Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2020-07-28

Pic Fouillouse (2787 mts)

Desde la cima del Pic Fouillouse hacia el Oeste. Mall Plane, Mall Barrat, al fondo Perdiguero y Posets
El Pic Fouillouse es el destino elegido. Pico fronterizo del valle de Remuñe, en Benasque. De ahí su nombre francés, aunque a este lado también  se le conoce como Tuca d’es Caballos. Es una modesta cota de 2787 mts. situada entre el Mall Planet y el Mall Pintrat. Es un pico no muy conocido ni transitado, apenas  hay reseñas, y eso que la vía transcurre por el coll del Plané, paso entre Francia y España. Recurrimos a una de las guías de David Atela que describe esta ruta.
La excursión comienza por el valle de Remuñe, siguiendo por el camino compartido por la ruta a  los ibones del mismo nombre. Una vez llegamos a la palanca no cruzamos y seguimos en la misma dirección. Según la guía, hay que desviarse al pasar por el segundo covacho ¿será una cueva?, a 2200 m de altitud, y tomar la dirección al noroeste.
Valle de Remuñe. Al fondo Pico de Alba


Llegando a la palanca que cruza el río para dirigirse a los ibones
No vemos mojones ni cuevas, pero al llegar a esa altura vemos a nuestra derecha una franja herbosa que intuimos que se subirá bien. Supuestamente debería de tener una pendiente de 30º pero nos parece mayor…vaya subidita… A las 2 horas paramos a echar un trago y hacemos un mojón para saber por dónde bajar. Desde allí, en vez de seguir subiendo recto, vamos hacia la derecha, cambiando la hierba por piedras, y entonces, empezamos a ver hitos, incluso uno con un palo. Los seguimos y llegamos al circo que se encuentra a los pies del Fouillouse. Estamos a algo más de 2500 mts.
Rápidamente ganamos altura sobre el valle


En la parte superior del corredor herboso
Un nevero ocupa esta depresión, e  incluso se eleva por el canalón hacia  donde conducen los mojones. Como no llevamos crampones vamos por el otro canalón que está a la izquierda y no parece difícil, aunque éste es rocoso. Efectivamente, se sube bien, una fácil trepada de unos 30 metros nos deposita ya en la parte superior. Ahora solo falta recorrer la suave rampa de pedregal que nos deja en el collado. Desde allí ya vemos Francia: Superbagneres, los ibones de Port Biello y otros que no reconocemos.
60 metros de ladera pedregosa a nuestra derecha nos separan de la cima, que coronamos sin problema.
Trepando por el canalón. Abajo el pequeño circo a 2500 mts

Collado del Plané. Mirando a Superbagneres

Collado del Plané. Hacia el este, Maladetas

Subiendo a la cima

Una pequeña cima que no nos permite pasearnos por ella. Las vistas , aunque algo tapadas al sur  por las  Peñas Literola y Remuñe, nos dejan ver al este la Mole del Mall Pintrat, y más allá todo el macizo de las Maladetas. Al oeste el cercano Mall Plané oculta el resto de picos de la divisoria, pero aún así  tenemos buenas perspectivas del Perdiguero y más lejos el Posets. Hacemos las fotos de rigor y para abajo, que ya se nos ha alargado más de lo que esperábamos y queremos llegar a comer (la guía marca 3 horas, y ¡nos ha costado 3.45!)


Mall Pintrat. Al fondo a la izquierda Cresta de Estaouas y Sacroux

Hacia Superbagneres y Lago de Port Biello

De izquierda a derecha, Pico de Remuñe, Posets, Perdiguero, Mall Plané

Bajamos por el mismo lugar, sin darnos cuenta llegamos a la zona de mojones y ya divisamos a la derecha el que hemos hecho nosotros. Es el punto donde tenemos que decidir si continuamos la línea recta de mojones por la pedriza o si vamos hacia la derecha hacia el nuestro para ir por donde hemos subido. Al final volvemos por el camino de ida, ya estamos cansados de tantas piedras y seguro que por la hierba se baja más rápido. Reponemos fuerzas en nuestro mojón y lo destruimos para no confundir a otros montañeros.
El descenso hasta el valle es muy rápido. En vez de bajar hasta donde empezamos, más o menos a la altura de la charca, ya vamos yendo hacia la izquierda para acortar. Mientras vemos alguna cueva natural ampliada con bloques de piedra, quizás sean los covachos.

Nevero en el fondo del pequeño circo (2500 mts)

Picos de Remuñe

Mojón que hicimos para localizar la entrada al corredor herboso y que posteriormente derribamos

Una vez en el camino principal del valle, tenemos la errónea sensación de que ya casi estamos, pero aún nos queda un buen trozo al aparcamiento. Se nos hace largo este último tramo.
De nuevo en el camino general del valle




Ya se nos había olvidado lo que era una excursión a un pico de granito, nos habíamos acostumbrado a las últimas subidas a picos “amables” con sendas hasta la cima. Este, en cambio, lo hemos encontrado rudo, salvaje, sin camino y guiándonos un poco por la intuición. Es de este tipo de montañas que sabes que no vas a encontrar a nadie, y que si alguien ha venido por aquí, eso hace mucho tiempo. De esas montañas que no te permiten ir relajado. Aún así, pasado un par de días, deseas volver a cumbres como ésta.


