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Campanal de Anéou, cara NE |
El circo de Anéou es un lugar precioso y muy accesible, dado que está a pie de carretera. Sus praderas verdes donde pastan un buen número de rebaños, sus cumbres, por lo general muy accesibles para cualquier senderista, y su cercanía al Refugio de Pombie, desde donde se pueden contemplar maravillosas vistas sobre el gigante Midi d’Ossau hace que sea muy frecuentado. Tanto es así que nos vemos negros para poder dejar el coche en la cuneta. Comenzamos a caminar sobre las 11h, sí, muy tarde, pero por varias razones no hemos podido llegar antes. Tomamos el buen itinerario hacia el fondo del valle, en dirección oeste, dejando alguna granja a la izquierda, y teniendo ya a la vista las cumbres de la parte sur del circo, donde destacan dos de ellas por su forma puntiaguda. El Campanal de Anéou y más al oeste la Pène Glere. Estas dos montañas no son especialmente indicadas para cualquier senderista.
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Vamos hacia el oeste por suaves pendientes |
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Hemos abandonado el camino general y ascendemos al sur. El Midi, siempre presente |
Por pendientes suaves, y siempre por camino, hemos llegado a la confluencia del valle colgado que desciende por nuestra izquierda, entre las montañas del Mahourat y Pène Glere. Aquí dejamos el itinerario, y ya fuera de sendero nos dirigimos hacia la Pène Glere, en fuerte pendiente por pedreras y prados. Dejamos a nuestra espalda el Mahourat y alcanzamos el zócalo que precede al cono final. A partir de aquí progresamos por terreno mixto, de placas calizas y zonas herbosas de fuerte inclinación. En un momento nos vamos ligeramente a la izquierda, pero aquí todavía la pendiente es mayor y avanzamos penosamente por la caliza, con la impresión de que cualquier despiste nos puede hacer rodar hacia abajo. Nos dirijimos algo a la derecha, donde abunda más la hierba, que como hace pequeñas terracitas y escalones se deja subir mucho mejor. Alcanzamos resoplando la cresta cimera, un poco a la derecha de la cumbre, que alcanzamos seguidamente. |
La pendiente se endurece en dirección a la Péne de la Glere |
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Hemos subido por la parte izquierda, que es excesivamente empinada. La parte derecha es más asequible |
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Últimos metros |
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Al fondo, Pico Mahourat y Anéou |
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Peña Blanca |
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Pico Canal Roya |
Tras una breve parada emprendemos el descenso, ahora más a la izquierda, donde incluso aparecen algunos hitos. Está claro que en la subida nos hemos complicado excesivamente la vida. Con cuidado, pero más seguros, abandonamos la pirámide y al llegar al zócalo, sin perder más altura nos dirigmos a la derecha, al cordal fronterizo, mucho más amable. Así, en pocos minutos llegamos al collado que precede al Pico Anéou (2364 mts). Fantásticas vistas hacia Canal Roya, con el Anayet enfrente. Pedro me recuerda que ese valle fue donde prácticamente comenzó todo, a finales de los 70. ¡Madre mía! Me comenta que es un valle precioso, con la rinconada enfrente, el Anayet, …muchos recuerdos. Aprovecho la tesitura para preguntarle qué le parecería un telecabina que recorriera el valle y llegara hasta Formigal. Se quedó pensativo, hizo una mueca, en fin…, me atrevería a pensar que no le gustó la idea.
