha hasta que alcanzamos el vértice geodésico. 
Intento vislumbrar hacia el oeste los pueblos de Miedes y Langa del Castillo, pero no logro verlos. Tan sólo veo un llano infinito de campos cultivados. Un par de fotos en la cima y salimos pitando. Estamos ateridos por el frío. No sé cuál sería la sensación térmica en la cima, pero en la punta de mis orejas calculo unos -15º.
En la loma cimera



En la cima. Zoom hacia Codos

Hacia el SO.

Volvemos por el mismo itinerario, de nuevo luchando contra el viento helador. Llegamos al punto donde hemos alcanzado la loma en la subida, y junto a una cruz metálica observamos otro itinerario que desciende al pueblo por toda la loma, abandonando así la ruta de subida. Bajo un pequeño escarpe a resguardo del viento hacemos una parada para comer algo e intentar recuperar la temperatura. Proseguimos por la ladera, aunque ahora ya por un precioso carrascal que nos protege de las inclemencias. Poco a poco nuestros cuerpos comienzan a funcionar y volvemos a disfrutar descendiendo por este precioso bosque de carrascas. Al final, el sendero desemboca junto a unos campos de vides. En este punto, junto a algunos pinos, descubrimos un rastro de rebollones. No me lo puedo creer, en un 30 de diciembre y cogiendo robellones. Seguimos por el sendero y enseguida enlazamos ya con el itinerario de ascensión poco antes de llegar a las casas altas del pueblo.
Pero qué frio hace

Volvemos de nuevo por la loma hasta este punto, desde donde descendemos directos hacia el pueblo


Carrascal






Todo un descubrimiento. Una montaña muy accesible, sin problemas, no más de 3 horas entre subida y bajada, poco más de 500 metros de desnivel, y a volver a comer a casa, que con este frío no es cosa de estar mucho más rato por el monte.
30 diciembre 2020. Marta, Enrique

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