19 julio 2020. Kuka, Enrique, Marta

2020-07-12

Foratata Occ. (2292 m) circular


Las cosas no son como se recuerda sino como fueron. Esta reflexión saltaba frente a la visión de la Foratata Oriental; hace algunos años ascendimos su vía normal, una escalada sencilla seguida de rampas hasta la cima. Estos recuerdos se enfrentaban a la objetividad del presente. Esos "algunos años" fueron en 2011, hoy la escalada nos parecía más sostenida y las rampas expuestas y largas. Pero en esta ocasión se trataba de ascender la cima Occidental, un paseo.
El viernes por la tarde no acabamos de decidir dónde ir, hace unas semanas encontramos  una reseña original pero evidente: la vuelta a las Foratatas, y allí decidimos ir.
Quedada temprana, desayuno en Senegüé entre mascarillas y geles hidroalcohólicos. En fin, la mal llamada nueva normalidad.

Ya en Formigal, tomamos la bien marcada senda que nos dirige al Este, hacia Sallent. Día soleado, agradable, vamos cruzandonos con algunos senderistas que parecen llevar el mismo rumbo.

El sendero avanza pausadamente entre lirios, el ascenso casi no se aprecia porque los paisajes, el verdadero valor de esta actividad, no por ampliamente conocidos deja de sorprendernos, como el Pacino, objetivo de retos 'vespertinos', recordando a Fernán que está en Biescas.

De repente viene hacia nosotros un mestizo de westy, un pequeño perro, al parecer perdido, que se acerca jadeando. Nos preguntamos de donde sale y porque la gente lleva miniperros al monte. Luego vienen sus dueños y el perro pone cara de "joder, ya me han encontrado". El cánido, que responde al nombre de L. (protegemos su intimidad) les sigue de mala gana, patas cortas y saltitos rápidos porque sus dueños no le dan tregua. Nosotros paramos a hacer fotos.

Pronto vemos al perro que vuelve corriendo hacia nosotros, es evidente que tiene calor y no le apetece la excursión. Sigue corriendo dirección Formigal, definitivamente está huyendo, no vemos a los dueños. Lo llamamos y no sabemos muy bien que hacer, seguimos andando y L. viene con nosotros, hasta que oímos a los dueños llamarle y el perro nos mira con cara de resignación. En el collado Baladrías, improvisado punto de encuentro, lo entregamos y nos despedimos de L.

Hasta ahora la senda ascendía suavemente, a la vista del embalse de Lanuza y el cordal Sabocos-Tendeñera, pero cuando ya estamos rodeando la Foratata arranca una subida fuerte y continua hasta el collado de la Punta de la Lana.



Al norte vemos Arriel, Pallas, collado Lavedan y comienza a asomar el Balaitous.

Pronto la caliza gris reemplazará al verde amable.
En el collado se elevan las vistas hacia los Infiernos y el macizo Argualas-Garmo Negro.

Había oído hablar de ello, pero nunca había visto la perspectiva con el el agujero que da nombre a la Foratata.

Disfrutando, este año estamos coincidiendo en más salidas.


Se nota el calor, Marta va siempre por delante y nos guía hacia la brecha entre las dos Foratatas.
Antes de llegar a la brecha, comenzamos la ascensión por sendero y, más tarde por hitos, la pendiente aumenta y requiere atención por donde pisamos.

Unos diez metros antes de la cima, hay una trepada, fácil, pero a Francine se le atraganta y decide esperanos allí. A esto no ayuda el comentario de uno de los que bajan, que dice que le tiemblan las piernas. Quique y Marta suben sin complicaciones, yo intento convencer a Francine, sin mucha insistencia. Subo por una especie de diedro, más cerca del filo pero que me parece más seguro.

Cima, fotos, sonrisas y paisajes. 

Bajando hacia la plataforma donde está Francine, con la caballerosidad que caracteriza a Quique, la convence para subir, quien flanqueada entre los dos aguerridos montañeros, se crece y tilda de flojo al que le temblaban las piernas. 

Marta se queda abajo para hacer las fotos de rigor, preciso y original selfie.

De nuevo en la cima, ahora Francine sustituye a Marta. Abrazos y alegría.
Pensado en una próxima ascensión al Anayet.

Descendemos con cuidadin, fácil pero algo expuesto. Quique sigue guiando.

Y tomamos el sendero que flanquea toda la cara Este por terreno ya conocido.



Los infiernos cierran el paisaje

Y la última dificultad, un pequeño muro con un agujero por donde sale un chorro gélido.

Poco a poco el sendero asoma a los cortados, de nuevo el Anayet en nuestros pensamientos

Seguimos subiendo hacia una pequeña cota con un arbol seco que nos atrae la atención.

Marta y el pino negro, símbolo de cientos de años resistiendo la dureza de los inviernos.

Al llegar al collado del Forato, se inicia un descenso directo hacia Formigal al tiempo que ya empezamos a pensar en las cervezas y a quien le toca escribir la reseña, a mí me recriminan que llevo lustros escaqueándome, Francine se ofrece, como ya lo hizo en la Ralla das Tiñas, y ... creo que escribirá la siguiente. 
Las cervezas, en Escarrilla, tuvieron su historia, pero eso queda ya para otra ocasión.

4 de Julio 2020. Marta, Francine, Quique, Rafa.


Temas relacionados