Gabardiella (1695 mts)

La ruta seguida vista desde el pico del Águila

La previsión de la meteo para el fin de semana en el Pirineo es penosa: lluvia, nieve, tormentas ... Decidido, vamos a Guara. Intentaremos Fragineto desde Nocito por el barranco de la Pillera.

Caserío deshabitado de Lúsera

En el embalse de Arguís tomamos la antigua carretera de Monrepós. Se ve todo muy mojado, incluso algo antes de llegar al túnel de la Manzanera vemos a nuestra izquierda una imponente torrentera. Tomamos el desvío hacia Belsué. 

El puente de Lúsera marca el comienzo

Todo está precioso, con nubes a media ladera que dan al paisaje tintes más otoñales que primaverales. 
Nos sorprende ver el embalse bastante lleno, y al cruzar el río Flumen observamos que lleva un fuerte caudal. Empezamos a pensar en Fragineto, y en los numerosos vadeos del barranco de la Pillera. La cosa no pinta bien y decidimos parar junto al desvío de Lúsera. 

Barranco de Carruaca

Casualmente junto a un letrero que publicita una excursión por los desfiladeros de Cienfuens y una señal que indica Gabardiella, a 3 h., 45 min. En dos segundos hemos cambiado de intención. Nos vamos a Gabardiella. 

Senda por el bosque

Nada más pasar el desvío de Lúsera, encontramos a nuestra derecha el puente que cruza el torrente. Unos letreros informan de las rutas a seguir. Es nuestro punto de partida. Cruzamos el puente y giramos a la derecha, llegando enseguida a la orilla del embalse de Belsué. 




El sendero toma dirección sur, atravesando un bosque de pinos que rebosa humedad (se nota que la noche ha sido lluviosa). A nuestra derecha el recogido embalse con sus aguas azul verdoso. Al fondo el Pico del Aguila con sus antenas se recorta contra los nubarrones. 

El pico del Águila se refleja en el embalse de Belsué

El camino llanea junto al embalse hasta llegar a la presa, perfectamente integrada en el paisaje. Esta fue construida en 1931 para represar las aguas del Flumen, aunque enseguida se vio que el terreno poroso sobre el que se asienta el vaso perdía el agua a raudales, por lo que hubo que construir otra presa algo más abajo, la de Cienfuens, que recogía la pérdida de aguas del embalse de Belsué. 

Presa de Belsué

Aún así, estos pantanos se secan frecuentemente, y sólo en épocas de lluvia se suelen ver medianamente llenos. Esta vez hemos tenido suerte, ya que lleva varios días lloviendo y ahora los podemos ver rebosantes. Pasado la presa de Belsué, llegamos al desfiladero de Cienfuens, donde se aloja el escueto embalse del mismo nombre. El paisaje ha cambiado. Ahora ganamos altura sobre las verdes aguas, a la vez que tenemos enfrente un enorme murallón calizo, por el que a media altura discurre un atrevido camino. Poco antes de llegar a la altura de la presa, giramos ya hacia el Este, penetrando en un tupido bosque de pinos, robles, acebos, y mucho musgo. El  entorno es  digno de latitudes más altas, pero la sierra de Guara tiene estos encantos. 

Río Flumen y embalse de Cienfuens 

Ahora empieza la verdadera subida

Acantilados de Cienfuens

Bosque musgoso en Guara, toda una una sorpresa

La pendiente se acentúa y ya vemos a lo lejos el collado de Paúles (1322 mts). Poco a poco el bosque va desapareciendo dando paso a la vasta llanura de hierba y erizones que forma el collado citado.

El vasto collado de Paúles lleno de erizones 

Los desvíos siempre bien señalizados

collado de Paúles hacia el Águila

Un pequeño descanso y continuamos la marcha, pues aún nos queda un buen trecho. Dejamos la pista que sale hacia el Este, dirección Santa Eulalia, y giramos al Norte, hacia un pequeño collado que alcanzamos enseguida (1417 mts).

Larguísima loma de Gabardiella

Dejamos el collado

Aquí empieza la larguísima loma que conduce al pico de Gabardiella. El camino es muy claro, ya que fue limpiado en 2011. Simplemente va siguiendo toda la cresta, al tiempo que vamos dejando atrás la cota 1583 mts., el pico de Luna (1657 mts), de donde sale la senda que desciende directamente al puente de Lúsera, y parece ser que perfectamente señalizada, lo que nos tranquiliza bastante, ya que descender otra vez por el camino de ida hubiera sido muy, muy largo. Una penúltima cota o antecima de similar altura al Pico de Luna, y por fin la ansiada cima de Gabardiella (1695 mts). La vista es inconmensurable. Al norte la visibilidad es muy reducida por la abundante nubosidad, pero hacia el este, Nocito, el Tozal de Guara que se eleva 400 mts por encima de nosotros. Delante de él, Fragineto, con sus originales canales que caen sobre el desfiladero del Guatizalema, que apenas vemos brillar entre la espesura del bosque abajo a nuestros pies.

Guara, Corcurezo, Fragineto, Montidinera, Boron

Huevo de San Cosme y Borón

Mallos de Liguerri y Hoya de Huesca

Estas últimas lluvias han reverdecido Guara en todo su esplendor

Hacia el Pico Luna, primera cota

Curioso altiplano sobre los acantilados de Cienfuens

Al norte distinguimos cómo llueve en todo el Sobrarbe y la Ribagorza

Hacia la derecha, collado de Paúles, de donde venimos

Después de pisar cima, volveremos aquí para iniciar la bajada 

Toda la cara Este forma cortados hacia la vertiente del Guatizalema

seguimos por la cresta

Borón y mallos de Liguerri

Aún alcanzamos a ver el embalse de Vadiello

Llegando a la cima

¡Por fín!

Guara y el cordal Corcurezo-Fragineto

Hay un buzón en un bote de colacao

Más al sur, los Mallos de Ligüerre, el Huevo de San Cosme, Borón, etc. La Hoya de Huesca, la Sotonera….Al oeste, y coronado por unos preocupantes nubarrones, Gratal y el Pico del Aguila. Hemos tardado cuatro horas y cuarto en ascender hasta aquí. 

Emprendemos el regreso por el mismo camino

La cresta es larga, larga

estos postes marcan el camino

Después de comer algo empezamos el descenso. Primero desandando hasta el pico de Luna, y desde aquí, siguiendo una senda perfectamente balizada con postes, nos dejamos caer hacia el Norte a través de un bosque de pinos alternando con bonitos praderíos. 

Volvemos por el bosque

Al final la senda se confunde con el torrente

Pero ya no tiene pérdida

Poco después los bojes sustituyen a los árboles y ya divisamos enfrente el caserío abandonado de Lúsera, en el que destaca su restaurada iglesia. A nuestra izquierda quedan las ruinas de lo que debió ser un refugio de pastores o una paridera, mientras que continuamos siempre con la referencia del pueblo, nuestro implacable descenso. 


Por fin llegamos al río que corre paralelo a la carretera  de Nocito. Ahora simplemente se trata de recorrer unos cientos de metros en el sentido de la corriente hasta llegar al Puente de Lúsera. Este último tramo es algo confuso, ya que a trechos el sendero va por el mismo cauce del río. En total hemos invertido algo más de 7 h. (descansos incluidos) y hemos salvado un desnivel acumulado de 1050 mts.

5 Mayo 2012. Fernán, Rafa, Enrique