Desde la cima de Bernatuara, el ibón del mismo nombre bajo el Pico de Gabiet. Al fondo Taillón y Gabietous.
El Pico de Bernatuara es el pico central de los Picos de Crapera, modestas cumbres situadas en la margen izquierda del río Ara, en Bujaruelo. En realidad, el motivo principal de esta ascensión es visitar el ibón de Bernatuara, un lago muy fotogénico, que se encuentra justo al lado de la muga fronteriza, el puerto del mismo nombre, y que incluso he leído en alguna publicación que le llegan a llamar "El Volcán de Sobrarbe". En fin, sin comentarios. El hecho de subir a esta cota aledaña que lo supera en poco más de 200 metros podría parecer algo inocuo, pero a nosotros siempre nos ha gustado conquistar una cumbre, aunque sea modesta, y además, desde esta altura, la visión del ibón es realmente fantástica.
La ruta comienza en San Nicolás de Bujaruelo y en su primer tramo es común a la que lleva al puerto de Bujaruelo. Una buena sombra nos acompaña en este sendero perfectamente balizado. Una señal (Bernaturara) nos desvía de la ruta principal a la izquierda, cruza el barranco, y por un último tramo de bosque, tras cruzar el tendido eléctrico desemboca en una ladera herbosa. Ascendemos claramente hacia el norte por el Barranco de Sandaruelo, cuya cabaña dejamos a la derecha. La subida es monótona, atraviesa algunos arroyos y por fin alcanza la cubeta circular donde se encuentra el ibón. Un corto descenso nos lleva hasta la orilla, y unos metros más arriba desembocamos en el Puerto fronterizo de Bernatuara. Al oeste, una loma nos alcanza en breve hasta la difuminada montaña. A nuestros pies ha quedado el lago, precioso, alojado en una especie de cráter entre los picos de Bernatuara y el Gabiet. Tras un descanso en la cima, emprendemos el descenso por el mismo itinerario.
Empezamos la marcha en el puente medieval de Bujaruelo
La primera hora de marcha trascurre por un tupido bosque, y el primer tramo es común al camino hacia el Puerto de Bujaruelo.
Una vez hemos abandonado el camino principal giramos a la izquierda y después de salir del bosque entramos en el valle de Sandaruelo, cubierto de praderío, y con una cabaña pastoril.
En plena ola de calor, el cruce de algunos barrancos nos permite aprovisionarnos de agua y refrescarnos.
Recorremos el valle de Sandaruelo, siempre hacia el N. Al fondo aparecen las paredes de Gabietous y Taillón sobre el Puerto de Bujaruelo.
Últimos metros antes de llegar al ibón. La pendiente se ha acentuado, pero se avanza bien. Al fondo, la desdibujada cima del Bernatuara, y en primer término el Crapera.
Ya hemos recorrido el lago por la izquierda y ahora nos encontramos en la muga fronteriza con Francia. Al fondo Gabietous y picos de Escuzana y Salarons.
Las vistas, conforme vamos ascendiendo hacia la cima, alcanzan gran belleza.
Hacia el norte. Valleé de la Canau y picos Soum d'Aspé y Malh Arrouy
Ya estamos en la cima del Pico de Bernatuara (2516 mts) En primer término el Crapera, y detrás los picos de Escuzana. Destaca al fondo la cima del Salarons, ya en Ordesa.
Hacia el noroeste, y tras el valle del río Ara emergen las montañas de Panticosa. Destacan en el centro las cumbres emblemáticas del Balneario, Argualas, Garmo Negro, Infiernos. Por delante de ellos y confundidos en la maraña de cimas, imagino estarán los Bacias, Brazatos, etc.
Inmediatamente al norte de nosotros, aparece el Pic de Cabrère, y por detrás de él asoma la mole del Vignemale.
Hacia el sur, Crapera, y al fondo el Pico de Otal
Marboré, Taillón, Gabietous
Al oeste, el Ara discurre mil metros por debajo de nosotros. Se aprecian los valles laterales de Otal a la izquierda, y Ordiso a la derecha. Destaca el cordal Otal-Tendeñera
Comenzamos el descenso. Pico de Otal
Durante el descenso nos detenemos en alguno de los arroyos que cruzamos. Nos refrescamos y aprovisionamos. Importante, en estos días de tanto calor, elegir excursiones como ésta, donde el tramo de bosque, el ascenso por praderío, que no guarda tanto calor como la roca, y el paso por distintos arroyos hace muy llevadera la marcha. Aún así, en el último tramo, el calor aprieta lo suyo. Suerte que a pie de coche tenemos el refugio de Bujaruelo, donde damos buena cuenta de un par de jarras de cerveza, que hacen que recobremos vitalidad antes de introducirnos en el coche, a punto de ebullición.
Por fin hemos visitado el ibón de Bernatuara, y no nos ha decepcionado, aunque de volcán no tiene nada.
13 Julio 2022. Rafa, Enrique