Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2011-11-13

Midí d'Ossau (2884 mts) primeras nieves

Antiguo volcán, el Midí d'Ossau como su hermano el cercano Anayet son testigos de las erupciones de la era pérmica, caracterizando sus agujas verticales de andesita como islotes en un terreno predominantemente calcáreo. Pero no nos atrae tanto la geología como el interés de ascender un pico que para muchos es considerado el más emblemático de todo el Pirineo.
Olivier y Elena en el Col de Pombie con el Midí d'Ossau a sus espaldas
Ya lo habia ascendido, siempre en verano, pero un intento con Olivier en la primavera de 2005 resultó fallido debido a la gran cantidad de nieve que encontramos junto a la ausencia de huella: después de una nevada reciente todavía nadie había subido. Náufragos en un ventisquero con nieve hasta la cintura, antes de llegar a la tercera chimenea, decidimos dejarlo para otra mejor ocasión.
 Y esa ocasión llegó, o creímos que había llegado, en el puente de Todos los Santos. Y con esas intenciones vino Olivier hasta Zaragoza. Viaje rápido, muy rápido, a Formigal para reunirnos con Elena, quien no se dejó convencer (o engañar) para intentar las ascensión pero sí para acompañarnos hasta el pie de la pared.
Aparcamos el coche a 1710 mts, poco después de pasar la frontera del Portalet, tomando la senda que atraviesa los pastos de Aneou y que se dirige sin pérdida al col de Pombie, desciende 100 metros para alcanzar el lago y refugio del C.A.F. y vuelve a recuperar esos mismos mts para llegar al col de Suzon, a 2130 mts.
En el lago de Pombie la inmensa y seca pared sur del Midí nos engaña y atrae mostrando su total ausencia de nieve. Avanzamos a paso muy rápido, Elena encabeza la marcha, adelantado a todos los que van por la misma ruta. Olivier, que no está prevenido, le sigue el paso y yo, que sufro los estragos nocturnos del puente, los sigo como puedo.
Poco después del col de Suzón, estamos al pie de la primera chimenea (2330 mts), más propiamente un diedro de 12 mts, con salida a la izquierda para salvar un desplome. Nos despedimos de Elena, preparamos el equipo y comenzamos a subir. Hace algunas décadas había unos barrotes de hierro para ayudar en la escalada, pero con la relativa masificación del recorrido se incrementaron los accidentes y, en consecuencia, el número de rescates pues aún la vía más fácil requiere pasos de escalada de IIº y IIIº grado. La medida disuasoria de quitar las barras le devolvió el carácter altivo y serio a este pico; en su defecto, todas las chimeneas cuentan con reuniones rapelables.
De la primera a la segunda chimenea (2430 mts), que tendrá unos 23 mts de escalada II+/IIIº, no hay más que seguir la senda. La nieve, ni la vemos ni la esperamos, roca excelente y buenas presas.
En los pasos más verticales se puede ver algun resto de los antiguos barrotes, inutilizados a golpes de mazo.
La via transcurre por el espolon NE y conforme gira hacia el Norte, manchas de nieve aparecen progresivamente y cada vez más grupos abandonan. Nos advierten que más arriba hay bastante nieve y placas de hielo, sin crampones no se puede avanzar. 
Crampones ... mis crampones ... están plácidamente recogidos en mi casa, y si no fuera por la insistencia de Olivier, no habría cogido ni el piolet (al día siguiente, bronca de Quique, que si no tengo remedio, que si de donde no hay ...) Por supuesto que Olivier, acostumbrado a los Alpes, siempre los lleva. Se los pone, nos encordamos para asegurarme y vamos a ver hasta donde podemos llegar. Estamos camino de la tercera chimenena, que tampoco es propiamente una chimenea, sino una canal con sucesión de resaltes y gradas.
A la derecha de esta canal hay otra algo más vertical que elegimos pensando que habrá menos nieve. La superamos y en travesía alcanzamos la mal llamada tercera chimenea a 2620 mts.
Cuando ya vemos cerca la Croix du Portillón que a 2655 mts señala el fin de las dificultades, la verticalidad nos sugiere que sin crampones mejor bajarse. De poder subir, tendríamos que ascender los fáciles 230 mts de la Grande Railliere, pero será para otra ocasión.
El descenso presenta destrepes y rápeles que encontramos siguiendo las escasas trazas de los que nos han precedido.




Una de las alegrías incomprendidas para la genta normal es la de encontrar un parabolt para rapelar con total seguridad.
Por fin conseguimos abandonar la nieve, montamos rapel en la segunda chimenea y como la cuerda que llevamos mide 37 mts (antes medía 50 mts pero eso es otra historia) no llega al suelo y tenemos que destrepar los últimos metros.
Dado lo avanzado de la hora, ya no queda nadie en la montaña y somo los últimos en bajar. Pronto nos encontramos en la primera chimena y también la bajamos rapelando.

Casi con las últimas luces, llegamos al refugio. Fuera de temporada no está guardado, entramos en la sala libre y comemos acompañados por los escasos montañeros que se quedarán a pasar una noche muy fría.
Decimos adiós al refugio de Pombie, volveremos antes de la primavera, con buena nieve y equipo completo, porque el Midí ... es mucho Midí.
31 Octubre 2011. Elena, Olivier, Rafa

2011-11-06

Pico Royo-Barranco del Turbón (2391 mts)

Gabietous nevados por encima del bosque otoñal del Bco. del Turbón
Después de casi medio otoño excesivamente seco y caluroso el tiempo ha cambiado y ha comenzado a llover. Fernán y yo salimos al monte este final de Octubre con el objetivo de ''ver el otoño''. Decidimos ir a la zona de Bujaruelo. En principio comenté la posibilidad de ir al valle de Ordesa, pero Fernán me hizo cambiar por la posibilidad de exceso de visitantes en el Valle del Arazas. Efectivamente, al pasar por Torla vimos decenas de personas haciendo fila para tomar los autobuses hacia la pradera (igual había 100 metros de fila).


