Hay lugares en el Pirineo que deberían ser de visita obligada por cualquier montañero. Son montañas que marcan la diferencia. Una de ellas, por lo menos así considerada por mí, es el Vignemale, y más concretamente la vista desde el refugio de Les Oulettes hacia la cara norte. Creo que estaremos de acuerdo que la imagen de los paredones elevándose en vertical un millar de metros sobre el llano donde se asienta el refugio es de lo más. Y si además hemos podido disfrutar de algún libro de los que narran las aventuras de los primeros pirineístas en estas paredes, pues mejor que mejor.
Así las cosas, hace tiempo que le daba vueltas a la idea de hacer la vuelta al Vignemale. Por fin se alinearon los planetas y me encuentro en el parquin de Bujaruelo con mis hermanos Carli y Fernán. La pena es que Rafa, que hasta última hora había sido coorganizador de la excursión, no puede venir por un inoportuno esguince en el pie. Una pena.
Partimos del mesón de Bujaruelo y tras cruzar el puente románico tomamos un sendero a la izquierda. Ascendemos suavemente por la margen izquierda del valle del Ara.
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Puente románico. La mayoría de itinerarios parten de este punto |
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Al principio, el itinerario atraviesa bonitas praderas y bosques |
El Ara es posiblemente el único gran río pirenaico sin regular en sus 70 km desde que nace al sur del Pico Alphonse Meillón hasta su desembocadura en Aínsa, donde se funde con el Cinca. En el alto valle del Ara, que recorremos íntegramente desde Bujaruelo hasta su nacimiento, en 14 km de recorrido no hay ningún núcleo habitado, tan sólo las cabañas de Ordiso y Cerbillonar, las cuales vamos dejando atrás en nuestra larga ascensión. Encima de esta segunda se eleva la cara española del Vignemale o Comachibosa, que le dicen en Aragón. Hace años, con Pedro realicé por esta vertiente salvaje una super ascensión al Cerbillona a través del corredor de la Moskowa, itinerario por donde se realizó la primera ascensión documentada a la Pique Longe de Vignemale. |
El macizo de Vignemale ya se hace visible, aunque todavía muy lejano
| Cabaña de Cerbillona
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El circo del Ara es grandioso, con cumbres bellísimas pero quizás poco conocidas, dada la gran distancia que la separa de las bases a este lado de la frontera. Destacan el Pico Neberas, el Grand Pic d’Arratile, el Pic d’Alphonse Meillon, la cresta Chabarrou, nombres que habíamos visto en los mapas, allí donde parece acabar todo, y por fin les poníamos cara. |
Vista atrás. Sobre la margen derecha del valle aparecen cumbres del Balneario de Panticosa |
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Poco antes de llegar al Circo. Pico de las Neveras y Gran Pic d'Arratile |
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Circo del Ara. Pic Alphonse Meillon y cresta Chabarrou |
A la derecha del circo y ya en fuerte pendiente alcanzamos otro punto muchas veces escuchado pero también desconocido, el Puerto de Los Mulos, collado fronterizo desde donde ya se intuye el emplazamiento del refugio de Les Oulettes de Gaube, y comienza la visión de la cara Norte del Vignemale. |
Desde la cabecera del Ara subimos hacia el Puerto de los Mulos |
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Puerto de los Mulos (2645 mts) |
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Primeras vistas de la cara norte del Vignemale |
Algo más de 400 metros de fuerte descenso nos sitúan en la llanura donde se ubica el refugio. Muchas veces hemos visto esta imagen en fotos, ya que como he dicho es un icono del Pirineo, pero estar al pie de estas montañas es otra historia. La vista desde el refugio es espectacular. En el refugio había bastante gente para ser un día laboral, pero la atención fue fabulosa, las guardas, dos chicas muy amables, nos sirvieron una cena estupenda que fue el remate a la bonita jornada que ya finalizaba. Las últimas luces sobre la muralla del Vignemale coincidieron prácticamente con el toque de silencio y el apagado general de luces. |
Sin comentarios |
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Llegando al refugio de Les Oulettes de Gaube |
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Desde la terraza del refugio |
A la mañana siguiente, tras el desayuno empezamos a caminar en dirección sur por un trillado camino hacia la Hourquette de Ossoue, pero mientras caminábamos la luz del amanecer iba tiñendo en un dorado increíble todas las cumbres, primero la parte más alta, y luego descendiendo hacia abajo. Nos hartamos de hacer fotos. Total que así de entretenidos, superamos los más de 600 mts que nos separaban del collado, desde donde ya asoma muy cercano el refugio de Baysellance.