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Descendemos hasta el zócalo y ya por buen terreno iremos hacia el cordal fronterizo |
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Pène Glere, cara S. |
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Pène Glere por delante del Midi d'Ossau |
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Ya en el cordal, vamos hacia el Anéou, el último de la izquierda |
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Anéou (2364 mts) |
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Canal Roya. Vistas hacia Aspe |
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Canal Roya, Vista a la Rinconada y Anayet |
Ahora no seguimos la cresta, sino que descendemos del Anéou unos metros hasta tomar una inclinada y terrosa senda que bordea por el sur esta montaña, apareciendo en el collado de Anéou, previa al Cuyalaret, que alcanzamos seguidamente. Seguimos sin parar por el cordal, que abandonamos pronto por la vertiente norte pero sin perder casi altura, y nos dirigimos hacia la siguiente cumbre, Gralleras Norte, que no ascendemos, sino que bordeamos por la parte sur, muy cerca de la zona de esquí de Espelunciecha. Por fin aparece la aguja del Campanal, cuya cara oeste es una auténtica pared. Alcanzamos el collado herboso que serara el Gralleras del Campanal, y por la cara norte vamos rodeando esta última. Una vez hemos rebasado la aguja, y bajo la arista E. nos ponemos arneses y preparamos material. |
Descendemos por el sur el Anéou y nos dirigimos al Cuyaralet |
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Vista atrás hacia Anéou. Se ve la cara E. que hemos bordeado por el sur |
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Llegando al Cuyaralet (2291 mts) |
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Rodearemos el Gralleras por el sur, y saldremos al collado entre las dos cumbres |
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Travesía por la sur de Gralleras. Enfrente, la cara O. del Campanal |
El primer largo es de 30 metros. Pedro sale primero, superando una placa tumbada, II+, aunque también hemos visto en alguna reseña III-. Hay que tantear bien la roca, que está bastante rota. Al final del largo unos cordinos alrededor de un bloque permiten asegurar. Subo yo sin problemas. Continúa Pedro para arriba superando un pequeño murete que da acceso a la arista. Este segundo largo lo asegura con un anillo en un bloque. La cuerda se acaba y sigo yo para arriba una zona fácil hasta encontrar una buena repisa donde espero a que suba Pedro. La última parte es prácticamente llana aunque ha ganado bastante en exposición, y tras un par de exiguas brechas alcanzamos la cima (2214 mts) nada menos que a las 17,15 h. Menos mal que el día es espéndido. Ni una nube en el horizonte.
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Primer largo |
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Hemos hecho corto con la cuerda, así que a mitad del segundo largo, Pedro monta reunión con un anillo, y yo continúo para arriba la parte más fácil hasta la reunión |
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La última parte, es prácticamente llana, aunque aérea |
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Último resalte |
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Campanal de Anéou (2214 mts) |
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Desde la cima |
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Gralleras y Anayet
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Descendemos con cuidado, yo primero, y Pedro asegurándome desde arriba. En el último largo Pedro me desciende, ya que no sabemos si llegará la cuerda, y luego el rapela. Efectivamente le faltan un par de metros, pero sin problemas. Muy contentos descendemos hacia el valle, campo a través por praderas empinadas, aunque pronto encontramos senderos que nos dirigen hacia el fondo. Coincidimos con un numeroso rebaño de ovejas guiadas por un enorme mastín blanco que se nos queda mirando y al que nosotros ignoramos, por lo que cada uno a lo suyo. Por fin, llegamos a la carretera junto a la frontera. Pedro me espera con las mochilas mientras recorro algo más de 1 km Portalet abajo en busca del coche. Poco después, en la gasolinera junto a Formigal “nos pretamos” sendas jarras de radler que desaparecen en un instante. Luego, a Senegüé, al hotelito. Ducha, cena, paseo nocturno y conversaciones a la luz de la luna. Mañana será otro día. |
Rapelando el primer largo. |
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Al fondo queda el Campanal de Anéou. Esbelto |
Hemos recorrido varias cumbres del circo de Anéou, entre ellas Pène Glere y Campanal, que ya les teníamos ganas. En cuanto a Pène Glere, mucho cuidado, no es una cima para cualquiera, y eso que en alguna reseña hemos visto catalogada cómo fácil. Efectivamente, fácil es, pero con una pendiente tan fuerte que si caes no paras hasta abajo, y mucho cuidado como la hierba esté húmeda. Fácil si, pero peligroso también. |
Cimas del circo de Anéou e itinerario seguido |
23 Julio 2024. Pedro, Enrique
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