Es fácil recordar datos cuantitativos como nombres de picos, altitudes, desniveles, orientaciones, acotaciones geográficas, coordenadas GPS, grados de dificultad en diferentes escalas ... nos sobran mediciones y este blog es sólo para guardar pequeños detalles que sirvan para pulsar el nodo neuronal que dispara en nuestro cerebro evocaciones, recuerdos, sensaciones, sugerencias y demás impresiones cualitativas

2016-02-21

Ibones de Bachimaña (2207 mts)

Balneario de Panticosa
No tenemos claro dónde ir, tampoco nos importa demasiado en esta madrugada de finales de Enero, conduciendo hacia el Pirineo y decidiendo rutas. Malas condiciones de nieve, no tenemos claro qué cima ascender ¿y por qué tiene que ser una cima? 
Ordicuso
Sentimos cierta lasitud mientras debatimos si lo importante es la cima o la ruta que lleva a la cima, recordamos a Kavafis y su 'viaje a Itaca'. Gana Kavafis, vamos al Balneario de Panticosa y subiremos donde nos lleven nuestros pasos sin preocuparnos del final, tan sólo del viaje. Con el Ordicuso a nuestras espaldas, tomamos el camino de los Ibones de Bachimaña, principalmente porque hace muchos, demasiados años que no andábamos por aquí. 
Creo que el de la izquierda es Fenias. En el centro, Argualas 
Hemos tomado el GR11 en la Casa de Piedra y nos limitamos a seguirlo disfrutando del paisaje, de la incertidumbre del destino y de las buenas conversaciones.
La nieve es abundante pero demasiado pesada, nos cruzamos con varios esquiadores de travesía, compartiendo huellas y trazas.
Tras unas subidas suaves de calentamiento, llaneamos por el Plano del Bozuelo antes de iniciar la famosa Cuesta del Fraile, que no es para tanto. Al fondo los Picos de Bachimaña.
La nieve está tan blanda y pesada que incluso con raquetas cuesta avanzar sin hundirse.
Hacia el Sur cierran el valle el pico Tablato, con su Diagonal bien visible, y los tres Forátulas, ascendidos en otras ocasiones.
Y siguen el panorama hacia el Sur con la muralla de Sabocos, Peña Roya y Peña Blanca
El refugio asoma su tejado poco a poco como si saliera tímidamente de su madriguera. 
Y sin darnos casi cuenta, hemos llegado al ibón pequeño de Bachimaña, casi completamente helado, y la culpa del "casi" es este Enero más primaveral que invernal.
Moderno y acogedor refugio de Bachimaña, estratégicamente situado.
Hemos llegado demasiado pronto, una cosa es no hacer cumbre y otra conformarse con un paseo. Los esquiadores deben pensar lo mismo, seguimos casi todos hacia el ibón grande.
Con mucho cuidado atravesamos estas laderas de fuerte inclinación que caen hacia el ibón grande, éste sí completamente helado.
Puerto y Picos de Marcadau, famosas rutas de contrabando del siglo XIX.
La cima redondeada en la Peña del Ibón, detrás Grand Fache y a la derecha el pic Falisse.
Llegados al desvío que se orienta hacia los lagos Azules, contemplando lejanos el collado del Infierno y el Gran Pico de Piedrafita, la tentación de comer caliente en el refugio nos hace poner fin al paseo.
La superficie helada del ibón invita a la calma y la reflexión. Esta foto me sugiere un poema de Mario Benedetti "Nadie sabe en qué noche de Octubre solitario, de fatigados duendes que ya no ocurren, puede inmolarse la perdida infancia junto a recuerdos que se están haciendo". Lástima que el gorro de Quique se cargue la armonía de la composición fotográfica.
Los tres Picos del Infierno también nos traen recuerdos mágicos. Los ascendimos un mes de Octubre por la solitaria arista SO. Llegamos tarde a las cimas y el descenso se complicó. Al ponerse el sol cuando íbamos por los ibones de Pondiellos, se hizo el silencio. los hilillos de agua se helaron y dejaron de fluir, el rumor de los insectos desapareció, la temperatura bajó repentinamente. Se hizo el frío, se hizo el silencio y comenzó a hacerse la oscuridad, que era total cuando llegábamos al bosque de sombras espectrales, cerca del Balneario, abandonado y fantasmagórico en aquella época. 
Los Picos de Marcadau no volverán a reflejarse en el ibón hasta bien avanzada la primavera.
El pico Serrato muestra su macizo aspecto mientras retrocedemos por nuestras huellas.
¿Antártida? ¿Hielo patagónico continental? ¿Islas boreales? nos evadimos y dejamos que la cámara capture interrogantes.
El faro del fin del mundo
Gran Pico de Piedrafita, Gaurier, Punta Zarre, muchas razones para volver
La pendiente, a pesar de la apariencia apacible de la foto, se acentúa en brusca caída hacia el ibón.
Este corto paso de nieve helada nos obligó a extremar las precauciones. Afortunadamente, llevamos los crampones.
Contraluz del refugio sobre el ibón pequeño
Señalando el Ordicuso. Tenemos un baño pendiente en los dos pequeños ibones que aloja a sus pies.
Por encima de la presa llegamos cómodamente al refugio.
Nuevo refugio de Bachimaña, inaugurado en 2012.
Desde la terraza, picos de Bachimaña, fantásticos miradores.
No, hoy no hay foto de cima y no nos importa en absoluto.
Con buenas sensaciones iniciamos el descenso al Balneario.
Repetimos panoramas: Tablato, Forátulas, Sabocos.
De nuevo los tres Forátulas, puestos de moda hace pocos años por los esquiadores de travesía
El Balneario de Panticosa pone fin a este día, apacible como pocos. ¿habrá más cumbres?

Enero 2016. Quique, Rafa.

2 comentarios:

  1. Hola.

    Las cimas no son importantes, muchas de ellas, no aportan nada. Lo importante es el recorrido, y la buena compañía.

    Yo en invierno, no he ido por esa zona, bonito manto de nieve, seguro que ahora, está a tope.

    Un saludo.

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    1. Totalmente de acuerdo, Eduardo, la cima es la excusa, pero el fin es el camino para llegar a ella y, apenas unos instantes después de llegar, pensar en la siguiente, y si es con buena compañia, mucho mejor.

      Saludos y a seguir disfrutando.

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