Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2010-07-23

Ezkaurre (2047 mts) por su arista NE

Ezkaurre es una enorme mole calcárea entre los límites pirenaicos de Huesca y Navarra, contraste del verde de sus hayedos boscosos con la caliza blanca y reseca de sus paredes. Una de sus vías de escalada clásica asciende los cuatro gendarmes característicos que conforman la arista NE con 500 mts de desnivel y unos 1000 de recorrido. Es allí donde he pensado escalar con Olivier que, en viaje relámpago de París a Montpellier, se desvía 'un poco' para pasar por Zaragoza y el valle de Ansó.
Desde el collado Argibiela, tomamos la senda de la vía normal hasta que, indicado por un hito en el interior del bosque, seguimos un desvío que lleva al pie mismo de la arista.
Una vez allí, damos vueltas y vueltas buscando el comienzo de la vía sin encontrar nada que lo distinga. Como el inicio es ancho y fácil, empiezo a subir por donde me parece, buscando el famoso taco de madera que marca la primera dificultad (IVº). En su lugar encuentro un clavo, me aseguro, miro para abajo y veo unas placas características que reconozco: ¡me he saltado el primer largo!
Monto reunión y nos encordamos en sencillo con una cuerda de 50 mts. Como la dificultad es baja, IIº/IIIº y algún paso de IVº, forzamos todo lo que da de sí la cuerda para evitar reuniones intermedias y superar los dos primeros hombros.  



La roca es magnífica, sólida y compacta; como buena caliza karstica ofrece suficientes grietas y fisuras para asegurar con friends o fisureros, aunque los pasos más comprometidos están equipados con clavos o parabolts. La adherencia es tan grande que parece que vaya a costar trabajo despegar el pie de gato y los primeros largos se suceden disfrutando.
Superada la verticalidad del 2º Hombro, atravesamos su ancha cima por unos curiosos y estrechos pasadizos, que aprovechamos para hacer en oposición, aunque se pueden atravesar caminando por abajo.

Atravesados los pasadizos y caminando con alguna trepada superamos el tercer Hombro y llegamos al pie del Piton del Rappel. Hasta ahora la escalada nos ha parecido fácil y la chimenea-diedro que permite llegar a su cima no pasa del IIIº. Ya que Olivier tiene mono de escalada, vamos a intentar una "directe mordicus" por las placas más verticales y de este modo, asegurado por Olivier, supero los primeros metros, aseguro en un buen emplazamiento con un friend, más arriba enhebro un puente de roca y a partir de aquí no veo más que una placa absolutamente lisa y sin fisuras, preguntándome ¿pero dónde me he metido? No viendo otra opción, hago una travesía expuesta hacia la izquierda, encuentro un mala grieta para meter malamente un friend y me lanzo como puedo hacia arriba hasta superar el resalte y viendo cómo, al tensar la cuerda, salta el friend que acabo de colocar. 
La dificultad no creo que pase del IVº+ pero con bastante exposición.
Sigue Olivier como puede y así llegamos a la cima de la Aguja de Rappel, fin de las dificultades. Este rappel tiene 25 mts y nuestra cuerda será suficiente. Comienzo el descuelgue, a mitad miro para abajo y veo los dos cabos de la cuerda colgando sobre el vacío ... Un instante de estupefaccion, la sangre llega de nuevo al cerebro y me doy cuenta que debo hacer una diagonal hacia la izquierda, al pie de la Aguja, hasta donde llegue la cuerda. Todo controlado, baja después Olivier y ya nos desencordamos.

Pero nos encontramos con la sorpresa que los pies de gato deslizan sobre la hierba como si lleváramos patines, con lo que tenemos que ir saltando de piedra en piedra buscando la roca. Hemos terminado la  mitad de la ascensión; la segunda mitad continúa con el Gran Pitón, sucesión interminable de diedros, chimeneas y gradas rocosas, fácil, no pasa de IIº+ y una larga caminata hasta la cima, calor y sed, a la que llegamos muy cansados, no por la escalada, sino por la caminata.
El panorama es circular y amplio, por el Norte asoman nubes que nos aconsejan bajar rápidamente, cosa que hacemos por la vía normal hasta el collado de Argibiela terminando con unas cervezas en el camping de Zuriza.

Agradecemos a Antonio G.Picazo su croquis. Pincha para ampliar la imagen. 
Julio 2010. Olivier, Rafa

2 comentarios:

  1. Querido Rafa:
    Me impresionan tus hazañas montañeras, ¿no podrías llevarme alguna vez en tu mochila?
    Los poetas somos vagos por naturaleza, lo más alto que conseguimos escalar son nuestros propios pensamientos y no siempre. Os admiro ese afán de subir tan sólo por el hecho de que está ahí. Yo tengo que conformarme tan solo con mirarla y, eso si, ¡¡¡admirarla!!!
    Un abrazo.

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