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Cañón de Añisclo, visto desde la Faja de las Olas |
En 1979 dos de nosotros (Enrique y Carli, en compañía de Toño) estuvimos recorriendo el Cañón de Añisclo. Éramos jóvenes con pocos recursos, y no teníamos coche. El transporte público nos acercaba algo, pero no nos llevaba hasta allí. Así que cogimos el Canfranero desde Zaragoza a Sabiñánigo, y aquí el autobús de la Hispano Tensina hasta Biescas, donde hicimos autostop hasta Ordesa. Tras recorrer el valle del Arazas llegamos a Góriz, donde montamos la tienda. El día siguiente subimos a Monte Perdido, y al otro emprendimos el regreso hacia las tierras bajas, pero ahora pasando por Añisclo. No teníamos mucha información de la ruta; de hecho, sólo la escasa que aparecía en la guía Olivier, y la poca que nos dio el guarda del refugio. Así que saliendo de Góriz subimos hasta el collado Arrablo, para desde aquí bajar por el barranco de la Fon Blanca hasta el Cañón de Añisclo, que fuimos siguiendo por camino primero mediocre, incluyendo algún vadeo del Bellós, aunque mejorando después hasta llegar a San Úrbez, y aquí vivaqueamos. Hay que recordar que por aquel entonces la zona no era parque nacional, e incluso se hablaba de hacer un pantano en Añisclo! Desde luego, había otra sensibilidad ambiental en aquel tiempo… A la mañana siguiente recorrimos andando los 13 km de la carretera que, con buenas vistas sobre el río, discurre sobre el río Bellós por el desfiladero de las Cambras hasta Escalona. Y nuevo autostop y autobús de línea hasta Zaragoza.
En 2019, más mayores y con más recursos nos planteamos revivir aquella ruta, aunque con nueva compañía y con algunas variantes. Tenemos menos tiempo que entonces, así que para acercarnos a la zona escogemos la opción del autobús de los miradores de Ordesa, que nos transportará rápidamente desde Nerín hasta las alturas del Cañón del Arazas. El recorrido nos permitirá visitar, a lo largo de una sola y apretada jornada, tres de los cuatro valles principales que conforman el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Primero, desde lo alto, Ordesa. Después, por la vía de las repisas, atravesaremos desde el Cuello Arrablo hasta el Cuello Añisclo. Desde aquí avistaremos brevemente el valle de Pineta. Y luego, la porción más larga, bajaremos el Cañón de Añisclo hasta San Úrbez.
Cogemos el bus, que en media hora nos sube desde Nerín hasta una altura de 2170 m.
A las 8 y cuarto de la mañana ya estamos cerca de la Brecha de Arazas, en el Mirador de Cierracils, con sus excelentes vistas sobre el fondo del valle del Arazas y el circo de Soaso, todavía oscuros, y las Tres Sorores y la Sierra de Tendeñera, ya iluminadas por el primer sol del día… No estamos solos, de momento nos acompaña un grupo numeroso de personas, viajeros del autobús como nosotros. Vamos siguiendo el camino que mantiene altura sobre el cañón de Ordesa y va faldeando primero el Pueyo de Mondicieto, y después la Sierra Custodia. Andamos rápido, pero no podemos evitar ir parando para las fotos de rigor. Las vistas, siempre extraordinarias, van cambiando poco a poco. Se van añadiendo la Faja de Pelay, las paredes de Mondarruego, Tozal del Mallo y Gallinero y la Fraucata. Al pasar por Cuello Gordo, entre Mondicieto y Custodia, la visión se abre hacia el sureste y nos permite contemplar Cotiella, Peña Montañesa y el Castillo Mayor. Un buen rebaño de ovejas pasta en las mesetas superiores de Añisclo, cuya hendidura se adivina bajo los Sestrales; en toda esta zona hay pastos que aprovecha el ganado del valle de Vió. Nos fijamos en la Cola de Caballo, al fondo de Soaso; qué poca agua baja! Hace unas semanas los lectores del diario The Guardian la han proclamado la cascada más bonita del mundo… no sé si la decisión sería la misma si la vieran ahora… Después de una hora larga de marcha la mayor parte del grupo que nos acompaña sigue hacia Góriz e imaginamos que después hacia el Perdido, y muchas menos personas nos desviamos hacia la derecha, hacia el Collado Arrablo, en el que nos plantamos una hora y media después de dejar el autobús.
