Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2025-10-09

Pic Carlit (2921 mts)

Carlit, vertiente E, que es por donde ascendimos

¡Qué lejos está el Carlit! Muy lejos, pero es una montaña que merece la pena, no solo porque es uno de los picos más importantes del Pirineo más oriental, sino también porque se encuentra en un enclave lacustre de alta categoría. La montaña está situada enteramente en Francia, concretamente en la Cerdanya francesa, y el punto de partida es el Lac des Bouillouses, a 2000 mts de altura. Para llegar hasta allí tenemos cinco horas desde Zaragoza, nada menos. Rafa, el logisticman del grupo, se encarga de buscar un hotelillo asequible en Llívia, a una hora del parquin de Bouillouses. Rafa y yo partimos de Zaragoza, Carli y Pedro desde Barcelona. Llegamos a Llìvia justo a la misma hora. Check-in y a cenar. Después, un paseo nocturno por la población, prácticamente desierta. Llívia es un enclave realmente curioso, ya que se encuentra en territorio francés pero es español, a causa de los repartos originados en el Tratado de Los Pirineos, en 1659. Después de una noche tranquila, en la que no anhelamos para nada el mejor de los refugios, desayunamos y nos ponemos en marcha. Tenemos una hora hasta el parquin. Vamos todos en el coche de Carli. Salimos de noche, pero enseguida amanece, y llegamos al parquin junto al embalse a las 8,30. Poco después comenzamos la marcha por un claro sendero a través de bosque. Las marcas amarillas nos van guiando en todo momento, aunque se me olvida comentar que Carli ya conoce bien estos recorridos, ya que es la cuarta o quinta vez que viene por aquí. La ruta que seguimos, siempre al oeste, es parte de un bucle que efectuaremos a lo largo de la excursión, en sentido horario para así descubrir los lagos de esta zona. Una señal vertical indica el inicio del bucle, tomándolo nosotros a la izquierda. Al poco rato el sendero cruza entre los Etangs Coumasse y Sec, donde dejamos atrás el bosque y atravesamos en suave ascenso el llamado “desierto del Carlit”, una semi-llanura monótona con algunos pequeños pinos desde donde avistamos ya el Carlit, todavía lejano. 

Empezamos el bucle hacia la izquierda

Típico paisaje de las zonas más cercanas al embalse de Les Bouillouses

Etang Sec

El llamado "Desierto del Carlit". Al fondo ya vemos la montaña

Zoom al Carlit

Un nuevo lago dejamos a nuestra derecha, el Etang Vallell, y entramos ya en el valle que nos ha de llevar hasta el Carlit, ya enfrente de nosotros. El viento sopla con bastante fuerza, y la verdad es que no hace mucho calor. Avanzando por la ladera derecha del valle dejamos abajo el Etang Sobirans, al tiempo que llegamos a la señalización del bucle de los lagos, que haremos a la vuelta, aunque nosotros ahora seguimos en la misma dirección O. El paisaje ha cambiado por completo, de las grandes llanuras con pinos que llegan a la orilla de los lagos, que recuerdan a paisajes escandinavos, a encontrarnos ahora uno más “pirenaico” La hierba ha quedado atrás y avanzamos por pedreras inclinadas, pero con por un sendero bien trazado. Se ve que es una montaña muy frecuentada, y eso que hasta ahora hemos visto muy poca gente. 

Atrás queda el Etang Coumasse

Enfilamos ya hacia el Carlit

Dejamos atrás el paisaje "escandinavo"

Bastante viento. Sensación térmica baja

El paisaje va cambiando. Etang Sobirans

Aparecen las pedreras, aunque se camina bastante bien


El ascenso, hasta ahora, ha sido bastante liviano

Hacemos un pequeño descanso al resguardo del viento antes de emprender el ascenso a la cumbre, de la que nos separa todavía un desnivel de 400 mts. Continuamos, y siempre siguiendo el marcadísimo itinerario llegamos a la orilla del pequeño Etang Gelat, ya al pie del Carlit. Poco a poco vamos encontrando grupos de montañeros, unos que nos alcanzan, otros que rebasamos, pero sin ningún agobio. Los últimos 200 mts discurren por terreno de alta montaña, donde puntualmente hay que poner las manos, aunque sin oponer dificultad alguna. 

