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| Purgas de nieve en la ladera Oeste del Forátulas Central |
Los Forátulas son picos de moda entre los esquiadores de travesía, gracias a los blogs que han popularizado estas cumbres semidesconocidas hasta hace un par de años y que nos parecen interesantes para buscar una ruta más directa con raquetas. Estamos a mediados de Mayo y todavía queda una fina capa de hielo en el lago del Balneario de Panticosa, lugar muy querido por nosotros además de ser, por su altura a 1636 mts, una buena base para las numerosas ascensiones de la zona. Nunca podremos desprendernos de la atmósfera oscura y fantasmal que nos recibía cuando descendíamos de cualquier pico en los anocheceres de Otoño durante los muchos años que ha estado abandonado, ni de la atmósfera decadente que no han sabido superar los intentos empresariales de revitalizarlo, siempre fallidos.
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| Valle de Brazato, al fondo el Tablato |
Basta con ver el macro-parking a medio construir y ahora paralizado, a la entrada del balneario, recuerdo de las épocas donde un lacayo uniformado impedía el paso a los montañeros que debían aparcar de mala manera en los arcenes y cuando las Constructoras se afanaban por cerrar el refugio de la Casa de Piedra, no fueran a ser los montañeros una compañía poco grata para los huéspedes del Gran Hotel de cinco estrellas. Con estas reflexiones y con nieve prácticamente desde el coche, salimos por la senda GR11 que remonta el barranco de Brazato entre pinos y abetos. Al principio seguimos las abundantes huellas que atraviesan el bosque, pasamos por una señal de peligro de avalanchas y cuando ya el valle se abre, la GR sube por la ladera de la izquierda pero nosotros seguimos por el fondo del valle. Buscamos, sin encontrar, la escalera metálica que cruza el torrente y que ahora estará bajo un par de metros de nieve.
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| Aquí nos quedamos hace varios inviernos |
Seguimos avanzando por el eje del valle, con el Tablato al fondo, recordando un intento de hace varios inviernos que quedó frustrado en las cornisas inestables que preceden su cima. Seguimos cómodamente por el valle gracias a la uniformidad que le presta la nieve, buscando las canales que suben las paredes de nuestra derecha, para ganar así el valle superior.
Nos decidimos por la canal del centro, que parece un acceso muy directo. La calidad de la nieve es regular, ha caido alguna avalancha y las primeras capas son inestables, deslizando con facilidad. A pesar de todo subimos con las raquetas ganando la pendiente poco a poco pero con mucho esfuerzo.
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| Calculamos unos 35º de inclinación, pero la nieve inestable hace patinar las raquetas |
Afortunadamente, la salida no tiene cornisas y se suaviza hasta llegar al valle superior, que forma un rellano donde la nieve está más dura y se progresa mejor.
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| Por fin aparece el Forátulas Central, ahora es una subida sin complicaciones. |
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| Muy al fondo divisamos la Grand Fache |
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| Dientes de los Batanes |
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| Comenzamos el ascenso a la cima Oriental. A nuestra espalda, panorama espectacular: Argualas, Algas, Garmo Negro, Pondiellos, Infiernos. Sin quitarnos raquetas, llegamos a la minúscula cumbre desde donde divisamos la cima Central. |
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| Forátulas Central |
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| Torre Brazato y Tablato, con su impresionante diagonal |
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| Tendeñera, todos los relieves suavizados por el gran espesor de la nieve |
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| Sierra de Partacúa al completo. Abajo, embalse de Bubal |
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| Macizo de Vignemale. Justo debajo de Cerbillona, el Baciás, otro destino clásico del esquí de travesía. |
En la cima Oriental nos hacemos un capuccino de esos que hay que disolver en agua caliente ... los grumos nos saben deliciosos. Hacemos muchas fotos y vamos bajando hacia el siguiente pico, mientras Quique se adelanta bajando por el mismo camino, yo atajo directamente al collado entre las dos cimas.
