Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2013-07-22

Peña Ruaba (1176 mts)

Peña Ruaba desde el Sur, junto al parquin.
Calor y tormentas, esta es la tónica de este mes de Julio. Nuestros planes de ir al Pirineo se desvanecen y decidimos salir al prepirineo eligiendo un lugar que teníamos ya pensado hace tiempo, Peña Ruaba por la ferrata Varela Portillo.
Muchísimos años hace que no voy a esta zona en verano, donde el calor suele apretar de lo lindo, pero hoy ha surgido así. Después de un buen almuerzo en Ayerbe, llegamos a Murillo de Gállego donde tomamos la pista que nos dirige hacia la mole de Ruaba. Dejamos a la izquierda un muro de piedra de una finca, y más adelante dos grandes balsas artificiales, para llegar a un pequeño ensanchamiento 100 mts. antes de un barranco. Aparcamos el coche y justo aquí vemos lo que parece el inicio de la senda. Efectivamente, tras unos pocos metros de titubeo el camino ya es claro y se dirige en línea recta hacia el techo llamado Cueva Calva.
Rebasamos Cueva Calva y nos dirigimos hacia el O para bordear toda la Peña
Los buitres apenas se asustan por nuestra presencia
Poco antes de llegar a la muralla dejamos a la derecha el camino que se dirige a las vías de escalada y al mismo tiempo el que proviene de la ferrata de La Mora por donde pensamos volver. Dejamos la cueva a la derecha y tras seguir unos metros junto a la muralla, la abandonamos y nos dirigimos hacia el oeste cruzando algunos pequeños barrancos con pequeñas bajadas que alternan con subidas.  El camino aunque en algunos tramos enmarañado por la abundante vegetación es claro y además los hitos nos acompañan en toda la ruta. Al llegar a unas paredes rojizas damos un giro a la derecha de 180º enfilando decididamente hacia el E. Pasamos una bonita faja llamada Varella Portillo y ya tenemos enfrente el canchal junto al cual está el Espolón que tenemos que escalar. 
Pequeño llano herboso antes de ascender hacia la escotadura. Poco antes nos desviamos a la derecha para atacar el espolón
Antes de la subida llegamos a una zona de prados con dos pinos, momento que aprovechamos para descansar a la sombra. Precioso lugar de profusa vegetación donde el aroma de espliegos y romeros humedecidos por la tormenta de la noche crea un ambiente que nos traslada a nuestros comienzos montañeros. No sin pereza retomamos la marcha en fuerte pendiente llegando a la zona de pedregal. El camino va a la izquierda entre el bosque, y al llegar  a la altura del espolón (no llegar al collado) cruzamos la canchalera y descubrimos la primera grapa. 
El comienzo de la vía está medio oculto por la vegetación

Al principio es bastante tieso. Una cadena suple en parte la escasez de grapas en algunos tramos
Sacamos los disipadores y empezamos a trepar. El comienzo es bastante vertical, hecho que unido a que todavía no estamos habituados a la roca hace que la progresión sea algo lenta. Enseguida cogemos la marcha y ganamos altura rápidamente, saliendo a la arista norte que une el espolón con la cima. 
El tramo duro acaba en la arista norte. Ahora ya es un paseo
A partir de aquí dejamos las grapas y cadenas aunque aún nos acompañará el cable hasta prácticamente la cima. La vista es fantástica, proporcionando una vista inusual de los Mallos de Riglos y el valle del Gállego. 
Por la arista. Al fondo Punta Común, y más atrás asoman los Mallos de Agüero
Precipicio sobre el valle del Gállego
Desde la cima, vista sobre el Gállego y Riglos
Un pequeño descanso bajo lo que creo que es una sabina y nos dirigimos hacia el sur en busca del camino de la Ferrata de La Mora que utilizaremos para descender. Enseguida vemos el cable y comenzamos el descenso, mucho más sencillo que la ferrata Varella Portillo. La pendiente es fuerte pero no hay que destrepar, simplemente descendemos andando asegurados por la sirga. 
Descenso por la Ferrata Sur o de La Mora
Descendemos un muro algo más empinado que nos deja al lado de una altiva aguja, la cual ascendemos ampliando todavía más la panorámica hacia Riglos y el paredón de los buitres, asomando por detrás incluso el Castillo de Linas de Marcuello. Desde la cima de nuestra aguja vemos descender dos chicas por el muro, y desde esta posición se ve realmente inclinado, aunque no deja de ser un efecto óptico. Hablamos con ellas, son Wien y Laura, de Vitoria, y han seguido el mismo itinerario que nosotros. 
Este esbelto escarpe es opcional, aunque también está asegurado por cable
Desde la aguja vemos muy cerca los Mallos de Riglos
Wien y Laura descienden por la muralla sur. La verdad es que es menos de lo que parece
Continuamos el descenso con la muralla a nuestra derecha. Wien conoce la zona y nos comenta vías de escalada, nos habla de la vía Sagaste, Edu Roche, Espolón del Gállego, vías míticas de este macizo y no al alcance de cualquiera. El itinerario es sencillo, aunque de vez en cuando algún pequeño escalón nos hace mantener la tensión, eso sí, siempre ayudados por la sirga. Por fin llegamos a la conexión con el sendero inicial. Desde este punto sacamos varias fotos a la pared, ahora con el sol a nuestras espaldas. Por fin llegamos al parquin y al barranco donde aprovechamos para refrescarnos, pues baja un buen caudal de agua en contra de lo que hemos leído en las guías.
Ya concluyendo la excursión volvemos a pasar por Cueva Calva
Ha sido un reencuentro con la media montaña estival, que tan olvidada teníamos. Una preciosa excursión, con casi 2 horas de aproximación a la primera ferrata. Una exigente escalada por el espolón. Una arista con vistas al Gállego y una cima que no habíamos hecho nunca. El descenso por el lado contrario logrando una circular que nos sumerge en esta montaña un tanto olvidada por la cercanía de su vecino macizo de Riglos.
Luego, en Murillo un plato combinado y jarra de cerveza. Para hacer la digestión un paseo por la presa casi centenaria del Pantano de La Peña con evocaciones de la infancia. Incluso a la vuelta al coche vemos serpentear un canfranero Tamagochi, que no sabemos si posteriormente se averió.
Después de comer en Murillo, nos damos un paseo por la presa del Pantano de La Peña
Nubes de tormenta sobre el embalse
13 Julio 2013. Rafa, Enrique

1 comentario:

  1. Tuvísteis buen día, caluroso supongo.
    La primera vez que hice estas ferratas fue a la inversa que vosotros, con el " aliciente" de que, aún estaban sin ultimar y, donde la cadena inicial vuestra, había una gruesa soga, en vertical, que bajamos como los bomberos ¡sin estilo yo, claro! Miedo me daba me faltaran las fuerzas asiéndome a la maroma jodía.

    Un abrazo. PAQUITA

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