Aquí buscamos un abrigo para hacer una pausa y comer algo

Etang Gelat, pequeño lago al pie del Carlit

Superado el escarpe del circo tenemos ya a la vista lo que nos queda

Siempre por senda...

...menos los últimos metros en los que puntualmente apoyamos las manos

Alcanzamos la cima, donde ya nos juntamos unos cuantos montañeros. El viento sigue soplando y la sensación térmica es baja, aunque el cielo está completamente despejado. Vemos un montón de cimas, aunque es Carli el que nos va instruyendo sobre la geografía de esta zona tan desconocida para nosotros. La vista es excelente, aunque lo más reseñable es la cantidad de lagos que se ven desde aquí. Una pasada, no sé si habrá en el Pirineo otra concentración de lagos como ésta. 

Últimos metros

Cima. 2921 mts

Al fondo, el Péric (2810 mts)

Paisaje lacustre. Al fondo Canigó

Etang de Lanoux


En primer término, Pico Occ. de Collroig,  a la dcha. Puig Pedrós. Al fondo, Sierra del Cadí

Apenas estamos unos minutos en la cima, que se empieza a llenar de personal. Descendemos por el mismo itinerario, bueno, el mismo no, ya que hay una variante de descenso para evitar coincidir con los que ascienden. Esto nos da una idea de la cantidad de personal que se tiene que juntar en esta montaña cualquier día de agosto. Hemos leído que es una de las cimas pirenaicas más visitadas. Dejamos atrás el terreno más comprometido y continuamos descendiendo ya por el itinerario común. 

Descendemos los primeros metros con cuidado...

...hasta llegar de nuevo al sendero


Etang Gelat

Se ve la bifurcación donde giraremos hacia la orilla del Etang Sobirans

Al llegar a la altura del Etang Sobirans tomamos el sendero de la izquierda para completar el bucle lacustre. Casi sin pausa estamos frente a otro lago, Etang de Trebens, donde encontramos un buen lugar para hacer una pausa y comer algo. Descanso reparador en un marco incomparable. Continuamos la marcha y justo en el desagüe una pasarela cruza al otro lado, junto a un desvencijado refugio metálico verde. Dejamos atrás el pequeño Etang de Gombau y giramos poco a poco para descender ahora con decisión entre pinos. 

Etang Sobirans

Etang Trebens

Etang de Gombau

Ahora descendemos francamente para completar el bucle

Aquí ya vamos encontrando bastante gente, que suponemos están realizando el bonito circuito lacustre. Dejamos a la izquierda el Etang de les Dugues y alcanzamos el último, el Etang Viver, alcanzando seguidamente el sendero matinal. Poco más de historia, salvo descender la última parte del itinerario con bastante acompañamiento. Llegamos al parquin de Les Bouillouses después de 7 horas y media de marcha, incluidas paradas.

Etang de les Dugues

Etang de Viver


Fin de trayecto. La presa del embalse de Les Bouillouses

Tenemos una buena kilometrada hasta casa, así que rápidamente nos metemos en el coche y vamos para Llívia. Aún pararemos junto al hotel, donde tenemos el otro coche. Antes de volver a nuestros respectivos puntos de origen, nos sentamos en la terracita a degustar unas cervezas con limón entre risas. Todo ha salido estupendamente, y esta excursión con halo de “expedición” ha estado muy bien. El pico, bueno, uno más; eso sí, de los emblemáticos, pero lo mejor el paisaje lacustre que recuerda a otras latitudes. Espectacular.

01 Octubre 2025. Carli, Pedro, Rafa, Enrique


2025-09-19

Gran Encantat (2748 mts)

Les Encantats desde Sant Maurici. El Gran Encantat es el de la derecha

Les Encantats es esa montaña icónica que se eleva sobre el lago de Sant Maurici y que se ha repetido hasta la saciedad en multitud de fotos y pósters. Incluso, cuando Rafa y yo hicimos el servicio militar (ya hace un montón) pasamos muchos ratos en la cantina, donde un enorme mural de la montaña y lago presidía el local. Por fin ha llegado el momento de ascenderla, para la cual tenemos que emplearnos a tope con la logística. No es fácil, estamos en agosto y el Pirineo está saturado de personal. Al final, conseguimos una habitación en Rialp, a media hora de coche de Espot, lugar desde donde empezaremos la marcha, bueno, concretamente donde tomaremos el taxi 4x4 que nos llevará hasta el lago de Sant Maurici. A la mañana siguiente, ínfimo desayuno en el hotel, y coche hasta Espot. Allí esperamos hasta las 8 de la mañana, hora en que un taxi 4x4 nos recoge y tras breve viaje nos deja en la orilla del lago Sant Maurici. Nublado, fresco, y viento, tanto es así que la lámina de agua del lago está en modo marejadilla. Tomamos en breve descenso la pista que nos deja en poco tiempo en el pequeño refugio de Mallafré. 

Sant Maurici

Clásica vista dels Encantats. Bordearemos toda la pared hacia la derecha, en busca del canalón de acceso al collado dels Encantats (oculto)

Corto paseo....

...hasta el Refugio Mallafré

A la derecha en ligero descenso se dibuja entre la hierba un senderillo que tomamos atravesando un precioso bosque. Cruzamos una pasarela de madera e iniciamos la subida, siempre entre arbolado con un piso de hierba perfecto. Algún mojón ayuda a seguir el itinerario cuando el sendero tiende a desdibujarse. Abandonamos el bosque y continuamos siempre en dirección Sur por un vallejo suspendido sobre el Valle de Monestero, “la Valleta Seca”. A nuestra izquierda la mole del Encantats, casi sobre nuestras cabezas. Se trata de bordear toda este cara para dar vista al collado de Encantats, que se supone a la izquierda, y que todavía no vemos. 

Bonita senda en dirección Encantats

Valleta Seca. Un vallejo elevado sobre el valle de Monestero

Continuamos alternando sendero con pedreras. Las nubes no levantan y las cimas más altas se ven cubiertas, tan solo vemos la mole del Monestero, justo al frente. Por fin empezamos a girar a la izquierda y ya vemos el collado de Encantats. La senda se ha esfumado y ahora lo que tenemos es un inmenso pedregal que hemos de ascender (calculo unos 200 mts). El terreno está muy roto y la canal es estrecha, por lo que nos ponemos los cascos por si acaso. 

Después de bordear la pared de les Encantats, ya adivinamos el canalón...

...que nos ha de conducir al collado dels Encantats


Hacia allí vamos

Alguna trepada fácil...

...y ya casi estamos arriba

En algún momento hemos de poner las manos para superar un bloque, pero al final, el canalón se deja hacer mejor de lo que habíamos pensado y resoplando llegamos al collado. Jirones de niebla pasan sobre nosotros y nos dejan ver a la izquierda a duras penas la cara del Gran Encantat que vamos a intentar ascender. Abajo, un pequeño lago, y a la derecha un pico bastante alto y de fiera apariencia que podría ser el Monestero..., aunque no estoy seguro. Sin detenernos continuamos junto a la cresta por una buena senda. Poco a poco el vacío que va quedando a la derecha se empieza a hacer considerable, pero el hecho de ir por camino suaviza bastante la sensación. Estamos ya al pie de la cara S del pico, y hacemos una pequeña parada para ponernos los arneses y dejar mochilas y bastones. Cogemos una cuerda de 50 mts y algunas bagas y mosquetones. La ascensión es una incógnita, ya que unos dicen que no hace falta cuerda, y otros hablan de rápeles, así que ya veremos… Además, la niebla ha dejado una fina capa de agua sobre la roca.

Collado dels Encantats (2584 mts)



Giramos a la izquierda, y ya vemos la ruta a seguir. Arriba, izquierda, se ve la brecha a la que hemos de llegar

De momento, seguimos sendero

Cuando el terreno empieza a empinarse, dejamos las mochilas y nos ponemos el arnés


Pedro se pone en cabeza y Rafa y yo le seguimos. El sendero ha desaparecido y avanzamos por terreno escalonado poniendo las manos de vez en cuando. Por supuesto, siguiendo los hitos, porque esto sí que lo sabemos, si perdemos los hitos la dificultad sube rápidamente. Avanzamos entre las nubes, todo está mojado y hace un frío que pela. Alcanzamos una brechita que da a la vertiente norte, con un patio imponente, y una pequeña senda que avanza entre el precipicio y la pared. Justo aquí encontramos un parabolt, y Pedro decide; nos encordamos y él comienza a trepar siguiendo algunos hitos. 

