Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2021-09-16

Maladeta (3308 mts) - Abadías (3279 mts)

 

Mirando hacia el glaciar del Aneto después de bajar del Pico Abadías
Si el día sale bueno, le dije a Marta, iremos a la Maladeta, uno de los grandes.
El día no salió muy bueno, pero nada más pasar el refugio de la Renclusa, decidimos tirar para arriba hacia el Portillón Superior. Habíamos salido  de la Besurta bastante tarde, ya que el autobús sale de Llanos a las 8h, y si quieres empezar  antes no hay otra que coger el de las 5h. Nos dio pereza,la verdad. Ascendemos hasta el Portillón, aunque antes de llegar nos liamos y alcanzamos el Pico del Portillón Superior, perdiendo algo de tiempo en el escabroso descenso hasta el paso. La primera vista hacia el este es decepcionante, pues la niebla no deja ver nada.
Mirando hacia Paderna

Cresta de los Portillones, y detrás Pico de la Renclusa

Pico de la Maladeta, entre la niebla

Tuca Blanca. Cielo negro

Aprovechamos para comer algo, y afortunadamente la niebla se retira y nos deja ver el Aneto y los Picos de Coronas y cresta del Medio. Atravesamos el paso y descendemos unos metros por la otra vertiente. Cometo el error de abandonar demasiado pronto los hitos que van hacia el Aneto  por el afán de pegarme a la muralla de la derecha. El canchal es horrible y avanzamos lentamente entre bloques enormes. Nos damos cuenta que por debajo de nosotros, siguiendo el valle natural hacia el Collado Maldito el terreno se ve mejor.
Portillón Superior

Hacia el Aneto

Pasado el Portillón entramos en terreno cien por cien mineral

Tuca Blanca de Pomero y Pena Nera

Tenemos el glaciar, o lo que queda de él, a la izquierda bastante más abajo, y enfrente ya toma forma el collado Maldito del que se desliza una masa de hielo negro realmente deprimente. Un lago de nueva factura ha aparecido en el extremo occidental del glaciar ( No recuerdo haberlo visto cuando descendimos del Aneto  en 2014). La parte del glaciar bajo la cresta del Maldito todavía guarda algo de nieve, aunque de un color chocolate proveniente de aquellas nevadas del pasado invierno con polvo sahariano. Realmente, nos sentimos impresionados por el aspecto tan desolador del glaciar. Ya solo faltaba la niebla que a jirones pasa por encima de las crestas dejando un paisaje realmente “Maldito”. Sin duda Henry Russell le puso a este paraje el nombre merecido.
El retroceso glaciar deja ver un nuevo ibón

La Cresta del Medio y el moribundo glaciar

Collado Maldito, más maldito que nunca

Poco antes de llegar al collado Maldito nos incorporamos por un canalón al collado (3250 mts) que separa el Pico Abadías de las antecimas de la Maladeta. En un momento salvamos el escaso desnivel que nos separa del Abadías y llegamos a su cima, aunque la niebla apenas deja ver la cercana vecina de la Maladeta. Hacemos fotos y volvemos al colladín sin perder tiempo.
Hacia el Pico Abadías. Detrás antecima de la Maladeta

Aunque no lo parezca, es muy fácil

Cima. 3279 mts


Descendemos. Al fondo a la izquierda se ve la pedrera de la cima de la Maladeta

La niebla nos deja ver, por fin, el magnífico ibón de Cregüeña

De nuevo abajo asomamos a la vertiente oeste, en la que un diedro vertical de unos tres metros da acceso al corredor que viene de la parte de Cregüeña y que separa las dos montañas. Un poco más a la derecha, y por encima del collado, un gran hito marca el itinerario. Nos incorporamos a él y descubrimos ya una línea de mojones que atraviesa toda la ladera de la Maladeta hasta llegar a la pedrera final. Marta va en cabeza buscando la ruta y desenvolviéndose a las mil maravillas en este ambiente tan hostil. La vía en cuestión está catalogada como PD, y es una sucesión trepadas  escalonadas que  nos hacen ganar altura de terraza en terraza bajo la cresta de la Maladeta, y que nos depositan en la inmensa pedrera que antecede a la cima, bajo la que encontramos un buzón. 

