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El Urriellu visto desde Poo de Cabrales |
Son casi las 14 h. y estamos comiendo un bocadillo en el parkin de Poo de Cabrales. Hemos pasado el desvío hacia Sotres, pero Rafa me ha traído hasta este lugar porque desde aquí hay una buena vista del Picu. Así, sentados en el bordillo, bocadillo en mano, y con la vista fija en la montaña. No recuerdo muy bien como fue, pero creo que después de alguna escapada de Rafa a los Picos de Europa vi algunas fotos…, me meto en internet, empiezo a mirar y rápidamente me acecha un mensaje que se repite en varias ocasiones (ya sabemos como funciona ésto), concretamente habla de la ascensión al Naranjo de Bulnes, a partir de ahora Picu Urriellu, en su versión local más fácil. La frase “más fácil” se repite en mi coco una y otra vez. Llamo a Rafa, y cuando colgué, ya lo habíamos decidido. Iremos al Urriellu, cara sur, vía Directa, o de “Los Martínez”. Ahora nos encontramos aquí por fin, es el principio de nuestra aventura por Picos. Llegamos a Sotres, donde tomamos un taxi 4x4 que compartimos con dos cántabros mayorcitos, como nosotros. Ya nos damos cuenta que esto va a ser otra historia; en el corto tramo que nos separa del Collado de Pandébano, la conversación gira exclusivamente en torno la escalada. Que si este verano he hecho esta vía, que si es más difícil la otra, bla bla. Menos mal que Rafa les habla de Riglos, buf…El taxi nos deja un poco más abajo del collado, pero lo alcanzamos en unos minutos, paisaje verde, muy verde, y blanco, montañas de caliza blanca. Las vacas pastan en el collado de Pandébano. Enseguida dejamos a la derecha el refugio de la Terenosa, y poco después alcanzamos el Collado Vallejo, desde donde se nos presenta el Picu con todo su esplendor.
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Collado de Pandébano |
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Refugio de la Terenosa |
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Collado Vallejo. Se aprecia el sendero hacia Urriellu |
Nuestro destino es el refugio Vega de Urriellu donde tenemos reserva y donde nos reuniremos con Kapi que nos guiará en la ascensión. Hasta aquí el sendero ha ascendido suavemente, pero ahora discurre colgado por la empinada ladera sin ganar nada de altura. Al otro lado vemos la senda que viene de Bulnes. El camino se vuelve a empinar de nuevo, los prados quedan ya más abajo y aparece la piedra, aunque el que aparece de repente es la mole del Picu, concretamente su cara N. Ya no lo perderemos de vista hasta llegar al refugio, situado bajo la cara Oeste. Nos encontramos bajo las vías más famosas y difíciles de esta montaña. Rafa y Kapi ya se conocían de antes, cuando junto a Francine ascendieron el Torrecerredo hace unos meses. Nos registramos en el refu y charlamos con Kapi sobre el material a llevar y algunas cosillas técnicas. Enseguida se hace la hora de la cena, buena, y agradable por la compañía de la mesa, hablamos de escalada con una pareja de Jaén, y de tresmiles con dos montañeras catalanas, también con un chico que hemos adelantado en el camino, y que resoplaba de lo lindo. Parece que la cena ha hecho maravillas y ahora su aspecto ha cambiado. En las mesas de al lado, un grupo de americanos. Un poco más atrás, en otra mesa, la pareja del taxi. Un ambiente realmente cosmopolita. La conversación se alarga lo justo mientras nos metemos al cuerpo unos chupitos excesivamente generosos. El refugio, y es una opinión personal, no es muy cómodo. Las taquillas están abajo, en varias filas, algunas a más de tres metros del suelo, y para llegar a ellas hay que tomar una escalera de mano, abrir la taquilla y hacer equilibrios hasta depositar todo dentro. Cada vez que necesitas algo de la taquilla, la misma maniobra. Los dormitorios son colchonetas corridas en dos alturas, pero el problema viene para subir a la segunda altura, ya que tienes que poner un pie en un pequeñísimo resalte de madera que sale e incorporarte sin poder agarrarte las manos a ningún sitio. Vamos, una labor ardua, y peligrosa. Para cada dormitorio hay una pequeña escala que permite alcanzar la segunda altura, pero, y como bajas, si alguien ha movido la escala de tu sitio? A las cinco y media de la mañana suena el despertador. Al poco un fuerte estruendo despierta a todo el mundo, parece como si alguien hubiera caído de la cama al suelo. Todos preguntan, qué pasa, ha sucedido algo? Nadie contesta, pero ya veo que Rafa desde abajo me ha colocado la escala para que pueda descender.
