Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2020-06-24

Peñas de Herrera (1591 mts)

Peñas de Picarrón, El Camino y Enmedio, desde cercanías de Talamantes
Picarrón, Del Camino, Enmedio y Gotera son los no muy poéticos nombres de las Peñas de Herrera, pero mucho más prosaico es el otro nombre por las que se conoce a estos cuatro peñascos situados cual molinos cervantinos, Peña I, II, III y IV, eso sí con números romanos. La mal llamada cara oculta del Moncayo nos produjo una fantástica impresión. Punto de partida, el bonito pueblo de Talamantes, donde tomamos el GR-90 que sigue el curso del torrente de Valldeherrera. La lluviosa primavera ha hecho que el bosque de carrascas esté particularmente verde , al tiempo que el barranco baja con abundante caudal produciendo esa música tan particular. Como complemento, una niebla artúrica se desliza por encima de nuestras cabezas, ocultándonos el horizonte.
Comienzo de la ruta

Primera parte, bonito bosque

Después de recorrer el barranco, alcanzamos el collado de Valdelinares, siguiendo por la loma que separa los dos valles. Al fondo, emergen las curiosas moles de las Peñas, perfectamente alineadas y ordenadas de izquierda a derecha en sentido decreciente. La más alta, el Alto del Picarrón, al Sur, y la más baja, al norte, la Peña de la Gotera. Entre estas dos, la Peña del Camino y la de Enmedio, y el collado por donde traspasa el GR 90 a la vertiente oeste.
Collado de Valdelinares

Peñas del Picarrón y del Camino


Enfrente, cara E. de la Peña del Camino. A la derecha el collado por donde pasa el GR90

Collado. Manteniendo distancia de seguridad

Abandonamos el camino y tomamos un sendero a la izquierda que se eleva rápidamente hacia la pared O. que parece inexpugnable. Una angosta y corta chimenea equipada con una pasamanos de cuerda nos ayuda para enderezarnos hasta la cumbre (1515 mts). Curiosa chimenea, en la que además existe una cueva bajo nuestros pies que hay que soslayar con un paso de gigante. Francine, tras estudiar la vía,   decide no intentarlo y esperarnos al comienzo de la chimenea. Primero asciende Rafa, luego yo, y después Marta. La verdad es que superar algunos pasos requieren estatura. No es muy fácil, pero el pasamanos ayuda y no poco. El descenso, mediante ráppel.
Marta, Rafa y Francine al pie de la chimenea

Rafa en cabeza, y Francine estudiando la situación.


Progresando

Yo os espero aquí

Cima. Al fondo Peña del Picarrón
 Al pie de la peña hacemos un pequeños descanso, y seguimos hacia el sur, a por la más alta, El Picarrón (1591 mts)  No descendemos al camino, que hemos dejado unas decenas de metros por debajo, sino que vamos ladeando bajo el cordal. Sin darnos cuenta alcanzamos también por la vertiente oeste la cota más alta de las Peñas. Aquí no ha habido que trepar. Estupendas vistas, y eso que las nubes de tormenta que han  relevado a las nieblas están empezando a crecer.  En la cima coincidimos con tres montañeros, que al igual que nosotros, hay aprovechado el final del confinamiento covid para conocer esta zona tan cercana a Zaragoza, y tan desconocida.
Rapelando. La salida un poco complicada

Peña del Picarrón


Desde la cima. Vista hacia Calcena


 Abandonamos la cumbre y descendemos hasta el GR 90 que ahora hacemos en sentido contrario. Al llegar al collado , nos desviamos un momento para hacer la Peña de Enmedio (un paseo)(1461 mts). Aquí abandonamos ya el periplo peñero, pues la última, la de La Gotera queda ya un poco alejada, y ha empezado a tronar, aunque lejanamente. El sendero lo desandamos con rapidez, alcanzamos de nuevo el bonito bosque, el barranco, e incluso tenemos tiempo de parar junto al río en un cruce. Al fondo sigue tronando. Llegamos al pueblo sin novedad. Aún tuvimos tiempo de tomar un café con hielo en la calle, ya que todavía no podemos acercar a la barra del bar. Estamos en la Fase II de la era Covid, o era la III, qué follón.
La tormenta estalla, pero ya nos coge entrando al coche.
Hacia la Peña de Enmedio



Peña de Enmedio. Detrás Peña del Camino



Una jornada preciosa de montaña. Corta, pero muy aprovechada, y con el aliciente del ascenso a la chimenea de la Peña II. 
Curioso, tantos años, tantos recorridos, y tanto por conocer.
Foto desde el Cerro Morrón, al oeste. (Excursión anterior de Rafa y Francine)

31 mayo 2020. Marta, Francine, Rafa, Enrique

2020-06-03

Ralla d'as Tiñas (1510 mts) y Bonés (1610 mts)

Cima de la Ralla d'as Tiñas
Muchas veces hemos recorrido los alrededores del embalse de Arguís. El Gratal en varias veces, el Pico del Aguila, Peiró, etc. Es una zona cercana y para excursiones cortas, ideal. Esta vez nos dirigiremos a la Sierra de Bonés, nueva para nosotros. Dejamos el coche en la antigua carretera de Monrepós, poco más arriba del pueblo de Arguís. Una señal indica el comienzo de la ruta. Tenemos varias opciones, eligiendo al final una circular que pasando por La Ralla d’as Tiñas recorre la cara sur de la sierra de Bonés, para posteriormente cruzarla y descender al valle del Flumen, en la vertiente norte,  regresando de nuevo al vehículo.

