Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2019-01-09

Chipeta (2175 mts)

Vertiente NE de Chipeta
Un año más nos reunimos para realizar la clásica navideña. Esta temporada, la zona escogida es el valle de Oza, y la idea es la ascensión del Pico Chipeta, un pico de 2175 mts que junto con sus vecinos del norte Petraficha y Quimboa forman la divisoria que separa los valles de Oza y Zuriza. Nos encontramos en la zona más occidental del pirineo aragonés, donde generalmente las nevadas son generosas, pero este atípico comienzo del invierno nos ha dejado muy poca nieve, dejando un paisaje al que no estamos muy acostumbrados. Dejamos el coche junto al refugio de La Mina y tomamos la senda PR que une Oza con Zuriza por el collado de Petraficha.
El itinerario se dirige al oeste, donde la proa de Chipeta cae en vertical sobre la Selva de Oza. Unas plácidas pendientes herbosas marcan la primera parte de la ruta que enseguida se eleva sobre la margen derecha del barranco de Acherito. Dejamos atrás la desvencijada cabaña del Sabucar, en cuya proximidad pastan tranquilamente unos caballos. El camino traza una línea directa hacia el collado de Petraficha, al tiempo que se acerca a la muralla norte del Chipeta. Un contrafuerte que desciende del Pico Petraficha, el mallo de Ferrerías,  nos separa ya del valle de Acherito, donde destacan las moles de Petrechema, Acherito y picos de la Gorreta, y enfilamos ya directamente hacia el collado.
La proa de Chipeta, bien visible desde el comienzo

Relax

Cabaña del Sabucar

Picos de la Gorreta y Chinebral de Gamueta

Dejamos el valle de Acherito a  nuestra derecha y vamos hacia el collado de Petraficha
La nieve hace ya aparición en este valle que permanece prácticamente todo el día en sombra. No hay mucho espesor, pero está dura como una piedra, así que hacemos un pequeño descanso para comer algo y nos ponemos los crampones. Una empinada rampa helada nos deja en el collado, bañado por el sol. A nuestra derecha se eleva desafiante la mole de Petraficha. A nuestra izquierda la loma que avanza sin final hacia el sur. Es el Chipeta


Paramos a poner crampones. Poca nieve pero dura

Los primos

Sarrios

Rampas de nieve dura hacia el collado, que está más a la derecha 

Ultimos metros

Carli y Pau en el collado. Al fondo cubeta del ibón de Acherito
 Abandonamos el sendero balizado que desciende hacia Tacheras y abordamos a la izquierda la monótona loma que nos separa de la cima. Son doscientos metros de desnivel, pero muy, muy largos. Tan sólo, la esbeltez de la sierra de Alanos nos libra algo de la monotonía. Por fin llegamos a la cima, donde nos espera Marta, que se había adelantado.  Desde aquí tenemos una vista circular espectacular, ampliándose al este con Castillo de Acher, Bisaurín y los primeros tresmiles de la cordillera. Oza, a nuestros pies, con un auténtico precipicio de por medio. El sol del invierno, mantiene los Alanos en permanente penumbra, mientras nosotros llevamos un buen rato sudando de lo lindo. Vaya día nos ha regalado este timorato invierno.
La mole del Petraficha (2185 mts)

Cresta de Alanos y valle de Zuriza. Al fondo asoma Peña Ezcaurre


Zoom al ibón de Acherito, todavía líquido.

La cima todavía lejos

Valle de Aguas Tuertas. A la derecha Selva de Oza y Castillo de Acher

Marta, Carli, Pau, Fernán, Enrique, Josan

Acherito, Petrechema, Mesa de los Tres Reyes

Castillo de Acher, Bisaurin, Agüerri

Josan nos hace esta foto de familia
La idea inicial era descender hacia el collado de Estriviella, pero debido a lo avanzado de la jornada, y que el itinerario es considerablemente más largo, ya que además nos dejaría en la entrada del Valle de Oza, justo en el campin, por lo que deberíamos recorrer tres kilómetros adicionales hasta el coche, decidimos descender por el mismo lugar. 
La interminable loma la descendemos en un periquete, plantándonos de nuevo en el collado, desde donde tenemos la última vista de los bonitos Alanos. 
Desdendemos. Al fondo Quimboa Bajo

Collado de Petraficha
 Nuevamente descendemos el empinado nevero y tras deshacernos de los crampones , nos deslizamos valle abajo. 
Esta última parte por los praderíos con las fantásticas vistas hacia el circo de Acherito a la izquierda y el Castillo de Acher al frente resulta de lo más relajante. Una señal nos indica la cercanía de los dólmenes de Ferrerías. Aún tenemos ganas de recorrer unos metros en busca de los monumentos megalíticos, pero sin conseguir llegar a ellos.


Crampones fuera
Paisaje patagónico. Agujas de Ansabère
Mallo de Acherito

 La manada de caballos junto a la vetusta cabaña de Sabucar  precide la cercanía de nuestra meta. Los últimos rayos de sol bañan las lejanas cumbres fronterizas de Acué y Arlet por encima de los llanos de Aguas Tuertas que intuímos sin llegar a ver.

Ya casi llegando al coche
 Un año más hemos cumplido con la Clásica Navideña. El lugar, acertado, aunque hubiéramos pedido algo más de nieve. Es una pena que esté todo tan pelado a estas alturas, pero es lo que hay.

Ultimas luces sobre Chipeta, desde el campin de Oza

Deseamos un feliz 2019 para todos los que nos acompañan en nuestras salidas, y para todos los seguidores de este humilde blog.

26 diciembre 2018 Carli, Pau, Josan, Fernán, Marta, Enrique





2 comentarios:

  1. Hola.

    Esta es una zona que siempre que he ido en invierno, ha estado menos innivada que en el resto de los pirineos. La última vez que fui en invierno hicimos el Petraficha y Quimboa alto que queda al lado y es fácil de coronar; nos quedamos con las ganas de subir al Chipeta.

    Un saludo

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  2. Hola Eduardo. Pues lo que dices de la innivación es extraño, ya que la mayoría de los frentes entran por el oeste, y en esta zona todavía tienen mucha influencia marítima, mientras que hacia el este van perdiendo eficacia. Lo que está claro es que son montañas no muy altas, y eso también se nota. Nosotros hace años estuvimos en Quimboa, y también en Anzotiello. Es una zona muy bonita.
    Un saludo

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