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Circo de Soaso y Tres Sorores |
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Ovejas en Cuello Gordo. Al fondo Sestrales y Peña Montañesa |
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Muralla de la Fraucata |
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La Cola de Caballo, bajo mínimos |
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Taillón, Casco y Torre de Marboré |
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En las proximidades del Collado de Arrablo, últimas vistas de Ordesa |
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Collado de Arrablo o Superior de Góriz. |
En el Cuello Arrablo, o Collado Superior de Góriz, a 2350 m, tenemos dos opciones. Una es la que utilizamos hace 40 años, y que baja directamente al fondo de Añisclo por el barranco de la Fon Blanca. La otra, la que seguiremos ahora, toma la llamada ruta de las repisas y nos llevará hasta el Collado Añisclo mediante un recorrido aéreo y espectacular de unas 3 horas por las faldas del Soum de Ramond y de la Punta de las Olas. Ambas posibilidades son variantes del sendero GR11 que atraviesa el Pirineo de mar a mar, y por tanto mantienen la clásica señalización blanca y roja.
Desde el mismo Cuello Arrablo subimos por una amplia loma que poco a poco, y salvando varios resaltes, va ganando sucesivas repisas por las que vamos avanzando en dirección este. La faja por la que discurrimos se va estrechando y asciende hasta unos 2750 m, que será la cota máxima de nuestra excursión. A esta altura encontramos, marcado con mojones, el desvío que a nuestra izquierda sube por la pedrera hacia la Punta de las Olas. Hacia el este, en contraluz, destacan los relieves de Cotiella, Peña Montañesa y Castillo Mayor. Pero durante esta parte de la ruta el paisaje está siempre dominado, al sur, por la tremenda grieta del Cañón de Añisclo, excavado por el río Bellós entre mesetas que desde aquí parecen casi horizontales. Los paredones de Sestrales y Mondoto, al fondo, se elevan más de mil metros sobre el fondo del Cañón. El Cañón es omnipresente, pero no nos cansamos de mirarlo; yo diría que estamos ante una de las vistas más subyugantes del Pirineo.
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Cara Sur del Soum de Ramond |
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Primera vista del Cañón de Añisclo |
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Camino hacia la Faja de las Olas (Vía de las Repisas). Detrás queda el Morrón de Arrablo |
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Incomparable |
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Vistas extensas. Macizo de Cotiella |
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Aquí la faja gira al Norte. Abandonamos la ruta a la Punta de las Olas. Al fondo Soum de Ramond |
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Nuevas vistas: La Munia y Robiñera. A lo lejos se ve la continuación de la Faja |
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Tras la escotadura del Cañón, Las Tres Marías |
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Castillo Mayor y Peña Montañesa. Se adivina al fondo el valle del Cinca |
La verdad es que el camino no tiene complicaciones técnicas, y las marcas y mojones ayudan a seguirlo fácilmente; pero la faja que recorremos está colgada en la pared, los abismos son impresionantes y, para la spersonas con vértigo, como es mi caso, el ambiente sobrecoge a ratos. Desde luego no es una ruta recomendable cuando hay nieve o lluvia (ya lo advierte el cartel indicador del Parque Nacional en Cuello Arrablo).
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Seguimos por la Faja |
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Zoom al Collado de Añisclo, nuestra siguiente meta |
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Carli, Marta, y por detrás La Suca |
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Desde otra perspectiva vemos el camino de regreso, muuuuy largo |
Enseguida llegamos al Paso de las cadenas; la faja que seguimos se corta acabando en un canalón pedregoso que permite subir unos metros para alcanzar una faja superior por la que continúa la ruta, y las cadenas nos ayudan en esa breve paso por la roca que, afortunadamente, no tiene exposición al vacío. A partir de aquí la nueva faja que seguiremos ya desciende suavemente, sin discontinuidades y sin mayor problema, pegada a las paredes orientales de la Punta de las Olas hacia la hierba amable del amplio collado de Añisclo (2450 m).
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Paso de las Cadenas. Corto y facilón |
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Una sirga asegura el paso por estas losas blancas inclinadas |
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Acabadas las dificultades, continuamos por la repisa hasta el collado |
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Vista atrás |
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Poco antes del collado, vemos ya el valle de Pineta. Peña Blanca y La Munia |
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Punta del Valle (2501 mts) |
En la Punta del Valle (2501 m), entre las dos partes en que se divide el collado de Añisclo, hacemos una buena parada.Llevamos unas cuatro horas y media de camino. Comemos y admiramos nuevos paisajes. El fondo de Pineta, su Balcón, los Astazus, las Tres Marías, La Larri. Ganamos perspectiva sobre la vertiente oriental del macizo del Perdido: Soum de Ramond, Esparrets, Baudrimones… ¡Cuántos paisajes distintos en esta gran excursión!