Por lo visto, al sonar el despertador, Rafa se ha levantado como un rayo, ha puesto un pie en el resalte y se ha lanzado a la tabla de las colchonetas de enfrente para bajar haciendo oposición en X tipo chimenea, pues ya dice el guarda que “es un refugio para escaladores” y hasta ahí, sin problemas. Pero en la oscuridad de la noche, la mano lanzada apoya en un saco de dormir, resbala, y cae al vacío, pero sin cuerda. El paso más difícil de la escalada del Urriello, habrá sido bajar a oscuras de la litera.
Todos siguen durmiendo y Rafa y yo bajamos a desayunar. Lo hacemos con Kapi, que ha dormido fuera en tienda. Apenas hablamos, creo que producto de los nervios, de lo intempestiva de la hora, en fin, qué se yo.
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Ya estamos cerca del refugio |
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Entre la N y la Oeste. Por allí debe andar el Pilar del Cantábrico |
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Ya estamos en Vega de Urriellu. Impresionante |
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El Refugio Vega de Urriellu, bajo la famosa cara Oeste |
Antes de las 6h salimos afuera y comenzamos a caminar, desandando el camino de la jornada anterior, aunque poco, pues enseguida tomamos a la derecha la Canal de La Celada en fuerte ascenso. Hace frío, pero como vamos subiendo, y además acarreando las dos cuerdas de 60 metros cada una, apenas lo notamos. La oscuridad es total, tan solo rota por nuestros frontales, y por los de otra pareja que ha salido del refugio unos minutos antes. Kapi y él ya lo habían hablado, con el fin de evitar juntarnos todos en el mismo largo. De vez en cuando volvemos la vista atrás, pero nadie nos sigue, tan solo al fondo destacan las luces de alguna población, y más allá, en la oscuridad del Cantábrico, algunas lucecillas aisladas de embarcaciones. Llegamos al collado al tiempo que empieza a clarear. Vemos a la otra pareja que ya empiezan la escalada, y al poco llegamos al pie de la pared y nos equipamos para empezar la trepada. Hace bastante frío y las manos se quedan entumecidas. |
Remontando la Canal de la Celada. Vista atrás, hacia el Cantábrico |
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Amaneciendo, aunque esta foto no lo parezca. Al pie de la pared S. Detrás, Aguja de los Martínez y La Morra |
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Preparando el material. Atrás Torre Carnizoso y Torro del Oso |
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Kapi, listo para acometer el primer largo |
No haremos una descripción de la escalada (ya hay suficiente información en la red), simplemente, que son 5 largos en los que se superan 150 mts de desnivel, con una dificultad entre V- el primer largo, y III el último, y entre medias, IV+ y IV, más otros 50 o 70 mts en los que decrece la dificultad y se continúa hasta la cima andando. Siempre Kapi primero, asegurando los distintos largos, y Rafa y yo atados cada uno a nuestra cuerda. Los dos primeros largos se nos hacen más duros, aparte de la dificultad, porque tenemos las manos insensibles. Luego, ya con un tímido sol en la pared, la cosa cambia. En la cuarta reunión nos cruzamos con la cordada que nos ha precedido, y que ya van de bajada. A partir de aquí, atados a Kapi en cuerda corta alcanzamos la arista y seguidamente la cima. |
Largo 1 |
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Primeros rayos de sol, que se agradecen |
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Kapi empieza el segundo largo... |
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...mientras Rafa lo asegura |
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El diedro del tercer largo |
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Acabando el largo 4 |
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5º largo. La dificultad decrece |
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5ª Reunión. Nos cruzamos con la cordada que nos precede |
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Entramos en el "anfiteatro", atados en corto |
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Arista final |
Unas cuantas fotos con la Virgen de las Nieves, y nos vamos para abajo, que el viento sopla y nos estamos quedando congelados. El descenso andando tranquilamente, hasta la última reunión, junto a la que parte la línea de rápeles que nos depositará en la base. |
