La Forca Estasen es un modesto pico de poco más de 3000 metros situado en la parte inferior de la mítica cresta de Salenques. Pedro, Rafa y yo comenzamos la marcha en el Plan de Besurta, a 1920 m. de altura. Avanzamos hacia el Este, dejando enseguida a la derecha el sendero al refugio de la Renclusa. Avanzamos mientras amanece por praderas de suave pendiente hasta que llegamos al Forau de Aigualluts. Dejamos a la izquierda la ruta que lleva al valle de la Escaleta, y atravesamos el llano en dirección al torrente de Barrancs. Comenzamos a ascender por la orilla izquierda, aunque Pedro nos advierte que el verdadero itinerario va por la otra orilla. Efectivamente, encontramos algunas dificultades mientras vemos por el otro lado los hitos. Por fin podemos cruzar el torrente, aunque no con pocas dificultades, ya que las piedras en las que nos apoyamos están tapizadas de una fina capa de hielo. Abandonamos el curso del río, puesto que llegar por aquí hasta el ibón de Barrancs, supondría encontrarnos atascados en un inmenso caos de enormes rocas.
Superado este tramo desembocamos en una amplia morrena procedente de la parte más oriental del glaciar de Aneto, y cuya cima la tenemos justo encima de nosotros, al Sur. Los hitos nos llevan ahora hacia el NE, hacia la colladeta de Barrancs (2480 m), desde donde vemos todo el itinerario restante. 100 m. más abajo, a nuestra izquierda tenemos el ibón de Barrancs. A nuestra derecha los contrafuertes que descienden de la Espalda del Aneto. Al fondo, enfrente, la altiva cresta de Salenques, entre el collado del mismo nombre y el Pico Margalida. La colladeta es como una puerta que nos introduce en otro mundo. La altura de estas cumbres, las extensas pedreras, testigos de lo que fueron inmensos glaciares, morrenas perfectas fabricadas por el glaciar en su último empuje en la llamada Pequeña Edad del Hielo, le dan a este paisaje un halo de grandiosidad y de misterio.
Superado este tramo desembocamos en una amplia morrena procedente de la parte más oriental del glaciar de Aneto, y cuya cima la tenemos justo encima de nosotros, al Sur. Los hitos nos llevan ahora hacia el NE, hacia la colladeta de Barrancs (2480 m), desde donde vemos todo el itinerario restante. 100 m. más abajo, a nuestra izquierda tenemos el ibón de Barrancs. A nuestra derecha los contrafuertes que descienden de la Espalda del Aneto. Al fondo, enfrente, la altiva cresta de Salenques, entre el collado del mismo nombre y el Pico Margalida. La colladeta es como una puerta que nos introduce en otro mundo. La altura de estas cumbres, las extensas pedreras, testigos de lo que fueron inmensos glaciares, morrenas perfectas fabricadas por el glaciar en su último empuje en la llamada Pequeña Edad del Hielo, le dan a este paisaje un halo de grandiosidad y de misterio.
Descansamos un rato, mientras Pedro, que este verano ya ha hecho la arista de Salenques con un guía, nos describe el itinerario a seguir. Descendemos de la colladeta hasta la morrena formada por los glaciares de Barrancs y Tempestades. La pedrera es inmensa, pero no se anda mal. Llegamos así a una morrena lateral del glaciar de Tempestades. Esta montaña de bloques es perfecta, adivinándose el empuje del hielo y el consiguiente amontonamiento de piedra.
Por esta loma vamos ascendiendo al mismo tiempo que sentimos entrar en un mundo majestuoso. Yo nunca había visto formaciones glaciares tan “de libro” como en este lugar. La morrena se estrella contra un riñón rocoso que se desprende de la cresta, y que bordeamos por la izquierda hasta alcanzar una especie de terraza bajo la arista por la que podemos avanzar sin ninguna dificultad. Gran profusión de vivacs. Tenemos ya encima de nosotros la cima de la Forca. Descubrimos a la izquierda un canalón por el que ascenderemos. Pedro se ha adelantado y ya lo divisamos en la brecha inmediata a la cumbre. Poco después, y tras una breve trepada nos encontramos los tres en esta irrelevante cima (3028 m), pero con unas vistas espectaculares sobre el macizo más alpino del Pirineo.
Al Este tenemos el valle de Salenques, al Sur los picos de Russell, la cresta de Salenques culminada en el pico Margalida y toda la arista del Pico Tempestades al Aneto. Pedro nos comenta que estuvo aquí, aunque unos metros más al sur cuando hizo la arista, y no descubrió cuál era la cima de la Forca Estasen. La verdad es que apenas llega a superar en 10 m. a las brechas contiguas. Comenzamos a descender por el mismo itinerario, descubriendo en la terraza inferior a la cresta una placa conmemorativa de un accidente, creo recordar que de 2004.
Continuamos por las morrenas y pedregales hasta llegar de nuevo a la collada de Barrancs, donde descansamos un poco al calor de los últimos rayos de sol. El resto del descenso sin problemas, yendo esta vez por la margen derecha del torrente hasta el plan de Aigualluts, y de aquí al coche. Regreso sin más hasta Zaragoza.
Octubre 2009. Pedro, Rafa, Enrique.
Octubre 2009. Pedro, Rafa, Enrique.
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