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Mirando hacia el glaciar del Aneto después de bajar del Pico Abadías |
Si el día sale bueno, le dije a Marta, iremos a la Maladeta, uno de los grandes.
El día no salió muy bueno, pero nada más pasar el refugio de la Renclusa, decidimos tirar para arriba hacia el Portillón Superior. Habíamos salido de la Besurta bastante tarde, ya que el autobús sale de Llanos a las 8h, y si quieres empezar antes no hay otra que coger el de las 5h. Nos dio pereza,la verdad. Ascendemos hasta el Portillón, aunque antes de llegar nos liamos y alcanzamos el Pico del Portillón Superior, perdiendo algo de tiempo en el escabroso descenso hasta el paso. La primera vista hacia el este es decepcionante, pues la niebla no deja ver nada.
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Mirando hacia Paderna |
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Cresta de los Portillones, y detrás Pico de la Renclusa |
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Pico de la Maladeta, entre la niebla |
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Tuca Blanca. Cielo negro |
Aprovechamos para comer algo, y afortunadamente la niebla se retira y nos deja ver el Aneto y los Picos de Coronas y cresta del Medio. Atravesamos el paso y descendemos unos metros por la otra vertiente. Cometo el error de abandonar demasiado pronto los hitos que van hacia el Aneto por el afán de pegarme a la muralla de la derecha. El canchal es horrible y avanzamos lentamente entre bloques enormes. Nos damos cuenta que por debajo de nosotros, siguiendo el valle natural hacia el Collado Maldito el terreno se ve mejor.
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Portillón Superior |
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Hacia el Aneto |
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Pasado el Portillón entramos en terreno cien por cien mineral |
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Tuca Blanca de Pomero y Pena Nera |
Tenemos el glaciar, o lo que queda de él, a la izquierda bastante más abajo, y enfrente ya toma forma el collado Maldito del que se desliza una masa de hielo negro realmente deprimente. Un lago de nueva factura ha aparecido en el extremo occidental del glaciar ( No recuerdo haberlo visto cuando descendimos del Aneto en 2014). La parte del glaciar bajo la cresta del Maldito todavía guarda algo de nieve, aunque de un color chocolate proveniente de aquellas nevadas del pasado invierno con polvo sahariano. Realmente, nos sentimos impresionados por el aspecto tan desolador del glaciar. Ya solo faltaba la niebla que a jirones pasa por encima de las crestas dejando un paisaje realmente “Maldito”. Sin duda Henry Russell le puso a este paraje el nombre merecido.
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El retroceso glaciar deja ver un nuevo ibón |
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La Cresta del Medio y el moribundo glaciar |
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Collado Maldito, más maldito que nunca |
Poco antes de llegar al collado Maldito nos incorporamos por un canalón al collado (3250 mts) que separa el Pico Abadías de las antecimas de la Maladeta. En un momento salvamos el escaso desnivel que nos separa del Abadías y llegamos a su cima, aunque la niebla apenas deja ver la cercana vecina de la Maladeta. Hacemos fotos y volvemos al colladín sin perder tiempo.
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Hacia el Pico Abadías. Detrás antecima de la Maladeta |
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Aunque no lo parezca, es muy fácil |
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Cima. 3279 mts |
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Descendemos. Al fondo a la izquierda se ve la pedrera de la cima de la Maladeta |
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La niebla nos deja ver, por fin, el magnífico ibón de Cregüeña |
De nuevo abajo asomamos a la vertiente oeste, en la que un diedro vertical de unos tres metros da acceso al corredor que viene de la parte de Cregüeña y que separa las dos montañas. Un poco más a la derecha, y por encima del collado, un gran hito marca el itinerario. Nos incorporamos a él y descubrimos ya una línea de mojones que atraviesa toda la ladera de la Maladeta hasta llegar a la pedrera final. Marta va en cabeza buscando la ruta y desenvolviéndose a las mil maravillas en este ambiente tan hostil. La vía en cuestión está catalogada como PD, y es una sucesión trepadas escalonadas que nos hacen ganar altura de terraza en terraza bajo la cresta de la Maladeta, y que nos depositan en la inmensa pedrera que antecede a la cima, bajo la que encontramos un buzón.
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Aquí empezamos la ascensión a la Maladeta |
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Esquivando bloques, poco antes de la cima. Al fondo entre niebla Pico Maldito, y a la derecha Abadías |
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Cima. 3308 mts |
La niebla está situada sobre los 3200 mts, y viene y va constantemente, gracias a lo cual podemos ver algo de lo que nos rodea, que no es poco. En sentido horario, empezando por el sur, el magnífico ibón de Cregüeña, Picos Bondidier, Maladetas Occidentales, el collado de la Rimaya, el glaciar del Aneto y la Cresta del Medio . Son las 14,45 cuando iniciamos el descenso.
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Tras el collado de la Rimaya, cresta hacia las Maladetas Occidentales |
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Ibones de Cregüeña y Cordier |
Con cuidado destrepamos de nuevo hasta el collado del Abadías, y nos lanzamos gravera abajo, pero por la comba del valle, siguiendo los hitos que no habíamos visto en el ascenso (por haber ido demasiado altos). El avance es bastante más rápido, el terreno es “mejor”. Aún así tardamos más de dos horas en divisar de nuevo el Portillón, que consideramos la puerta entre un mundo salvaje que abandonamos y otro más “civilizado” que supone el retorno hacia el refugio de la Renclusa. Esto que comento es una sensación personal, pero la realidad es que después de estar tanto tiempo en estos parajes tan hostiles, cruzar el Portillón supone un alivio. Antes de pasar “al otro lado” adelantamos a un grupo que viene del Aneto, y parecen francamente cansados. No les queda nada…
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Colladín 3250. Izquierda cresta Maladetas, dcha Pico Abadías |
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Bloques y más bloques |
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Y más |
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Por fin, el Portillón |
El descenso hacia La Besurta es muy largo, las dos horas no te las quita nadie, a no ser que seas runner. No hemos parado ni un minuto desde la cima, así que nos planteamos un pequeño descanso en la cota 2500 mts, con estupendas vistas hacia Paderna. Poco después reanudamos el descenso por el pedregoso sendero que no mejora hasta llegar a la Renclusa, donde sin detenernos continuamos, por fin, por el buen camino que nos deja en La Besurta, donde tras más de 10 horas de actividad nos disponemos a esperar el bus de regreso a Llanos del Hospital.
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Desde la cresta de los Portillones, vista hacia El Salterillo y valle de Barrancs |
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El paisaje se va haciendo más "amable". Vista hacia Paderna |
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Llegando a La Renclusa |
Ha sido una gran ascensión a la emblemática Maladeta, una montaña que no es para vacas, como se suele decir. Más de 10 h. y 1500 mts de desnivel por un terreno complicado, sobre todo a partir del Portillón, donde los grandes bloques graníticos ralentizan la marcha considerablemente. Las trepadas finales entre la niebla, con el marco del hielo negro del glaciar, le han dado un punto añadido. Yo ya había estado en dos ocasiones en la Maladeta, una con Carli desde Cregüeña en una maratoniana jornada de 2000 mts de desnivel (también con niebla en la subida final), y la otra con Carli y Rafa por el mismo itinerario de hoy. No recordaba que fuera tan duro, claro, que era bastante más joven. ¡¡ Fue el siglo pasado!!. Una gozada poder compartir con Marta ascensiones exigentes como La Maladeta.
11 Septiembre 2021. Marta, Enrique
Track de la ascensión