Cima. En compañía de la Virgen de las Nieves |
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Zoom. Torre de la Párdida. Al fondo asoma Torre Cerredo |
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Jou tras el Picu. Aguja de los Martínez, Torre Colladetas, La Morra |
Son tres rápeles de 60 mts. Kapi desciende primero, luego yo y después Rafa. Una cordada ha escalado detrás de nosotros, nos hemos cruzado en el último tramo, pero ya están de bajada, y Kapi tiene miedo a que nos lancen piedras, según dice, algo muy frecuente en el anfiteatro, sobre todo cuando la montaña está saturada de cordadas. Nos mete prisa para que descendamos, y no parece que lo hagamos a su gusto, ganándonos alguna reprimenda que otra. Pero bueno, llegamos a la base sanos y salvos. Nos alejamos unos metros por si acaso, y ya a salvo de posibles pedradas, junto a un vivac en el collado hacemos un descanso para comer. Volvemos la vista atrás y allí está nuestra pared. Madre mía!!, menos mal que esta mañana, en la oscuridad, no la habíamos visto, porque yo no sé si hubiera subido. En fin,y ésta es la cara más fácil del Urriellu!! |
Caras Sur y Este |
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Un pequeño descanso antes de emprender el descenso por la Canal de la Celada |
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Collado, y detrás el Jou tras el Picu |
Descendemos de nuevo por la Canal de la Celada, despidiéndonos de la cara Sur, y dando la bienvenida a la Este, posteriormente a la Norte, y acabamos en el Refugio, bajo la cara Oeste. Antes de llegar, pasamos bajo la vía Orbayu (8c) entre la Norte y la Oeste, y que un grupo de alemanes acampados, según se informó Kapi, están probando, colocando cuerdas fijas, e incluso vemos una hamaca colgando en la pared. Está claro que el Urriellu y sus paredes atraen a gente de todo el mundo. Nos tomamos una cerveza con Kapi, y nos despedimos de él. Con la alegría del reto conseguido abandonamos Vega de Urriellu y descendemos hacia el valle.
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Canal de la Celada |
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Cara Este |
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Canal de la Celada y Torre Carnizoso |
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Cara Norte |
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En el refugio. Hasta la próxima Kapi; ha sido un placer. |
En el Collado Vallejo nos damos la vuelta y nos despedimos del Urriellu. Las verdes praderas junto a la Terenosa nos devuelven al collado de Pandébano y al final de la pista, donde esperamos al taxi que hemos avisado. Mientras estamos esperando llegan el grupo de americanos, que luego supimos por mediación del guía español que les había organizado el viaje, que habían escalado la cara E, y entre ellos, dos mujeres de 70 años. Siempre es un aliciente saber que nos queda recorrido…
En Sotres recuperamos nuestro coche y descendimos hasta Puente Poncebos, donde teníamos reserva en un hotel. Curiosamente, durante la cena, y tras observar montones de fotos antiguas colgadas por las paredes del comedor, sobre todo de Alfonso y Tomás Martínez, los guías que en 1944 inauguraron la vía que lleva su nombre, y que es la que Rafa y yo acabamos de hacer, preguntamos a la camarera el porqué de tanta información, a lo que ella responde que Alfonso era su padre, y que ella y sus hermanos regentaban el hotel; charlamos un rato con ella del Picu y de los tiempos heroicos. Una curiosa anécdota que no olvidaremos, así como nuestra aventura en el Urriellu.
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Collado Vallejo |
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Descendiendo hacia Collado Pandébano. Al fondo Canal del Teju hacia Bulnes |
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Refugio de la Terenosa |
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Collado de Pandébano, y al fondo Sotres |
A la mañana siguiente, aún hicimos una bonita ruta ascendiendo por la Canal del Teju hasta Bulnes y vuelta por el mismo sitio, sin mochila, sin cuerdas, disfrutando. Antes de abandonar Picos, aún nos detendremos en Arenas, donde compramos algo de queso y comimos unos choricillos a la sidra, con sidra, valga la redundancia. Gran experiencia vivida en Picos de Europa, pero cuidado “la más fácil” no quiere decir que sea fácil.
16 y 17 Septiembre 2024. Kapi, Rafa, Enrique