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Primeros rayos de sol sobre La Pique Longue |
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Hacia el oeste, Pic d'Ossoue, Puerto de los Mulos y Chabarroud |
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Cerca de la Hourquette d'Ossoue. Rampa al Petit Vignemale |
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Cara Norte y glaciar del Petit Vignemale |
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Desde la Hourquette d'Ossoue, refugio de Bayssellance |
Hacemos un alto en nuestra ruta circular para acercarnos al Petit Vignemale, una cumbre bastante frecuentada como podemos ver, y de muy fácil acceso. Dejamos las mochilas en el collado y emprendemos la subida por una rampa de 300 mts de desnivel que nos deja en la cima (3032 mts). La vista es impactante: el coll de Glaciers a nuestros pies, la Aguille de Glaciers, bajo la cual una cordada prepara el ascenso. En fin, un paisaje grandioso, con la N. del Vignemale, por donde discurren emblemáticas vías de escalada, casi al alcance de la mano. Me quedo perplejo de ver el retroceso glaciar, ya que desde aquí apenas se ve la parte inferior de la lengua del glaciar. Yo estuve aquí mismo con Pedro y Rafa en el 2009, y después de ver las fotos de aquella excursión, la diferencia con respecto ahora es abrumadora. Carli, que también estuvo años atrás me comenta lo mismo. En fin, es lo que hay |
Ascendiendo al Petit Vignemale |
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Cima. Enfrente Monferrat, y a la derecha collado Glaciares y arista a la Espalda Chausenque |
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En la cima. Foto sacada por José, el de La Rioja |
Descendemos de nuevo a la horcada y nos acercamos hasta el refugio Bayssellance, , donde hacemos una parada y nos tomamos unas cervezas con sirope de limón que nos sabe a gloria bendita. Allí nos despedimos de José, un riojano con el que hemos compartido la noche anterior y la cima del Petit. El seguirá nuestro itinerario, pero aún se queda a dormir en Baysellance para hacer la Pique Longue al día siguiente.
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Descendiendo. Al fondo el Valle de Ossoue |
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Tras la Hourquette desaparece la cara norte del Vignemale. Hasta la próxima |
Continuamos ya por el camino en fuerte descenso por todo el valle de Ossoue. Al fondo vemos nuestro siguiente punto de parada, la presa del embalse, siempre a la vista, incluso desde el Petit Vignemale, pero siempre lejano. Se nos hace muy largo, pero al final alcanzamos el llano donde se ubica el embalse y cruzamos al otro lado de la presa, donde nace el sendero que transita todo el valle de La Canau hasta el collado fronterizo de Bernatuara. Pero antes reparamos fuerzas junto a la presa, viendo casi las últimas imágenes del macizo del Vignemale, concretamente la cara E. del Petit Pic. |
Descendiendo, vemos silueteado un paisaje de sobras conocido |
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Al fondo Monferrat |
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Embalse de Ossoue, y últimas vistas de la cara E. del macizo |
Después del largo descenso de 1200 mts desde el Petit Vignemale nos toca ahora una subida por ell valle de Lla Canau. Éste es un ejemplo claro de valle glaciar, con su forma de artesa. Un valle verde, paraíso de las vacas, como muestra la cantidad de ellas que se ven pastando, y con un magnífico sendero que asciende suavemente los casi 500 mts de desnivel que separan la presa del collado de Bernatuara. Es un valle bastante frecuentado por franceses, como podemos comprobar por los grupos que nos cruzamos y que seguramente vienen de visitar el lago fronterizo de Bernatuara. |
Cabaña de Lourdes. Al fondo estribaciones del Tapou |
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Valle de La Canau o de Lourdes |
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Suaves pendientes hacia el collado Bernatura ( a la izda) |
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Llegando al collado de Bernatuara |
La ascensión hasta el collado, a pesar de llevar ya una buena paliza, se nos hace menos dura de lo previsto. Por fin llegamos al collado, al lago, ubicado en un cráter casi perfecto, y tras descender a él y enfilar ya el descenso final a Bujaruelo, aprovechamos para hacer un buen descanso y comer algo. Ya todo bajada, pero ojo, mil metros nos separan todavía del parquin, y alguno va muy tocado. El descenso lo hacemos despacio, ya vemos que llegaremos antes de anochecer, así que nos tomamos nuestro tiempo. Rafa y yo estuvimos hace dos meses en este mismo lugar cuando ascendimos el Pico de Bernatuara desde Bujaruelo. Quién me iba a decir a mí que en tan poco tiempo iba a volver por estos lares…Por lo menos la temperatura de hoy es mucho más llevadera. Los mil metros van cayendo uno a uno, y según lo previsto alcanzamos el fondo del valle, a la altura de las torretas eléctricas. Atravesamos un bosque, el barranco, y enfilamos el último tramo que se nos hace realmente pesado. Pero todo tiene un fin, y poco antes de anochecer alcanzamos la pradera donde se asienta el refugio de Bujaruelo y el parquin.
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Ibón de Bernatuara
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Desde el collado sur del ibón. Todavía nos queda un largo descenso de 1000 mts |
En resumen, una actividad que nos ha dejado muy satisfechos, y algo cansados, ya que en las dos jornadas hemos caminado 39 km con un desnivel positivo acumulado de 2800 mts. Hemos recorrido el valle del Ara hasta su cabecera, dormido al pie de la mítica cara Norte del Vignemale, y como complemento, ascendido al Petit Vignemale, para luego descender por el Valle d'Ossoue y completar el círculo regresando a Bujaruelo por el Valle de La Canau o Lourdes y el ibón de Bernatuara. Experiencia que no creo que olvidemos.
20-21 Septiembre 2022. Fernán, Carli, Enrique
Rodear un macizo emblemático como el Vignemale y deleitarse observando cómo van jugando las luces del atardecer y del amanecer con la cara norte de una montaña mítica como ésta es una experiencia para recordar toda la vida.
ResponderEliminarMontaña mítica. Efectivamente, ver anochecer y amanecer desde el refugio es algo único
Eliminar"Alguno va muy tocado"... Ese era yo. Suerte de ese gel milagroso que me resucitó parcialmente...
ResponderEliminarUn recorrido por la Historia del pirineismo, qué envidia me dais y qué oportunidades puede truncar un esguince de tobillo
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