Cambio de planes a última hora. El tan ansiado reencuentro montañero con Rafa se ve afectado por la borrasca que ha dejado un ambiente invernal cubriendo de nieve el Pirineo. Aprovechando que la meteo predice una mañana seca, nos desplazamos a Yebra de Basa para hacer la ruta de las Ermitas, prolongando hasta Peña Oturia, y descendiendo posteriormente en circular por San Román de Basa. La nevada de la noche anterior se ha quedado en una cota de unos 900 mts, por lo que nada más salir de Yebra ya pisamos nieve.
El itinerario asciende suavemente en dirección norte. Paisaje precioso de media montaña, con los árboles y arbustos a tope de nieve, y las nubes a media ladera. Dejamos atrás las dos primeras ermitas y tras cruzar el barranco de Santa Orosia, se empina ya más seriamente buscando alcanzar el santuario Rupestre excavado en la roca, aparentemente inaccesible.
|
Ermita de Escoroniellas |
El conjunto se encuentra en muy buen estado. La visibilidad se ha reducido considerablemente, ya no vemos el horizonte. La cascada que se desploma desde lo alto de la muralla rocosa le confiere un ambiente especial. Y sobre todo, la soledad. Esta ruta es muy frecuentada, pero hoy, con el día que hace, tan solo hemos visto una persona con dos huskies y algún runner que se ha dado media vuelta. Uff, es que correr con tanta nieve...
Ahora el itinerario continúa hacia la izquierda por una ancha repisa colgada en la muralla. Dejamos atrás dos ermitas adosadas a la roca, San Blas y Santa Bárbara, y poco después franqueamos el paso de la muralla de conglomerados que da acceso a la gran pradera. En el extremo sur, la ermita de la Cruz, y al fondo, hacia el norte, ya divisamos la Ermita de Santa Orosia, y por encima de ella la cima de Oturia, bastante alejada.
|
Barranco de Santa Orosia |
|
Ermita de San Cornelio |
|
Ermita de la Cueva, situada encima de la Ermita de San Cornelio |
|
Ermita de Santa Bárbara |
|
Llegamos a la pradera. Ermita de la Cruz o Zoque |
|
Parece que despeja, pero es un espejismo. Al fondo Oturia |
La visión dura dos minutos apenas, una espesa niebla nos envuelve y ya no nos dejará. Entre la nieve sobresalen los postes que indican el itinerario, por lo que llegamos sin ningún problema a Santa Orosia. En el porche hacemos un descanso para reponer fuerzas, y nos encontramos con una pareja que ha venido detrás nuestro. Charlamos un poco con ellos mientras devoramos el bocata. Ellos deciden regresar dada la escasa visibilidad. Nosotros hemos descargado el track de buscandobucardos y tiramos para arriba, primero por una traza de pista, o por lo menos es lo que parece, ya que no vemos más allá de veinte metros. Cuando llevamos media hora, y viendo que la visibilidad no mejora, nos detenemos a consultar el mapa. Decidimos dejar Oturia para otra ocasión y volver sobre nuestras huellas hasta la ermita de Santa Orosia, y de allí coger una pista recta que nos llevaría hasta La Punta del Mallo, y desde allí, siguiendo el track, descender la muralla por un sendero hacia San Román.
|
Ermita de Santa Orosia. Espectral |
Retornando por nuestras huellas enseguida damos con la pista, fácil de seguir, pues está flanqueada por hermosos pinos, hasta que los pinos desaparecen, y ya no vemos nada. Seguimos invariablemente rumbo sur consultando el altímetro. la Punta del Mallo, es muy visible desde Sabiñánigo, y es una cota que se eleva en la muralla de conglomerados, más al oeste de la ermita de la Cruz. En esta punta hay unas grandes antenas, y una cruz de grandes dimensiones. Nos encontramos a una altura de 1650 mts, pero no vemos más allá de 10 metros. Se supone que estamos junto a las grandes torres, pero no llegamos a verlas. El teléfono de Rafa se muere y el track con él. Opciones, solo una, volver sobre nuestras huellas de nuevo a la ermita de Santa Orosia y de allí por el camino de ida. El ambiente es Shackletoniano. Nieve más niebla, mala combinación. Retrocedemos de nuevo hasta las cercanías de la ermita, que se presenta ante nosotros como un espectro salido de la nada.
|
Hacia la Punta del Mallo, por una ancha pista |
|
De nuevo en Santa Orosia |
Ahora ya, tranquilos por el camino GR, de vuelta hacia Yebra. Bajo la muralla de conglomerado, buscamos un abrigo donde detenernos y comer algo. Antes de emprender la marcha tomamos un cafecito y licor de nueces, como en los viejos tiempos. El camino cruza una valla para ganado, que a la ida estaba cerrada, y ahora abierta. Cómo es la gente, se encuentran la valla cerrada y la dejan abierta. No nos lo pensamos dos veces y la volvemos a cerrar. Pasamos junto al santuario rupestre y su bonita cascada, que ha aumentado de caudal. A partir de aquí las nubes se quedan arriba y ya tenemos visibilidad, abajo vemos los campos de Yebra de Basa, y más allá incluso Sabiñánigo.
Descendemos a buen ritmo y casi sin darnos cuenta estamos de vuelta en el coche. Junto a nosotros, un vehículo se detiene y nos pregunta si hemos visto ganado por arriba. Le decimos que no, pero que nos ha parecido oir esquilas. Nos quedamos casi mudos cuando nos dice que tiene vacas arriba, y que ha dejado la valla abierta para que pudieran bajar. ¡Tierra tráganos! Le confesamos al buen hombre nuestro pecado, y resignado nos dice que no nos preocupemos, que ya volverá a subir al día siguiente.
Un precioso día de media montaña, en el que tuvimos que emplearnos a fondo con la navegación.
Y una última adivinanza. Si en la Ermita de Santa Orosia te encuentras con un hombre y una mujer, aparentemente pareja, pero ella lleva un bocadillo en pan de barra, y él un trozo de chorizo y pan de rebanada. ¿Qué pensarías? ¿Están juntos o simplemente son amigos? Deambular largo tiempo entre la niebla y la nieve produce ciertas paranoias. Es la ceguera blanca.
9 Noviembre 2019. Rafa y Enrique
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿qué te cuentas?