El plan "B" nos descubre paisajes verdes y sorprendentes en esta vertiente norte y semidesconocida de Guara. El barranco apenas tiene desnivel de subida y se hace divertido recorrerlo.
Estos paisajes de media montaña nos recuerdan a dos incondicionales de las guaradas, como son Carli y Fernán, y como dirían ellos mismos, "¡cuánto daño ha hecho el tresmilismo!"
Pozas, remansos, badinas, gorgas, marmitas de gigante, toda una geología barranquista en este pequeño recorrido
Una media hora después un poste señala al Tozal de Guara. Tomamos el sendero ascendente, las marcas y señales no dejan lugar a dudas, penetrando un bosque mágico, verde y húmedo. Decididamente, gracias al plan "B" estamos adentrándonos un mes de Julio en las entrañas de estas tierras que siempre recorremos en invierno cuando la meteo no deja seguir hacia el Pirineo.
El camino tiene algunos desvíos y atajos que no hay que tomar, todos estan bien señalizados con piedras o troncos cruzados para evitar confusiones.
El bosque exhala aromas frescos a hojas húmedas y tierra mojada, abundan las fresas y encontramos setas, incluso un rebollón, pero solo uno (estaba rico en la cena). Este collage de Marta nos devuelve las sensaciones forestales.
Los árboles quedan atrás, la senda zigzaguea para salvar la pendiente, cuyos últimos metros son de cesped y llegamos al collado de Chemelosas.
Collado de Chemelosas (1386 mts)
Del collado sale un camino en travesía hacia la izquierda, estamos ya muy altos y las vistas se abren. El camino atraviesa unos restos semicarbonizados de troncos. Recurrimos a la imaginación para deducir qué hacen ahí ¿refugio de pastores? ¿vivac incendiado? ¿restos de un puesto de observación en la guerra del 36? ... Misterios de Guara, lo que descartamos es que sean restos de un alud ....
El Corcurezo deja ver sus laderas cubiertas de vegetación, pero ésta no es la vertiente por la que subiremos, sino por la contraria y para eso estamos dando este largo rodeo
Unos cortados llenos de buitres que nos vigilan con mirada inexpresiva, anuncian que estamos llegando al collado de Petreñales, a 1558 mts. Cesped abundante, bojes gigantes y tonos verdes por todos lados
Ésta es la vertiente que debemos ascender. Al fondo el Fragineto y muy cerca, el Corcurezo. Un pequeño descanso para comer algo en esta especie de pic-nic y nos cruzamos con los pocos montañeros que veremos hoy: unos que suben al Tozal de Guara y otros que descienden de Fragineto.
La hierba está crecida y por un momento perdemos la senda, pero enseguida la encontramos, un gran boj la ocultaba a nuestra vista. Gira decididamente y de nuevo se mete por bosque empinado hasta superar los 100 mts de desnivel que faltan para alcanzar la amplia cresta. Las panorámicas se abren 360 grados.
cara Norte de Peña Guara
Gabardiella, otro pico de larga cresta
Recorriendo en sentido contrario la larga cresta del Cordal de la Ronera, nos acercamos sin dificultades al Fragineto.
Al fondo vemos el collado de Petreñales, minuscula mancha verde claro de donde venimos
Y ya en la cima, las vistas son gratificantes, como este zoom al embalse de Calcón
Desde la cima de Fragineto vemos Vadiello y mallos de Liguerri
Tozal de Guara omnipresente con su collar de estratos
Un café (delicioso por lo inesperado) y volvemos a recorrer la cresta en sentido inverso
El collado de Petreñales está tapizado de erizones en flor, cuando nos adentramos en la vertiente norte serán sustituidos por los rododendros.Vuelta por el barranco de la Pillera, nos cruzamos con senderistas que van a tomar un baño a una badina, aguas arriba, llamada el "Brazo de Mar", regresamos al coche y tomamos la pista de vuelta a Nocito.
Casi sin darnos cuenta, hemos hecho unos 1000 mts de desnivel acumulado en 16 km de recorrido. Guarada no es sinónimo de cutrexcursión.
En la carretera de vuelta paramos a fotografiar los tres protagonistas de hoy: Tozal de Guara, Corcurezo y Fragineto. Nada que envidiar a los dosmiles y tresmiles del Pirineo.
Quique, Rafa. 20 Julio 2014
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