Hacia la brechita

Siguiendo los hitos

Con cuidado, terreno mojado y resbaladizo

Traspasada la brecha, accedemos a la vertiente norte. Encontramos un parabolt que aprovechamos para asegurar.

Pedro va para arriba....

Nosotros lo aseguramos en la chapa, hasta que nos grita que acaba de encontrar otro anclaje y monta una reunión. Rafa y yo ascendemos asegurados hasta la reunión. Pedro sale de nuevo y trepa por la izquierda. Al poco, nuevo grito avisando de la reunión. Salimos de nuevo, pero en vez de por donde ha ido Pedro, nos tiramos un poco a la derecha, parece más fácil, pero no lo es. Una buena trepada de un murete con roca resbaladiza que calculamos de III. De nuevo llegamos donde Pedro ha montado reunión en un parabolt, justo bajo la cima que ya alcanzamos caminando. 

...y tras encontrar otro parabolt, nos asegura a Rafa y a mí

En la reunión



Tras los dos largos llegamos a la cima del Gran Encantat (2748 m)
                                   
Estamos mojados y medio congelados. Entre la niebla tan solo vemos el Petit Encantat y en un momento llegamos a ver muy abajo el lago de Sant Maurici. Sacamos tres o cuatro fotos y descendemos de nuevo al seguro. 


La niebla nos permite un momento de visibilidad sobre Sant Maurici

Petit Encantat (2738 mts)



Dos rápeles nos dejan de nuevo en la pequeña brecha que separa las caras S y N.  El patio ya no nos impresiona tanto, hay que ver como se va acostumbrando uno a la situación. Está todo mojado, y la salida de la brecha para luego hacer un flanqueo a la derecha está un poco resbaladiza.

Preparando el primer rápel






De nuevo en la brecha

Pedro sale primero, dejando pasada la cuerda por el parabolt y nos asegura en una gran roca, dejando una cuerda fija por la que continuamos Rafa y yo con mucho cuidado, ya que aquí está todo muy resbaladizo. Nos reunimos de nuevo y ya, por terreno mucho más fácil descendemos hasta donde hemos dejado la mochila. Justo aquí nos cruzamos con un montañero que se dirige hacia el pico. Nos pregunta por cómo está la ascensión, y enseguida continúa, perdiéndose en la niebla al poco rato. Hace falta estar muy confiado en tus posibilidades para tirar hacia arriba en solitario con esas condiciones climatológicas. En fin, es una reflexión personal. Continuamos ya tranquilos hasta el collado, y descendemos la canal. El resto, con poca historia, poco a poco dejamos atrás los pedregales y retomamos el sendero que ahora se nos hace muy placentero. 

Ya en la vertiente sur. Aseguramos la travesía desde la brecha

Alcanzamos el sendero y acaban las dificultades

Hacia el collado dels Encantats

Atrás queda el Gran Encantat

Descendemos el canalón...

...y alcanzamos la Valleta Seca

Volviendo hacia Sant Maurici

El último tramo, por bosque, es una maravilla

Cruzando el barranco previo al Refugio

Ya cerca del refugio de Mallafré nos cruzamos con algunos grupos de turistas. Llegamos al parquin de los taxis y sin ninguna demora nos metemos en uno de ellos y para abajo. En un momento determinado, el conductor reclama nuestra atención sobre un grupo de gamos que pastan ajenos a nuestra presencia. Poco más tarde estamos tomando unas cervezas en una terraza en el bonito pueblo de Espot. Una buena ascensión, como dice alguno, fácil pero con algo de pimienta. La verdad es que no es difícil, y con un buen sol, seguro que se disfruta. Ahora bien, como te caigas sin estar asegurado…no paras hasta abajo.

21 Agosto 2025. Rafa, Pedro, Enrique

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