Las previsiones meteorológicas no son muy buenas, “Winter is coming”, desplome de las temperaturas, viento, precipitaciones, aun así ponemos el despertador a las 7 y nos arriesgamos a salir, creemos que en el prepirineo no habrá llovido mucho por la noche.
Algo no muy largo y que nos sirva para retomar el contacto con las rocas: Peña Rueba, ascenso por Vía Ferrata Varella Portillo y bajada por Vía Ferrata Mallo de la Mora.
Pasado Murillo de Gallego tomamos una pista que nos dejará a los pies del macizo. Aparcamos poco antes del primer depósito de agua ya que el terreno se estropea y llevamos un turismo no apto para sobresaltos. (quizás la pista que va desde Agüero esté mejor, pues vemos más coches)
Comenzamos sobre las 10.20 siguiendo la pista para luego desviarnos por un sendero que sale a la derecha.
Casi llegando a las paredes hay una bifurcación y nos vamos hacia la izquierda. La aproximación a la vía ferrata Varella Portillo nos cuesta más o menos 1 hora y cuarto, 400 metros de desnivel positivos.
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Pasaremos a la izquierda de la pared |
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Estamos en la cara O. de Peña Ruaba. Vemos ya el espolón vertical que escalaremos |
A los pies de la vía nos encontramos a unos franceses que van sin equipar, al final deciden subir y bajar por el mismo lado. Nosotros llevamos disipadores.
Esta vía ferrata no tiene mucha dificultad, nivel 3. Va equipada de sirgas, algunas cadenas y grapas, más bien escasas, pero la pared tiene muchas presas, por lo que se sube sin ningún problema trepando. Aún así conviene ir con ojo, ya que el vacío que se va abriendo a nuestros pies empieza a ser importante.
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Comienzo de la vía |
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El primer tramo es muy vertical |
Después del tramo vertical viene un trozo de cresteo, siempre con sirga, de la que el cierzo se empeña en arrancarnos. Buff. La cima la tenemos ya casi. La vista sobre Riglos y el valle del Gállego es fantástica.
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Cresteo fácil hacia la cima |
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Vista hacia el embalse de La Peña |
Comemos un plátano en la cima y no perdemos más tiempo, el viento es brutal.
Descendemos un poco y enseguida encontramos sirgas que indican el comienzo (o final) de la otra vía ferrata, Mallo de la Mora. Hay sirgas y cadenas que las usamos para bajar tipo rapel, unos con mejor estilo que otros, pero lo importante es descender seguros. Hay varias reuniones para rapel, pero no llevamos cuerda.
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En la cima. Al fondo Mallos de Riglos |
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Mallos de Agüero |
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Empezamos el descenso. Al fondo Murillo de Gállego |
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Descenso por la Ferrata Sur o del Mallo de la Mora |
Después del primer tramo llegamos a un collado y subimos mi padre y yo a un mallo secundario, que también tiene sirga hasta la cima, para ver las vistas hacia Riglos. Mientras tanto Rafa nos saca unas fotos espectaculares.
Bajamos y continúa la ferrata descendiendo en diagonal hasta los pies las vías de escalada. Pese al frío la gente no se ha quedado en casa y vemos un par de grupos por las paredes, eso ya son palabras mayores.
Poco después nos encontramos con el sendero principal en el que hemos estado unas horas antes. Regresamos a la pista y poco después llegamos al coche.
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La ferrata continúa un buen trecho todavía |
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Pasamos al pie de la pared Sur, donde divisamos alguna cordada |
Ha sido una jornada agradable. Una ferrata de las que hay que ganársela, es toda una excursión (unos 600 mts de desnivel acumulado). Reponemos fuerzas en Murillo con unos huevos fritos con jamón que nos saben a gloria y hablamos de planes futuros y del regreso a las mañanas en Morata, por mi parte 9 años después…
Para finalizar paramos en el embalse de la Peña para dar un ''muy fresco'' paseo hasta la vía del tren, curiosamente justo pasa el Tamagochi cuando estamos allí.
27 octubre 2018. Rafa, Enrique, Marta
Hola.
ResponderEliminarElegisteis muy bien el día para hacer esta circular a la Peña Rueba, porque esa zona con calor es una auténtica caldera.
El conjunto de las dos vías ferratas y el cresteo, es una actividad que siendo sencilla, es bastante atractiva, con muy buenas vistas, aunque yo no subiría sin equipar ya que el patio es muy grande.
Un saludo.