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Cabacera del Valle de Añisclo. Morfología glaciar |
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Valle de Pineta |
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Un gran equipo. Carli, Manuela, Enrique, Kuka, Pedro y Marta |
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Descanso en la Punta del Valle. Al fondo, Balcón de Pineta y Astazus |
Tenemos que pensar en bajar ya. Las reseñas de subida hasta aquí desde San Úrbez indican 6 horas de camino, así que pensamos que al menos cinco horas de bajada no nos las quita nadie. El primer tramo es el más pendiente. El camino baja rápido desde los 2450 m del collado hasta los 1700 de la Fon Blanca, entre pedreras y zonas herbosas. La cabecera del valle, de origen glaciar, es relativamente ancha y se abre entre las murallas de la Suca, al este, y de la Punta de las Olas, al oeste.
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Empezamos el descenso, bajo la muralla de La Suca |
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Desde la izda, Punta de las Olas, Soum de Ramond, Perdido, Baudrimont, Esparrets |
Al llegar a la Fon Blanca ya comienza el tramo no glaciar del valle. Sobre nuestras cabezas la surgencia de la Fon Blanca está raquítica, ¡qué verano tan seco estamos sufriendo!
Un pequeño descanso junto al río nos permite refrescarnos y tomar un respiro antes de continuar el largo descenso.
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Al fondo vemos la confluencia con el barranco de la Fon Blanca |
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Atrás queda ya el collado de Añisclo |
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En la Fon Blanca, aprovechamos para refrescarnos |
A partir de la Fon Blanca la bajada, que continúa por el margen izquierdo, ya es mucho más suave y el valle empieza a vestirse de vegetación; vamos perdiendo con mucha lentitud los 800 m de desnivel que aún nos quedan hasta San Úrbez, e incluso nos sorprenden de vez en cuando algunos fatigosos tramos de subida. El cañón se estrecha considerablemente. Dejamos a la izquierda el desvío que asciende hacia las cornisas orientales de Añisclo, San Vicenda y Cuello Viceto, que nos permitiría acercarnos a la garganta de Escuaín. Vemos a la derecha la angosta desembocadura del barranco de Capradiza. Cruzamos el río por un puente y cambiamos de orilla
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Barranco de Capradiza |
Ahora nos mantendremos en el lado derecho del cauce hasta casi el final de la excursión. Atravesamos preciosos bosques de hayas, algunas de un tamaño verdaderamente remarcable; dentro de unas semanas, con el otoño en su apogeo, esto estará espectacular! Pasamos por los llanos de la Ripareta y continuamos bajando. La vegetación esconde el fondo del cañón y el río, sobre el que aún vamos bastante elevados, pero algunos miradores estratégicos permiten asomadas fantásticas sobre el Bellós y descubrir sus aguas verdosas. Después de cinco horas largas, contando algunas breves paradas, pasamos el puente de San Úrbez y llegamos al parquin, donde una amable conductora nos acerca a Nerín y podemos recuperar nuestros coches.
Más de once horas de recorrido en total. Cansados, pero muy contentos. Una ruta espectacular que nos ha permitido ver desde las alturas algunos lugares señeros del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y disfrutar de los paisajes modelados sobre la roca caliza por la acción del agua y el hielo de los glaciares cuaternarios. Gracias, Pedro, por habernos convencido para hacer esta excursión tal como la hizo Patrice de Bellefon. De lo mejor del Pirineo
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Julio 1979. Monte Perdido. Posteriormente descenderíamos por Fon Blanca y Cañón de Añisclo (Enrique, Toño, Carli) |
7 de septiembre de 2019. Marta, Kuka, Manuela, Pedro, Enrique, Carli
Hola.
ResponderEliminarQue maravilla de recorrido, es de los que se disfrutan de principio a fin, y sin necesidad de tener que hacer ninguna cima.
La vuelta remontando el cañón de Añisclo aunque bonita, es muy larga! yo alguna vez he pensado en hacerlo, pero bajando por los Sestrales, que se que hay un paso, no se si será el que dices que sube a Cuello Viceto.
Un saludo
Un saludo
Hola Eduardo. Desde luego el recorrido que hicimos nosotros es espectacular, y largo. Efectivamente, desde Bestué parte una pista hacia San Vicenda, y desde allí puedes bajar al Cañón. Pero no me parece que sea un recorrido muy corto. De todas formas, la visita por un lado o por otro merece la pena.
EliminarUn saludo
Preciosa ruta y más con los recuerdos de aquella que comentas de hace 40 años (bonita también esa foto de cierre, seguro que os recuerda vivencias pasadas con nostalgia). Cómo ha cambiado todo...Salud y montaña para todos!
ResponderEliminarGracias por tu comentario, David. Realmente es de los recorridos que te dejan muy buen sabor de boca. El cansancio se olvida enseguida. Yo, ahora, pienso en volver a repetirlo más adelante.
EliminarUn saludo