Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2020-10-26

Faja de las Flores

Recorriendo la Faja de las Flores

Leo en el periódico que la comunidad de viajeros de Lonely Planet realizó un sondeo para elegir el Valle más bonito de España. Según los 31000 viajeros que respondieron a la encuesta, el Valle de Ordesa salió elegido como el más bonito. Muy posiblemente, estos viajeros conocen el valle, se han desplazado hasta el circo de Soaso, han visitado las cascadas y  los bosques de hayas, pero posiblemente ellos no habrán gozado de una de las mejores vistas que este valle puede ofrecer, y es desde las alturas desde donde se puede disfrutar de la verdadera dimensión del conjunto del Valle. Un valle único, completamente diferente a lo que podemos encontrar en cualquier otro macizo de la península.
Me dispongo a repetir, por segunda vez la Faja de las Flores, uniendo los circos de Carriata y Cotatuero. Junto a mí, Rafa y Marta, acompañantes igualmente de aquella fantástica excursión de hace diez años con Manuela y Pedro. Esta vez efectuaremos la ascensión junto a Kuka, Carlos, Alba, Cristian y Francine. 
Comenzamos la marcha, y ya a través del espeso bosque el Tozal del Mallo nos presenta una imagen poco conocida y desafiante, aunque tan sólo un momento, porque nada más salir del bosque, la visión ha cambiado por completo. El sendero asciendo en perfectas lazadas en dirección norte. El camino se va acercando a la muralla, al tiempo que a nuestra izquierda ha quedado el Tozal del Mallo, mucho más domesticado desde esta visión. A la derecha, la pared del Gallinero, imponente, como un gigantesco retablo gótico. 
Tozal del Mallo

Circo de Carriata

Muralla del Gallinero

Travesía a la derecha en busca del paso de las clavijas

Obviamos el desvío hacia el Paso de la Fajeta y nos encaramamos al primer paso de clavijas, bastante tendido, pero que nos hace poner ya en guardia. Casi sin recobrar el aliento nos topamos con el segundo paso, éste de 10 metros y completamente vertical. Los dos pasos equipados con barras, fáciles, pero con cuidado...
Una vez superada la muralla y tras un ascenso más suave llegamos a una zona más llana, bajo la Faja que ya vemos muy cerca. 
Primer tramo equipado, bastante tumbado

Segundo tramo. Este ya es otra cosa


La faja ya se empieza a dibujar por encima de nosotros

Tras una breve parada, continuamos en breve ascenso hasta una pedrera, donde abandonamos el valle y nos vamos a la derecha, donde ya se intuye el comienzo de nuestra "Faja". Estamos a 2450 mts. 
Ya hemos hecho mil metros de desnivel. Toca comer, y beber
Umbral de Salarons. Al fondo Pico Salarons

Pico Taillón (3144 mts)

Ya estamos a la altura de la Faja

El recorrido de la Faja es espectacular. Tres kilómetros de cornisa colgada sobre un vacío de más de 1000 metros. El recorrido se podría hacer en 30 o 40 minutos, pero sería una pena. Nosotros invertimos bastante más, fotografiamos compulsivamente y degustamos cada uno de los recovecos de este maravilloso mirador. Algún tramo con hielo, restos de la última nevada, hace que tengamos que tomar precauciones, pero el resto sin problemas. A nuestra derecha, al otro lado del valle, la conocida Faja de Pelay, desde donde otras veces hemos visto dibujada en la muralla la ruta que ahora mismo estamos recorriendo.
 
