Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2010-04-17

Comodoto (2354 mts)


Llegando a la cima de Comodoto

A veces, para admirar una gran montaña, mejor que ascenderla, es alejarse un poco, y perder altura. Así valoraremos la verdadera dimensión de ella. Fernán, Carli, Rafa, y yo partimos del pequeño parquin situado en la parte superior del pueblo de Espierba, en el valle de Pineta.
Comenzamos la marcha por una pista con una barrera. Pronto dejamos una bifurcación a la izquierda, internándonos en el bosque. La pista sube pausadamente mientras describe algunas lazadas.
Tomamos algunos “alcorzes” (atajos) y la nieve aparece, aunque algo dura, por lo que la progresión es fácil.
Casi sin darnos cuenta llegamos a un amplio collado con vistas al vecino valle del Río Real o Chisagüés. Unas bordas y unos coches aparcados junto a la pista que recorre el valle 400 metros más abajo nos recuerdan itinerarios de hace años hacia Robiñera o hacia La Munia.
Seguimos la marcha en dirección Norte por unas suaves lomas nevadas, dónde los últimos pinos negros resisten las inclemencias invernales. Poco a poco la vegetación desaparece. Hacemos un descanso para comer algo y colocarnos las raquetas. ¡Qué sensación la de desplazarnos con estos inventos!. Los pasos son más largos y acompasados, lo que unido al uso de alzas hace que la marcha sea rápida y regular.
Abandonamos Espierba


Nos asomamos hacia el Valle del Río Real

Monte Perdido 


Visto y no visto nos plantamos al pie de la última subida, considerablemente más empinada. A la izquierda las fajas rocosas del valle de Pineta, culminadas por las Tres Marías.
A la derecha el Robiñera, que oculta la cima entre la bruma.
En el último tramo prescindimos de las raquetas, pues aparece algo de roca.
Cuando ya casi estamos, el fácil Comodoto quiere mostrar algo de fiereza, interponiendo una estrecha arista nevada con impresionantes laderas hacia ambos lados.
Una auténtica arista tipo Alpes, con trinchera y todo, producida por las huellas de los que nos precedieron.
Sin más sobresaltos llegamos a la cima, donde encontramos dos montañeros que han subido un poco antes que nosotros. La vista, increíble: Tres Sorores, Balcón de Pineta, Robiñera…. La muralla de Pineta con aludes en cada una de sus canales. En fin, una maravilla.
A la izquierda, siempre las murallas de Pineta

Al fondo, Comodoto

Robiñera emerge entre la niebla

Cima. Enrique, Fernán, Rafa, Carli

Balcón de Pineta
Tenemos que marchar, el viento helador nos echa del lugar y comenzamos el descenso con rapidez.
Nos detenemos en un abrigo rocoso hacia los 2000 m. Echamos un bocado, y ese cafecito que siempre lleva Rafa consigo.
Continuamos descendiendo por el bosque, primero de pino negro y luego de pino rojo.
Entre los árboles, las omnipresentes murallas de Pineta, todas blancas. Sin darnos cuenta hemos llegado a Espierba. Un día precioso.

Comenzamos a descender




De nuevo en Espierba

En esta ocasión, las fotos son de Fernán y Carli, la cámara de Rafa no ha soportado más inclemencias.
Abril 2010. Fernan, Carli, Rafa, Quique.



2010-04-05

Ainielle

              
Anais P. Layed me regaló este poema
El sol durmiendo en la ternura de tus manos,
abrazándome ambos, junto al murmullo herido
de una intensa tormenta de hojas amarillas
esparcidas por el viento.

Estoy cansada del camino, Ainielle.
Me empalaga la soledad aullante de tus árboles,
el aroma húmedo del vacío.
Las ardillas se esconden asustadas
en el cielo sangrante de mis miedos.              


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