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| Batanes y lago superior de Brazato, completamente helado |
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Infiernos y Grand Fache. Mil metros más abajo, el Balneario
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La ascensión a la cima Central tiene tramos de gran pendiente. Yo prefiero cambiar a crampones, pero Quique, fiel a su estilo, llega con raquetas hasta la cumbre.
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| Forátulas Central, detrás la cima Oriental de donde venimos. Destaca Torre Brazato, Tablato y, a la derecha, Baldairán |
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| ¿Eigerwand? no ... Forato |
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| Baldairán |
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| Macizo Tendeñera-Sabocos. En primer plano Puntas de Piniecho |
Nuevamente descendemos sobre nuestras huellas, recorriendo todo el valle suspendido hasta llegar a la altura de la canal, pero ahora bajaremos por la ruta normal de esquí, es decir, en vez de girar a nuestra derecha, lo hacemos a la izquierda, descendiendo hacia unos aparentes cortados mientras buscamos una señal característica: un árbol seco con un disco rojo.
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| Vista de los tres Forátulas: Oriental, Central y Occidental |
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| La señal inequívoca, el disco rojo en el árbol seco, marca el descenso a las "Neveras de Forátulas", terreno balizado por Sendero Límite a los que agradecemos su buen hacer. |
Las Neveras es un largo descenso hasta casi el límite del arbolado. Allí, con cuidado, vamos siguiendo los discos rojos y/o tubos amarillos que recorren el bosque. No hay demasiadas señales, pero siempre aparecen en el lugar justo para no perderse en estilo "buscando a Wally" a través del bosque Belio.
El descenso nos parece vertiginoso, no sabemos cómo se puede bajar esquiando entre masas árbóreas tan tupidas, pero las huellas de esquís nos marcan el camino hasta el mismo balneario, aunque el espesor de la nieve mengua y ya no soporta nuestro peso cuando cubre las torrenteras. Yo, que voy el primero por este terreno de minas, caigo en algún agujero que otro.
El camino termina en las ruinas de lo que fué Casa Belio, junto a las famosas escaleras que todos los inviernos, convertidas en tobogán helado, son el tramo más dificultoso de algunas ascensiones.
Con unas cervezas al sol, en una terraza enfrente del Gran Hotel, terminamos un día de montaña fantástico con poco más de 1000 mts de desnivel acumulado.
4 Mayo 2013. Quique, Rafa.
Los Forátulas son picos de moda entre los esquiadores de travesía, gracias a los blogs que han popularizado estas cumbres semidesconocidas hasta hace un par de años y que nos parecen interesantes para buscar una ruta más directa con raquetas. Estamos a mediados de Mayo y todavía queda una fina capa de hielo en el lago del Balneario de Panticosa, lugar muy querido por nosotros además de ser, por su altura a 1636 mts, una buena base para las numerosas ascensiones de la zona. Nunca podremos desprendernos de la atmósfera oscura y fantasmal que nos recibía cuando descendíamos de cualquier pico en los anocheceres de Otoño durante los muchos años que ha estado abandonado, ni de la atmósfera decadente que no han sabido superar los intentos empresariales de revitalizarlo, siempre fallidos.
En la cima Oriental nos hacemos un capuccino de esos que hay que disolver en agua caliente ... los grumos nos saben deliciosos. Hacemos muchas fotos y vamos bajando hacia el siguiente pico, mientras Quique se adelanta bajando por el mismo camino, yo atajo directamente al collado entre las dos cimas.
El descenso nos parece vertiginoso, no sabemos cómo se puede bajar esquiando entre masas árbóreas tan tupidas, pero las huellas de esquís nos marcan el camino hasta el mismo balneario, aunque el espesor de la nieve mengua y ya no soporta nuestro peso cuando cubre las torrenteras. Yo, que voy el primero por este terreno de minas, caigo en algún agujero que otro.
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