Sin comentarios


Desde la Sierra de las Cutas, Circo de Carriata, con Tozal del Mallo y Pico Salarons, (año 2016)






De izquierda a derecha: Enrique, Cristian, Alba, Kuka, Carlos, Marta, Francine, Rafa

Cuando la Faja empieza a difuminarse gira hacia el norte, y empezamos a ver las cimas de las Tres Sorores, ya bastante blanqueadas. A la derecha se empieza a intuir ya la grandeza del Circo de Cotatuero con la muralla de la Fraucata. La Faja desaparece, pero antes un paso nevado con un buen precipicio nos hace extremar la precaución. Desembocamos en una planicie karstica llena de simas y grietas, excelente mirador hacia los Picos de Marboré y la Brecha de Roland. Excelente lugar para descansar, echar un bocado y algún trago de esa bota de la que Carlos siempre se hace acompañar cuando sale a la montaña. 
El circo de Cotatuero se empieza a ver a la derecha, en sombra. Al fondo Tres Sorores

 Pico Taillón y Falsa Brecha

El paisaje cambia radicalmente. Brecha de Roland y Casco de Marboré

Dejamos a la izquierda el camino que nos llevaría al Collado de la Catuarta y vuelta por el Valle de Salarons hasta encontrar el camino de ida. Pero no iremos por allí, para dar el último toque a esta fantástica excursión, descenderemos por el valle de Cotatuero. El camino, confuso entre el pedregal va descendiendo hacia el visible rellano, preludio del circo de Cotatuero. Algún pequeño despiste, ya que tomamos el camino hacia Goriz, pero enseguida retomamos el sendero y llegamos a la terraza desde la que se desploma la cascada, y cuyo desnivel habremos de salvar por las afamadas clavijas. Nos ponemos los arneses, y sin darnos cuenta nos encontramos colgados en la pared, con un importante patio a nuestros pies. Las barras para manos y pies se complementan con un cable de seguridad. Las grapas (no se si estas son las originales, pero parecen muy antiguas) fueron colocadas por el herrero de Torla a petición del cazador Buxton, que pagó 250 pesetas por ellas. Corría el año 1881.
El paso, aunque vertiginoso, con cuidado y bien asegurado, no tiene problemas, aunque la gente con menos estatura echa de menos la distancia a la que están colocadas alguna de las barras. Cuando acaba el cable, queda la última parte, un descenso por una húmeda chimenea, igualmente equipada con barras, y complementada con presas en la roca, aunque éstas, al ser muy vertical, no se ven, y ofrece más dificultad técnica que el paso del cable.
Hacia Cotatuero. Murallla de la Fraucata


Cascada de Cotatuero. 200 metros de caída

Paso de las clavijas de Cotatuero. En plena faena


Buff


Ultimo tramo, la chimenea

La secreción de adrenalina se ve apaciguada con el descenso por un bosque de hayas y abetos francamente bonito. Son más de 600 metros de desnivel, que cuando ya se empieza a alargar acaba en el transitado camino general del Valle, a escasos diez minutos del aparcamiento.



Como guinda final, Kuka, que acaba de cumplir años hace unos días, nos sorprende con unas cervezas y una tarta de queso exquisito. Mientras degustamos, alzamos la vista hacia arriba, y al mismo tiempo que el cuello nos empieza a doler, intuimos una tenue línea, casi imperceptible, que recorre la muralla de oeste a este (o viceversa). Increíble. ¿Quién sería el primero humano en recorrer esta faja?  Era un valiente, seguro.
18 octubre 2020. Alba, Cristian, Kuka, Carlos, Francine, Rafa, Marta, Enrique

2020-09-17

Aguja Argarot (3035 mts)

 


Ya han pasado cuatro años desde que subimos al Pico Ballibierna aproximándonos por la pista del mismo nombre en bicicleta. Hacía tiempo que queríamos repetir el “bicitrekking”, uniendo las dos aficiones que más nos gustan, así que este verano buscamos un “tresmil” que no fuera muy largo y que se saliera desde la cabaña de Ballibierna.
Elegimos la Aguja Argarot, en la cresta de Llosas, divisoria entre los valles de Coronas y Llosas.
Como la otra vez, dejamos el coche en el parquin de Senarta y sobre las 8 de la mañana comenzamos a pedalear por la pista. El comienzo se nos hace extraño, entre la fuerte subida inicial y las mochilas con los palos, cascos, botas, ropa…hacen que no nos sintamos confortables, obviamente cambia nuestro punto de gravedad y pesamos unos kilitos más, eso se nota.
Paramos unos metros antes de la caseta de pescadores para aparcar las bicis entre la frondosidad del bosque y prepararnos para la nueva actividad.


