Vuelta al Turbón

Cumpliendo con nuestro calendario de preparación para la Treparriscos de Sabiñánigo, y coincidiendo con un fin de semana en Villanova, Marta y yo efectuamos esta vuelta al macizo de Turbón por carretera asfaltada.
Salimos de Villanova en dirección sur por la A-139, dejamos a la izquierda Castejón de Sos, y tras atravesar el Run enfilamos hacia el Congosto de Ventamillo, tantas veces recorrido en automóvil y que al hacerlo en bici es como si fuera la primera vez que lo hacemos.

El Run. Al fondo se divisa el Congosto de Ventamillo

Dejamos atrás Seira y la carretera sigue en suave descenso, teniendo en todo momento a nuestra derecha el río Esera. Poco antes de llegar a Campo ascendemos un pequeño repecho que tras coronar nos conduce a la citada población, girando a la izquierda tomamos la carretera que conduce hacia las Vilas de Turbón. Estamos en el punto más bajo del itinerario (690 mts) y comenzamos un fuerte ascenso por una ancha carretera de nueva factura y bastante aburrida. Al llegar a un tramo en obras el firme se convierte en tierra durante 1,5 km, lo que hace que tengamos que extremar las precauciones para evitar pinchazos. Dejamos a la derecha un enorme viaducto y continuamos por la antigua carretera que atraviesa un estrecho precioso, a la salida del cual llegamos al pueblo de Egea.

Carretera en obras. Viaducto

Congosto de Egea

Egea. Llenando el bidón

Realizamos una pequeña parada para comer algo y aprovisionarnos de agua, y reemprendemos la marcha. Todavía nos quedan un par de kilómetros antes de coronar el Alto de Serrate (1050 mts), donde abandonamos la ruta a Las Vilas y enfilamos a la derecha   en franco descenso hacia el valle del Isábena.

Descenso hacia el Isábena. Al fondo la cara S. del Turbón

Este tramo tiene unos cinco kilómetros, y tras dejar Villacarli en un alto a nuestra izquierda llegamos a la carretera del Isábena, que tomamos hacia la izquierda. Nos encontramos más o menos en la mitad del recorrido. La ruta asciende suavemente, dejamos atrás los pueblos de Beranuy y Obarra, pasando junto al Monasterio del mismo nombre.

Monasterio de Obarra

A partir de aquí, el valle se estrecha hasta límites insospechados, atravesando un montón de túneles y con el desfiladero del Isábena a nuestra derecha. Una gozada el ir pedaleando por estos lugares con el rugido del río decenas de metros por debajo nuestro. Al poco de salir del Congosto de Obarra llegamos al desvío de Río Blanco, que tomamos a la izquierda en dura ascensión. Es una estrecha carreterita entre pinos que serpentea ganando altura.

Congosto de Obarra

Túneles de Obarra

Dura rampa en el Valle de Río Blanco

Llegando a Espés Bajo

Este tramo, aunque corto, es de bastante dureza, pero la belleza del recorrido mitiga el esfuerzo. Un corto llano y una más breve descenso nos deja junto a Espés Bajo, teniendo frente a nosotros una larguísima rampa de 4 km hasta el collado de Abella, a 1500 mts.

Espés Alto

Ultimo descanso. Nos quedan 22 km, pero casi todos de descenso

Desde aquí, un corto descenso nos deja en la N-260 que tomamos a la izquierda en dirección al Coll de Fadas, último ascenso del día. Luego un descenso de 10 km y  el ya conocido camino hasta Villanova. 

Una ruta dura pero preciosa. En total 83 km y 1350 mts. de desnivel acumulado. 

2 Junio 2012. Marta y Enrique