Nos introducimos por la buena pista que nace en el Puente de los Navarros y tras un corto recorrido de unos 3 km aparcamos junto al camping de Fenés. 200 mts más adelante abandonamos la pista junto a una torreta de alta tensión a nuestra izquierda y tomamos una senda que se introduce en la espesura del bosque caducifolio. 
Por fin el bosque luce sus colores otoñales
 
La ruta toma rumbo oeste y asciende duramente sin hacer un mínimo zigzag. El bosque, primero de hayas y posteriormente de pinos emana un olor especial debido a la humedad que ya casi habíamos olvidado. A 1600 mts lo abandonamos y cruzamos el curso seco del Barranco del Turbón.




Cruzamos el Barranco de Turbón. Abandonamos el bosque y seguimos por praderios
 
 Avanzamos ahora por una zona de pastos, pero siempre hacia el oeste, sin variar rumbo ni pendiente. Nos encontramos ya a 1900 mts y llevamos poco más de 1 hora. Hemos ascendido 600 mts, y es que la pendiente no nos ha dado tregua. A la izquierda tenemos una pared rocosa donde se encuentra la cueva de la Grallera del Turbón. Nos acercamos con cierto respeto a la entrada. Una corriente de aire helado sale de allí; al mismo tiempo nos percatamos de que alguien está dentro, pues oimos toser constantemente. No me atrae nada la espeleología, tanta humedad, tanta oscuridad...
La Grallera del Turbón.

Podríamos llegar por sus entrañas hasta la Fuente de Santa Elena, 700 mts más abajo
Esta cueva forma parte del Sistema Arañonera, que tiene una longitud de 30 km y sus bocas más altas se encuentan a 2600 mts de altura al este de Tendeñera y la salida a 1250 mts junto al Río Ara.
Abandonamos la oscura cueva y continuamos hacia arriba por una zona de lapiaz muy curiosa. Abundan las simas, dolinas, en fin un karst de libro. Al fondo ya vemos la divisoria hacia el valle vecino de Otal. Poco después nos asomamos al cuello abierto entre los Picos Royo-Turbón, que marcan la línea septentrional del valle y los Picos de Otal-Fenés al sur.
Atravesando la zona kárstica

''La Pared Lisa''. Curiosa la cara norte de Fenés
 
Sorprendente vista desde el Cuello de Otal hacia Tendeñera
La vista del cuello de Otal nos deja helados, un precipicio se abre a nuestros pies y damos vista a la cara norte de Tendeñera de aspecto terrorífico y ya cubierta de nieve reciente. Seguimos a nuestra derecha por una sencilla cresta herbosa y hacemos cima en la Punta del Pico Royo (2391 mts).

Pico Royo (2391 mts)

Amplísimo panorama circular. Al este, Murallas de Ordesa, Gabietous, Puerto de Bujaruelo; al norte el Vignemale y la cabecera del Ara junto a los picos del Balneario de Panticosa. Al oeste Picos Ferreras, Mallaruego, Tendeñera; al sur el Pico de Otal, desde el que se desgaja hacia el este la cresta en la que resaltan Fenés y Cebollar. 

Valle de Otal, 800 mts más abajo

Pico de Otal (2702 mts). Próximo objetivo

La altiva Tendeñera (2854 mts) desde el mojón cimero

Los desconocidos picos de Mallaruego y Ferreras

Zoom a Vignemale, circo de Labaza
 

''La Pared Lisa'' con sus inquietantes simas del Sistema Arañonera
El pico Fenés tiene una curiosa cara norte completamente lisa, tanto es así que recibe el nombre de ''La Pared Lisa''. En su parte inferior se adivinan dos inquietantes simas pertenecientes al nombrado Sistema Arañonera. Hacia el norte y 800 mts por debajo de nosotros, el valle de Otal, arquetipo de los valles glaciares. Detrás nuestro el valle de Turbón y la ruta que hemos seguido. No creo que sean más de 2 km lineales en los que hemos ascendido 1150 mts.
La temperatura no es muy alta, pero la vista merece la pena que estemos sobre la cima un buen rato. Al final, y después de fotografiar todo, iniciamos el descenso. Paramos constantemente, ya que la luz de la tarde sobre las murallas de Ordesa y los bosques de Bujaruelo dejan imágenes preciosas. 
Vista de las murallas de Mondarruego, Tozal del Mallo y Gallinero.
 Al llegar a la altura de la Grallera del Turbón vemos otra sima que se abre delante de nosotros. Lo mismo que antes, una corriente de aire glacial junto a algo de vapor sale de las entrañas de la tierra. Una sirga sujeta con parabolts sirve a los espeleólogos para adentrarse en ella. Hace falta mucho coco para meterse por allí.
Volvemos al bosque, de nuevo el olor a hojas mojadas que ya practicamente teníamos olvidado.
Aquí se aprecia la pendiente del Barranco del Turbón. Estamos a 2000 mts
Ya casi estamos. Vemos delante de nosotros la Gargante de Bujaruelo
 Ha sido una buena elección. Hemos visto el otoño y las primeras nieves caídas sobre las cimas. Nos hemos alejado de la masificación de Ordesa. Realmente una zona curiosa y recomendable, en la que además hemos echado un vistazo sobre el Pico de Otal, que pensamos ascender próximamente.
30 Octubre 2011. Fernán y Enrique
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