Recorriendo la Faja de las Flores
Leo en el periódico que la comunidad de viajeros de Lonely Planet realizó un sondeo para elegir el Valle más bonito de España. Según los 31000 viajeros que respondieron a la encuesta, el Valle de Ordesa salió elegido como el más bonito. Muy posiblemente, estos viajeros conocen el valle, se han desplazado hasta el circo de Soaso, han visitado las cascadas y los bosques de hayas, pero posiblemente ellos no habrán gozado de una de las mejores vistas que este valle puede ofrecer, y es desde las alturas desde donde se puede disfrutar de la verdadera dimensión del conjunto del Valle. Un valle único, completamente diferente a lo que podemos encontrar en cualquier otro macizo de la península.
Me dispongo a repetir, por segunda vez la Faja de las Flores, uniendo los circos de Carriata y Cotatuero. Junto a mí, Rafa y Marta, acompañantes igualmente de aquella fantástica excursión de hace diez años con Manuela y Pedro. Esta vez efectuaremos la ascensión junto a Kuka, Carlos, Alba, Cristian y Francine.
Comenzamos la marcha, y ya a través del espeso bosque el Tozal del Mallo nos presenta una imagen poco conocida y desafiante, aunque tan sólo un momento, porque nada más salir del bosque, la visión ha cambiado por completo. El sendero asciendo en perfectas lazadas en dirección norte. El camino se va acercando a la muralla, al tiempo que a nuestra izquierda ha quedado el Tozal del Mallo, mucho más domesticado desde esta visión. A la derecha, la pared del Gallinero, imponente, como un gigantesco retablo gótico.
Tozal del Mallo
Circo de Carriata
Muralla del Gallinero
Travesía a la derecha en busca del paso de las clavijas
Obviamos el desvío hacia el Paso de la Fajeta y nos encaramamos al primer paso de clavijas, bastante tendido, pero que nos hace poner ya en guardia. Casi sin recobrar el aliento nos topamos con el segundo paso, éste de 10 metros y completamente vertical. Los dos pasos equipados con barras, fáciles, pero con cuidado...
Una vez superada la muralla y tras un ascenso más suave llegamos a una zona más llana, bajo la Faja que ya vemos muy cerca.
Primer tramo equipado, bastante tumbado
Segundo tramo. Este ya es otra cosa
La faja ya se empieza a dibujar por encima de nosotros
Tras una breve parada, continuamos en breve ascenso hasta una pedrera, donde abandonamos el valle y nos vamos a la derecha, donde ya se intuye el comienzo de nuestra "Faja". Estamos a 2450 mts.
Ya hemos hecho mil metros de desnivel. Toca comer, y beber
Umbral de Salarons. Al fondo Pico Salarons
Pico Taillón (3144 mts)
Ya estamos a la altura de la Faja
El recorrido de la Faja es espectacular. Tres kilómetros de cornisa colgada sobre un vacío de más de 1000 metros. El recorrido se podría hacer en 30 o 40 minutos, pero sería una pena. Nosotros invertimos bastante más, fotografiamos compulsivamente y degustamos cada uno de los recovecos de este maravilloso mirador. Algún tramo con hielo, restos de la última nevada, hace que tengamos que tomar precauciones, pero el resto sin problemas. A nuestra derecha, al otro lado del valle, la conocida Faja de Pelay, desde donde otras veces hemos visto dibujada en la muralla la ruta que ahora mismo estamos recorriendo.
Desde la Sierra de las Cutas, Circo de Carriata, con Tozal del Mallo y Pico Salarons, (año 2016)
De izquierda a derecha: Enrique, Cristian, Alba, Kuka, Carlos, Marta, Francine, Rafa
Cuando la Faja empieza a difuminarse gira hacia el norte, y empezamos a ver las cimas de las Tres Sorores, ya bastante blanqueadas. A la derecha se empieza a intuir ya la grandeza del Circo de Cotatuero con la muralla de la Fraucata. La Faja desaparece, pero antes un paso nevado con un buen precipicio nos hace extremar la precaución. Desembocamos en una planicie karstica llena de simas y grietas, excelente mirador hacia los Picos de Marboré y la Brecha de Roland. Excelente lugar para descansar, echar un bocado y algún trago de esa bota de la que Carlos siempre se hace acompañar cuando sale a la montaña.
El circo de Cotatuero se empieza a ver a la derecha, en sombra. Al fondo Tres Sorores
Pico Taillón y Falsa Brecha
El paisaje cambia radicalmente. Brecha de Roland y Casco de Marboré
Dejamos a la izquierda el camino que nos llevaría al Collado de la Catuarta y vuelta por el Valle de Salarons hasta encontrar el camino de ida. Pero no iremos por allí, para dar el último toque a esta fantástica excursión, descenderemos por el valle de Cotatuero. El camino, confuso entre el pedregal va descendiendo hacia el visible rellano, preludio del circo de Cotatuero. Algún pequeño despiste, ya que tomamos el camino hacia Goriz, pero enseguida retomamos el sendero y llegamos a la terraza desde la que se desploma la cascada, y cuyo desnivel habremos de salvar por las afamadas clavijas. Nos ponemos los arneses, y sin darnos cuenta nos encontramos colgados en la pared, con un importante patio a nuestros pies. Las barras para manos y pies se complementan con un cable de seguridad. Las grapas (no se si estas son las originales, pero parecen muy antiguas) fueron colocadas por el herrero de Torla a petición del cazador Buxton, que pagó 250 pesetas por ellas. Corría el año 1881.
El paso, aunque vertiginoso, con cuidado y bien asegurado, no tiene problemas, aunque la gente con menos estatura echa de menos la distancia a la que están colocadas alguna de las barras. Cuando acaba el cable, queda la última parte, un descenso por una húmeda chimenea, igualmente equipada con barras, y complementada con presas en la roca, aunque éstas, al ser muy vertical, no se ven, y ofrece más dificultad técnica que el paso del cable.
Hacia Cotatuero. Murallla de la Fraucata
Cascada de Cotatuero. 200 metros de caída
Paso de las clavijas de Cotatuero. En plena faena
Buff
Ultimo tramo, la chimenea
La secreción de adrenalina se ve apaciguada con el descenso por un bosque de hayas y abetos francamente bonito. Son más de 600 metros de desnivel, que cuando ya se empieza a alargar acaba en el transitado camino general del Valle, a escasos diez minutos del aparcamiento.
Como guinda final, Kuka, que acaba de cumplir años hace unos días, nos sorprende con unas cervezas y una tarta de queso exquisito. Mientras degustamos, alzamos la vista hacia arriba, y al mismo tiempo que el cuello nos empieza a doler, intuimos una tenue línea, casi imperceptible, que recorre la muralla de oeste a este (o viceversa). Increíble. ¿Quién sería el primero humano en recorrer esta faja? Era un valiente, seguro.
18 octubre 2020. Alba, Cristian, Kuka, Carlos, Francine, Rafa, Marta, Enrique