Sobre las 9.30 empezamos a caminar hacia Llosas; es un valle más cómodo para subir que Coronas. Avanzamos por bosque de pino negro, cruzamos la preciosa pleta de Llosas y en hora y medio ya estamos en el lago inferior. Pasamos por su izquierda para ir subiendo hacia la brecha inferior. Junto a un pequeño torrente que surge por encima de nuestra posición. La vista del lago es cautivadora, y aprovechamos para hacer un descansillo y comer algo. A partir de ahora empezará lo "bueno".
Pleta de Llosas

Ibón de Llosas


La Brecha Inferior de Llosas se eleva trescientos metros por encima de nosotros, pero aunque se ven muchas piedras,  por la derecha del canalón se sube bastante bien.
Poco antes de llegar a la brecha hay que desviarse a la derecha por una placa tumbada (I) por la que hay que trepar sin dificultad y que nos dejará en la cresta.
Brecha Inf. de Llosas. A la derecha Aguja Argarot


Superado el primer tramo de trepada, la cresta se aplana. Detrás, el Pitón de Llosas

Tenemos por delante doscientos metros de desnivel que se hacen bastante largos. Los mojones son escasos por lo que hay que ir buscando el mejor camino, y eso nos lleva tiempo. Vamos encontrando pasos de escalada fáciles que superamos sin dificultad (pasos I y I+) , aunque se va abriendo buen patio, sobre todo a la vertiente de Llosas. Nos cuesta avanzar más de lo pensado, primero llegamos a la antecima o Argarot Sur (3030), y más tarde al Argarot (3035). Entre estas dos puntas, una brecha con algún paso aéreo sin dificultad.


Desde la Argarot Sur, agujas Tchihatcheff y Franqueville. Detrás, Aneto


Desde Aguja Argarot, primer plano de Aguja Tchihatcheff, y al fondo Cresta Aneto-Tempestades

Lago intermedio de Coronas. Detrás, Aragüells y Juncadella

La vista es magnífica. A muy poco distancia, la segunda de las agujas, la Tchihatcheff, y por detrás, casi 400 metros más alta, la cima del Aneto. Espectacular la vista a la derecha, cresta de Tempestades-Aneto, y a la izquierda cresta de Cregüeña, y cima del Pico Maldito. Estamos un buen rato, por una vez no tendremos que correr para coger el bus de Ballibierna. Eso, si las bicis están donde las dejamos….
Cresta de Cregüeña y Pico Maldito

Treinta y cuatro.....tresmiles


El regreso decidimos hacerlo por el valle Coronas, así nos evitamos el destrepe y  parece más fácil. Además mi padre la conoce de cuando ascendió esta montaña ya hace un montón de años.  El descenso es más rápido y sin pasar por la brecha pronto alcanzamos el canalón, que es menos inestable de lo que parece, ya que nos pegamos a las rocas de la izquierda. Rápidamente perdemos altura y llegamos al corredor que asciende desde el ibón de Coronas hasta la brecha inferior de Llosas, y que en pocos minutos nos sitúa en la orilla del lago inferior, donde nos encontramos un grupo de turismontañeros tomando sol en bañador, móvil en mano. Está claro, hemos entrado en otro mundo, en el nuestro. Atrás, allá arriba todo es diferente....
Una vez allí, habíendonos quitado lo complicado y ya relajados, comemos. A partir de ahora sendero ya conocido y sin problemas, y  en poco más de una hora llegamos a la cabaña, pasando antes junto al bucólico ibonet. Avanzamos unos metros por la pista y después de comprobar que las bicis siguen allí, nos vamos para abajo. La pista, entre el bosque, y con el sol ya retirándose nos ofrece muchos contraluces, descendiendo con cuidado, llegando sin novedad en pocos minutos al Plan de Senarta.



Ibonet de Coronas


Lo hemos pasado genial. Montaña ruda y salvaje, apenas hitos, en la que te tienes que mover con soltura e ir imaginando el itinerario más sencillo. Seguiremos planeando nuevas rutas de bicitrekking.
25 agosto 2020. Enrique y Marta
Temas relacionados