Aquí empezamos la ascensión a la Maladeta

Esquivando bloques, poco antes de la cima. Al fondo entre niebla Pico Maldito, y a la derecha Abadías

Cima. 3308 mts



La niebla está situada sobre los 3200 mts, y viene y va constantemente, gracias a lo cual podemos ver algo de lo que nos rodea, que no es poco.  En sentido horario, empezando por el sur, el magnífico ibón de Cregüeña, Picos Bondidier, Maladetas Occidentales, el collado de la Rimaya, el glaciar del Aneto y la Cresta del Medio . Son las 14,45 cuando iniciamos el descenso.  
Tras el collado de la Rimaya, cresta hacia las Maladetas Occidentales

Ibones de Cregüeña y Cordier

Con cuidado destrepamos de nuevo hasta el collado del Abadías, y nos lanzamos gravera abajo, pero por la comba del valle, siguiendo los hitos que no habíamos visto en el ascenso (por haber ido demasiado altos). El avance es bastante más rápido, el terreno es “mejor”. Aún así tardamos más de dos horas en divisar de nuevo el Portillón, que consideramos la puerta entre un mundo salvaje que abandonamos y otro más “civilizado” que supone el retorno hacia el refugio de la Renclusa. Esto que comento es una sensación personal, pero la realidad es que después de estar tanto tiempo en estos parajes tan hostiles, cruzar el Portillón supone un alivio. Antes de pasar “al otro lado” adelantamos a un grupo que viene del Aneto, y parecen francamente cansados. No les queda nada…
Colladín 3250. Izquierda cresta Maladetas, dcha Pico Abadías

Bloques y más bloques

Y más

Por fin, el Portillón

El descenso hacia La Besurta es muy largo, las dos horas no te las quita nadie, a no ser que seas runner. No hemos parado ni un minuto desde la cima, así que nos planteamos un pequeño descanso en la cota 2500 mts, con estupendas vistas hacia Paderna. Poco después reanudamos el descenso por el pedregoso sendero que no mejora hasta llegar a la Renclusa, donde sin detenernos continuamos, por fin, por el buen  camino que nos deja en La Besurta, donde tras más de 10 horas de actividad nos disponemos a esperar el bus de regreso a Llanos del Hospital.
Desde la cresta de los Portillones, vista hacia El Salterillo y valle de Barrancs

El paisaje se va haciendo más "amable". Vista hacia Paderna

Llegando a La Renclusa

Ha sido una gran ascensión a la emblemática Maladeta, una montaña que no es para vacas, como se suele decir. Más de 10 h. y 1500 mts de desnivel por un terreno complicado, sobre todo a partir del Portillón, donde los grandes bloques graníticos ralentizan la marcha considerablemente. Las trepadas finales entre la niebla,  con el marco del hielo negro del glaciar, le han dado un punto añadido. Yo ya había estado en dos ocasiones en la Maladeta, una con Carli desde Cregüeña en una maratoniana jornada de 2000 mts de desnivel (también con niebla en la subida final), y la otra con Carli y Rafa por el mismo itinerario de hoy. No recordaba que fuera tan duro, claro, que era bastante más joven. ¡¡ Fue el siglo pasado!!. Una gozada poder compartir con Marta ascensiones exigentes como La Maladeta.

11 Septiembre 2021. Marta, Enrique

Track de la ascensión



2021-09-07

Tuca del Xinebro (2732 mts)

 

En la cresta de la Tuca del Xinebro. Al fondo Tucas de Ixeia

La Tuca del Xinebro (2732 m) es una montaña que no creo que a muchos les suene. Sin embargo es una cumbre que diviso cuando miro al norte desde mi ventana, en el valle de Benasque. Apenas hay referencias, pero sé que no tiene dificultades y me apetece hacerla. El valle de Benasque está a tope, y seguro que aquí encontraré poca gente. He convencido a Marta para que me acompañe y allí que vamos, partiendo del parquin de la Cascada de Espigantosa, en Eriste.
La Tuca del Xinebro se encuentra en una modesta cresta que une el Pico de Escorbets con las Tucas de Ixeia, cerrando al sur la cuenca lacustre de Perramó. La idea es acercarnos por la Canal de Comalaqueba, para alcanzar el Portillón de Eriste, paso entre las montañas del Chill y de Perramó, y de allí alcanzar la cumbre.
Partimos en dirección al Refugio Ángel Orús, y sobre la cota 1750, en un llano, cruzamos un puente de cemento a la margen izquierda. Aquí realmente empieza el itinerario por Comalaqueba. El comienzo es muy confuso, además hay hitos que no llevan a ningún lugar. Por fin, descendiendo un poco por un prado, encontramos una difusa senda que poco a poco gana en entidad. Algunas marcas azules nos ayudan en estos primeros pasos.  Cruzamos un par de barranquillos y empezamos a ascender fuertemente por un bosque de pinos, siempre en dirección NE. Al salir del bosque, seguimos las marcas hacia un canalón herboso a la derecha, resultando que este es el paso que une con la senda de Clot de Chill. Retrocedemos y enfilamos de nuevo hacia el NE, por un vallejo que se va conformando (Canal de Comalaqueba). La ascensión no concede ni un respiro hasta que llegamos a un llano, que según los mapas es un pequeño ibón, (la Baseta) pero que no tiene ni rastro de agua. Al fondo un rebaño de sarrios campa a sus anchas por estos solitarios lares. Nos encontramos bajo una de las Tucas “menores”, Tuca del Forau d’Ixeia. Giramos a la izquierda, hacia el Norte, y al fondo vemos ya la brecha del Portillón, entre la Tuca del Xinebro a la izquierda y la menor de las Tucas de Ixeia a la derecha. Estamos a 2360 m. 
El recóndito valle del Forcau, con la Tuca de la Llantia en el centro