El sendero se eleva por la ladera, dejando pronto un desvío a la derecha, a la ermita de la Magdalena. Es por aquí por donde volveremos.
Vamos tomando altura sobre el embalse,  y ya vemos al sur la cúpula del Gratal.
El comienzo es evidente



Asoma el Gratal, y se ve la vertical ruta del gasoducto
Siempre en dirección oeste, el itinerario, en suave pendiente, va recorriendo esta ladera de monte bajo.Poco a poco el sendero se va acercando a la izquierda para acabar discurriendo por una repisa colgada sobre el valle de Arguís.
El sendero se convierte en una repisa
Con estupendas vistas al valle de Arguís
Llegamos a un gran collado, en el que destaca una extensa tapia de piedra para encerrar el ganado. Unos metros por encima de nosotros, a la izquierda se encuentra  la cima de la Ralla d’as Tiñas, que alcanzamos en un momento. Justo aquí es donde acaban las vías de escalada del mismo nombre. En aragonés una Ralla es una pared de caliza escarpada, y Tiña es paridera, en términos ganaderos. 
Francine y Rafa junto a la Tiña

En la cima de la Ralla d'as Tiñas


Volvemos al collado y tomamos dirección norte por un nítido sendero que asciende en dirección a la Sierra de Bonés. Erizones y bojes pueblan esta ladera solana. Llegamos al cordal, y ya vemos la continuación en descenso hacia el bosque.
El Gratal, siempre visible
Nosotros, sin embargo, llevamos idea de ascender el Pico de Bonés, por lo que seguimos el cordal hacia el oeste por trazas de senda. Tropezamos con una pareja que viene justamente del pico de Bonés, y están haciendo la circular, pero en sentido contrario. Charlamos con ellos y continuamos la marcha. Luego supimos que eran los blogueros de Montesymasdebucuesa (http://bucuesa.blogspot.com/search?q=bones). Alcanzamos la cima, la última de una serie de promontorios sin importancia, y que nos lleva una media hora desde el collado. Vistas al Pirineo, y al valle de Rasal. Al oeste destaca una inmensa torreta de piedra, imaginamos que de origen pastoril.
Ladera sur de la Sierra de Bonés. Al fondo Pico del Aguila

Llegando al collado

Progresando hacia la cima

 Pico Bonés. Al fondo valle de Rasal

Cima. Detrás, las paredes de Peiró

Volvemos sobre nuestros pasos hasta el colladete que da acceso a la parte norte de la sierra. Descansamos un poco, y aprovechamos para comer algo. 
Desde el collado, hacia el norte
Pronto estamos descendiendo por un frondoso bosque de pinos y bojes. El camino tiene mucha pendiente, y algunas bien embarradas. El sol de invierno no aparece por estas vertientes septentrionales. Francine, en un descuido, patinazo va, y revolcón por el barro. Se levanta rápido, pero el rebozado ya no se lo quita nadie. A partir de entonces, mucho cuidadín. Las rampas iniciales se van suavizando poco antes de salir a los llanos de Bonés donde topamos con una pista que tomamos a la derecha, y tras dejar atrás una especie de explotación ganadera llega hasta las inmediaciones de la Ermita de la Malena, como indica un poste. Junto al edificio una charca de agua anima un poco el paisaje. 
Vertiente norte


Praderas de Bonés

Ermita de la Malena
Dejamos la ermita a la izquierda y enseguida abandonamos la pista por un sendero que penetra en un tupido bosque a la izquierda. Espectaculares hayas, pinos, abetos y bojes arborescentes. Una gratísima sorpresa esta parte final de la excursión. El bosque queda atrás y ya en dirección claramente sur aparecemos colgados sobre la carretera nueva del Monrepós con sus flamantes túneles. Justo debajo el horroroso complejo construido para vigilar la seguridad de los túneles. Poco después llegamos al coche. El cielo ya completamente  nublado es el preludio de la borrasca Gloria, que está a punto de llegar. 






Esta preciosa excursión fue de las pocas que hicimos durante el invierno, porque la gran borrasca, y no era Gloria, estaba pendiente de llegar en el mes de Marzo. La primavera se esfumó de un plumazo.
18 Enero 2020. Rafa, Francine, Enrique
Temas relacionados