Canalón herboso que permite comunicar con Clot del Chill

A la salida del bosque se empieza a definir la Canal de Comalalqueba


Canal de Comalaqueba

Final de Comalaqueba. Llano de la Baseta y Tuca del Forau d'Ixeia

El panorama se abre hacia el norte, donde destaca ya el Portillón de Eriste

La subida hasta la brecha la hacemos alternando tramos de pedrera con otros de hierba. Son casi 300 m de desnivel que se hacen muy monótonos.  No hay apenas hitos, pero la dirección es evidente. Pero, ¿viene alguien por aquí?
El portillón de Eriste es una estrecha brecha que nos permite asomarnos a la oscura vertiente norte, donde los paredones de las Tucas de Ixeia no dejan pasar el sol. Estamos a 2620 m.
Llegando a la brecha

Cerca del Portillón. Al fondo se ve el llano de la Baseta

Portillón de Eriste o de Grist

Un canalón por la vertiente de Eriste nos permite incorporarnos a la cresta, la cual no tiene apenas problemas,  y los pocos que hay se soslayan alternativamente por una u otra vertiente. Enseguida llegamos a la cima ocupada por grandes bloques de granito. La vista es muy extensa, tan solo oculta hacia el Este, donde las Tucas de Ixeia no permiten ver más allá de sus formidables paredes. En la vertiente norte, las horribles pedreras de Perramó alternan con los bonitos lagos de toda esta zona.
Hacia el norte. Ibón de Perramó, y más atrás Valle de Estós y Perdiguero

Por la cresta E.

Poco común vista de las Tucas de Ixeia


 Escorbets. Detrás Posets

Posets, Mincholet, Batisielles


Las "Tucas Menores"


Ibones de Perramó y Batisielles

Después de descansar un poco y reponer fuerzas  iniciamos el descenso. Vamos un poco justos de tiempo y tenemos dudas de poder coger el autobús  de las 17h que nos ha de bajar hasta Eriste desde la Espigantosa.  Si lo perdemos habremos de esperar hasta las 20h o bajar andando. El caso es que rápidamente trasponemos la brecha e iniciamos un descenso desaforado. Al llegar a la Baseta ascendemos a un colladito contiguo con la idea ver si podemos pasar al valle de Clot de Chill y descender directamente a Espigantosa. Vemos los prados verdísimos del Clot, pero la bajada es un canalón muy pendiente que se pierde entre los pinos con pinta de acabar en barranquera. Decidimos volver por el mismo itinerario de subida, así que retrocedemos a la Baseta y nos lanzamos Comalaqueba para abajo.






La Baseta, completamente seca

Vista atrás

Nos acercamos a un pequeño collado desde donde se divisa Clot de Chill, aunque la bajada no la vemos clara y retrocedemos. Ni marcas ni hitos

El cielo se ha ido cubriendo y cada vez se ve más negro. Algunas gotas empiezan a caer, parece que la tormenta va a estallar de un momento a otro, pero todo queda ahí, en un conato. Deja de llover y tras atravesar a gran velocidad el empinado bosque aparecemos de nuevo en el puentecillo de cemento en la Aigüeta de Eriste. Unos minutos después alcanzamos el parquin con media hora de tiempo. Ha sido una bajada Non Stop de 2h 40’.
Hacia el oeste la impresionante Tuca de la Llantia


Fuerte descenso de la Canal de Comalaqueba


Palanca de Presentet, donde enlazamos con el camino del refugio Angel Orús

El bus solo tiene 20 plazas y cuento que ya estamos 23. La cosa está chunga, aunque recuerdo que los que hemos sacado billete de ida y vuelta tenemos preferencia sobre el resto. Un montañero que está en un grupo de 5 o 6 personas se me acerca y me dice que solo hay plaza para 20 y nosotros ya estamos fuera del cupo. Le agradezco la  información, pero le digo que confío en que alguno no lleve billete de ida y vuelta. Cuando llega el bus nos acercamos a la fila (nosotros, de los últimos), y cuál no será nuestra sorpresa, que el grupo de 5 o 6 personas no lleva billete y se tienen que quedar a esperar otro turno, por lo que nosotros nos metemos en el bus.
Pobres chavales. Aunque según Marta (cómo piensan las mujeres…) nos avisaron para que no esperásemos el autobús y bajáramos andando. No se yo….
Buena ascensión, algo monótona en algún momento, y  en la que un buen track viene muy bien. Solitaria, pero mucho. Tan solo en el comienzo nos adelantó un runner que ya no volvimos a ver.
Casi 1300 m. de desnivel  con grandes vistas desde la cima.
21 Agosto 2021. Marta, Enrique
  
 Track
Temas relacionados